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Inclusión forzada: Los puntos sobre las íes

Inclusión forzada: Los puntos sobre las íes
Inclusión forzada: Los puntos sobre las íes

Inclusión forzada: Los puntos sobre las íes. Bienvenido adictos a la literatura. Hoy os voy a hablar de algo que está muy de moda y que afecta a muchas obras, libros, películas, series… de la actualidad. Y no es otra cosa que eso que habréis oído nombrar repetidamente como Inclusión Forzada.

Hoy he decidido daros mi opinión absolutamente sincera al respecto. Sé que muchos no estaréis de acuerdo conmigo, así que no os cortéis y espero que me expliquéis vuestros puntos de vista al respecto en comentarios.

Ante todo, y como es lógico, debemos empezar por saber qué es y de dónde sale esto de la Inclusión Forzada.

 El término «inclusión forzada» es una traducción en español del término en inglés «forced diversity», el cual significa, al pie de la letra, diversidad forzada. Entendiendo por «diversidad» el conjunto de grupos minoritarios, grupos marginados por motivo de su género, su origen étnico, su preferencia sexual u otros.

De este modo, la idea de «inclusión forzada», se puede entender como la práctica de incluir obligatoriamente, a una o varias personas de dichos grupos minoritarios, en ámbitos como los laborales, sociales, medios de comunicación (y, por supuesto, en el mundo del entretenimiento; cine, televisión, literatura). Una inclusión cuyo objetivo sería compensar la marginación social de dichas minorías.

Es algo similar a lo que también se ha venido llamando “discriminación positiva”, que, a nivel político, fomenta una serie de políticas y prácticas dentro de un gobierno u organización orientadas a aumentar la representación de determinados grupos, en función de su género, sexualidad, credo o nacionalidad, en ámbitos en los que están infrarrepresentados, como la educación y el empleo.

Pues bien, todo esto, que a priori, suena muy positivamente, arrastra tras de sí una enorme polémica, especialmente en los grandes medios audiovisuales del entretenimiento como el cine y la televisión. Últimamente, asistimos al surgimiento de movimientos que atacan sin cuartel todo lo que huele a inclusión, utilizando términos como ideología de género, propaganda progre, marxismo cultural o corrección política, entre otros.

El argumento típico para sostener estas duras críticas suele ser básicamente que una suerte de ideología progre es la que está fomentando esta inclusión forzada, convirtiéndola en un problema que está afectando la calidad de las películas, series, obras literarias y un largo etcétera.

Algunos de los ejemplos más queridos por estos defensores de las esencias son la película de «Cazafantasmas» de 2016 donde los protagonistas de la querida franquicia pasaron a ser todo mujeres.

Tampoco Disney se ha librado de las acusaciones de destrozar sus clásicos en favor de la diversidad. Unas veces por incluir besos lésbicos o parejas gays y otras por alterar la raza de algún personaje clásico. Algo que se ha notado, y mucho, en las críticas brutales que está sufriendo la película, aun no estrenada, de «La Sirenita» en imagen real. Y todo por haber tenido la osadía de haber puesto como protagonista a una mujer negra.

Otro ejemplo destacado puede ser el ataque sin cuartel de la nueva serie “Los Anillos de Poder” que realiza una nueva adaptación de algunos de los personajes de Tolkien. Una vez más, el haber incluido actores negros en algunas de las razas de los libros de Tolkien, como elfos y enanos, se considera una destrucción del auténtico espíritu de la obra.

Los grupos puristas contrarios a lo que llaman “inclusión forzada” suelen rematar sus argumentos explicando que existe una suerte de lobby, progre, feminista, LGTB, black power y a saber que más, que está imponiendo su agenda ideológica en el mundo del entretenimiento. Los más osados incluso llegan a rematar diciendo que todo obedece a un plan para acabar con la cultura occidental… En fin….

Más allá de estas elucubraciones paranoicas cabe preguntarse ¿hay algo de cierto en estos argumentos? ¿Se está sacrificando la calidad y esencias de las obras por una inclusión no natural de las minorías?

Pues mi opinión personal es que no. Sinceramente, opino que no existe un ápice de razón en ninguno de estos argumentos y esto es así porque se basan principalmente en varias falacias que conviene aclarar. Veámoslas en detalle:

1. El uso de cuotas forzadas para incluir minorías no es natural. Las minorías deberían incorporase de manera natural según evoluciona la sociedad.

Este argumento se basa en un error de base y es considerar que quienes dirigen empresas o crean productos de entretenimiento, por poner un ejemplo, contratan a su personal o diseñan sus productos teniendo en mente la capacidad de las personas, más allá de sus prejuicios personales.

Lo cierto es todo lo contrario; los prejuicios sociales contra las minorías están presentes en cada escalafón de la sociedad y tienden a perpetuarse. Solo hace falta un leve repaso a la historia para comprobar que sólo la lucha política, traducida en leyes, ha ido cambiando nuestras sociedades.

Pensar que una sociedad se va a hacer más inclusiva, plural y tolerante por el devenir de los tiempos es, en el mejor de los casos, de una candidez apabullante. Sólo la creación de leyes y normativas ha hecho que nuestras sociedades evolucionen.

2. La inclusión de minorías adultera la esencia de las obras y afecta negativamente a su calidad.

Para aclarar esta segunda cuestión, cabe preguntarse en primer lugar ¿cuál es la esencia real de las obras? Por pura lógica, si alterar la raza o el sexo de un personaje altera la esencia de una obra, eso significa que, en esas obras, su esencia recae precisamente en el sexo o la raza.

Basta volver sobre algunas de las obras más criticadas para comprobar que todo el argumento es puro artificio. ¿Es la esencia de Cazafantasmas el sexo de los protagonistas? ¿Es la esencia de la Sirenita el color de la piel de la sirena? ¿Es la esencia de la obra de Tolkien el color de los elfos o los enanos?

Este argumento es aún más sangrante cuando se usa en obras de fantasía donde los personajes son completamente imaginarios y no tiene ni siquiera sentido preguntarse por su sexo, raza o tendencias sexuales. Según estos puristas, las hadas sólo pueden ser blancas, al igual que las sirenas, los magos que salen de las botellas, o los elfos y los enanos. Curioso que todos coincidan en adjudicarles la mima raza ¿no?

Y esto me lleva al tercer argumento.

3. Todo esto obedece a un lobby progre que busca acabar con la cultura occidental.

Casi me hace daño tener que argumentar contra esta afirmación, pero ¡Qué le vamos a hacer! Vamos allá:

Empecemos con una pregunta lógica ¿Qué es eso de nuestra cultura occidental? De todos estos añorantes de los valores en declive de nuestra adorada cultura occidental parecer desprenderse que, hasta la aparición de estos terribles progres, vivíamos en un oasis de respeto a la diversidad humana y sobre todo a la calidad y esencia de las obras originales.

Veamos algunos ejemplos de ese oasis de respeto a la calidad, en el que nadie se quejaba de pervertir el espíritu de libros, películas o series:

  • ¿Cómo era el respeto al original de esas adaptaciones del Tarzán de Edagar Rice Borroughs, donde los ayudantes negros sólo decían “Sí, buana” y se despeñaban uno tras otro por acantilados sin fondo? ¿Respondía esto a la esencia de la obra?
  • ¿Cómo calificamos la utilización de actores blancos pintados de negro para simular ser de otras razas a los que, por cierto, en los doblajes en español se les adjudicaba siempre un excelente acento cubano? ¿Era eso una inclusión natural?
  • Y por nombrar alguno de los éxitos de nuestra encomiable cultura occidental en el propio Disney ¿Cómo de respetuoso con la esencia del personaje de Dumbo era representar la comunidad africana como cuervos llamando a uno de ellos casualmente Jim Crow, el mismo nombre que recibió una serie de leyes promulgadas entre 1876 y 1965, a favor de la segregación racial?

Sin embargo, por encima de todas estas consideraciones, el argumento que me parece más devastador contra esta moda de la pérdida de calidad debida a la inclusión forzada, es simple y llanamente que estas críticas se producen antes de que la película o serie en cuestión se estrene.

¿Alguien pude decirme cómo se puede juzgar una obra por un mero teaser y a veces y simple cartel y saber ya el respeto a las esencias o la calidad que tendrá el producto? Esta actitud tiene un nombre y es, simple y llanamente, PREJUICIO (y el que no me crea que simplemente busque su definición en el diccionario).

La utilización de cuotas forzadas de uno u otro tipo, puede no ser el mecanismo ideal, pero es el único que garantiza que las discriminaciones vayan desapareciendo. Si no se usan se perpetúan las discriminaciones. En cuanto a la calidad de un producto audiovisual, ésta no depende de cambiar el sexo o la tendencia sexual de un personaje o su raza, sino de la calidad de su guion, su interpretación y, en definitiva, de la realización del producto en sí.

Lamentablemente, el ser humano siempre está buscando quien le de argumentos para mantener sus prejuicios y más bajos instintos. Queremos que alguien nos diga que si no te parece bien que una mujer protagonice Depredador: La presa no es porque eres machista sino porque es inverosímil que una mujer pueda vencer a un alien. La verdad es que es tan inverosímil como que un soldado con un puñal pueda vencer a un alien con tecnología para cruzar el universo, pero, si crees ese argumento, no tienes que decirte a ti mismo que en tu interior sigue habiendo un machista recalcitrante.

Y esa es mi opinión sobre este tema que no significa que me guste más o menos una serie, película o libro, sino que me niego a prejuzgarlos. Y que considero que la inclusión no solo no atenta contra nuestra querida cultura occidental, sino que es la que hace que realmente merezca la pena.

Espero vuestros comentarios y prometo no censurar a nadie, siempre que vuestras opiniones se expresen con respeto. Dadle al like si os ha gustado, suscribíos al canal de Youtube y aquí en el blog y no olvidéis dar a la campanita para que os lleguen las notificaciones.

Os dejo, como siempre, con el video de esta semana. Hasta el próximo video artículo,

Inclusión Forzada en el Cine: ¿Progreso o Propaganda? 🎬🧩 Análisis Crítico
Inclusión forzada: Los puntos sobre las íes

Referencias literarias ocultas en Wednesday

Referencias literarias ocultas en Wednesday
Referencias literarias ocultas en Wednesday

Hoy os descubro las referencias literarias ocultas en Wednesday. Bienvenidos adictos a la literatura. Empezamos años de manera muy cinematográfica porque hoy vamos a hablar de una serie que ha entrado con fuerza en el listado de las mejor valoradas por la audiencia. Estamos hablando de la serie Wednesday de Netflix, en algunos lugares traducida como Miércoles o incluso Merlina.

Si os estáis preguntando por qué he escogido esta serie, pues, ni más ni menos, que por las numerosas referencias literarias que esconde y que probablemente os han pasado desapercibidas. Por eso, me ha parecido que es un momento excelente para desvelaros todas las referencias literarias ocultas en Wednesday.

Así que, llamemos a la cosa para que nos eche una mano y empecemos.

Si una serie ha pegado fuerte estas pasadas Navidades ha sido Wednesday. De hecho, Netflix consiguió, en sus primeros cinco días de emisión del 23 al 27 de noviembre, la impresionante cifra de 341,23 millones de hora de visionado. Unas cifras que han batido a la hasta ahora todopoderosa “Stranger Things 4”. Serie, de la que, por cierto, ya os hemos desvelado también en el canal su increíble base real y sus insospechadas fuentes literarias.

El motivo de este indudable éxito hay que buscarlo, por supuesto, en la mano del siempre eficaz Tim Burton, pero también en un casting más que acertado. Especialmente Jenna Ortega, que se hace con el papel de la protagonista Wednesday, desde la primera escena, pero sin olvidar a Emma Myers, que se convierte en su perfecto contrapunto.

Sin embargo, lo que hoy más quiero destacar es el buen trabajo realizado con el guion. Una trama muy bien equilibrada que mezcla intriga y humor a partes iguales y que ha sabido captar a jóvenes y no tan jóvenes.

Pero ¿Cómo han logrado esto los guionistas de la serie? Pues con una receta, muy bien condimentada, que mezcla pinceladas de grandes y exitosos clásicos literarios con una narrativa fresca y actualizada. Todo esto, sumado a un exquisito respeto a los personajes originales, se traduce en una serie capaz de alcanzar a un público muy amplio.

Por eso, hoy vamos a analizar estas fuentes literarias de las que bebe esta serie. Algunas son fácilmente reconocibles, pero otras, más escondidas, seguro os sorprenderán. Vamos allá:

1. La Familia Addams de Charles Addams.

Por supuesto, la primera referencia que podemos considerar literaria es el propio origen de esta peculiar familia. Y este origen no es otro que el comic.

Para conocer el origen de la familia Addams hay que remontarse a finales de los años 30. Un joven llamado Charles Addams trabajaba, entonces, como ilustrador esporádico en el periódico “The New Yorker”.

Charles Addams era un personaje peculiar. En su infancia dio continuas muestras de un extraño sentido del humor, repleto de referencias macabras. Tenia unos gustos poco convencionales, como pasear por el cementerio de Westfield, localidad de Nueva Jersey en la que nació y vivió parte de su infancia. La casa en que se crio era un edificio de tres plantas semi destartalado, situado en Elm Street (seguro que esta calle os recuerda algunas pesadillas).

Todos estos curiosos ingredientes se mezclaron en la mente de Charles Addams, junto a su admiración el inolvidable Edgar Allan Poe, para que decidiese crear en sus viñetas una original familia, imagen distorsionada de la suya propia: la famila Addams.

Un matrimonio tétrico, con dos hijos que disfrutaban de las  trastadas más salvajes, junto a un tío asocial y un mayordomo, que era el vivo retrato de Frankenstein, completaban un variopinto grupo familiar que saltaría a la fama cuando sus derechos fueron comprados por la cadena ABC para realizar una serie de televisión.

2. Mary Shelley.

Wednedey, que está escribiendo su propia novela de terror, reconoce en la serie que su inspiración principal es Mary Shelley y su famoso novela Frankenstein. Una escritora a la que tiene como héroe y a la que intenta emular. Un homenaje literario, nada disimulado, que también podemos intuir en el concepto, utilizado en la trama, del científico loco que intenta controlar su propio monstruo.

3. Edgar Allan Poe.

Si hay otra gran influencia que la serie hereda ya de sus originales en viñetas es el maestro del terror estadounidense Edgar Allan Poe. Autor al que dedicamos uno de nuestro video artículos de misterios literarios.

En la entrada secreta a la biblioteca oculta de la sociedad Nightshades, encontramos una réplica de propio Poe con un cuervo. Animal representativo de la obra más recordada de Poe “El cuervo”, totem de la propia Wednesday, y presente durante toda la serie.

Pero, si hay que destacar una escena en la que está presente Poe, esa es la competición de las cuatro canoas. En ella se representan las distintas facciones presentes en la escuela con los nombres de notables historias escritas por el famoso autor estadounidense.

  1. En la canoa perteneciente a las gorgonas de la escuela imitan la vestimenta de bufón de Fortunato, personaje clave de la historia de Poe ‘El barril de amontillado’.
  2. La canoa, que los hombres lobo o licántropos de la escuela conducen, es ‘El gato negro’, título de una de las obras más icónicas de Poe. Su capitana Enid Sinclair (Emma Myers) representa al gato protagonista de la historia.
  3. Las sirenas, por su parte, usan una canoa que homenajea a ‘El escarabajo de oro’; otra obra reconocida del autor, aunque en este caso más cercana a la aventura y alejada del terror.
  4. Finalmente, los vampiros llevan una canoa que hace referencia a la famosísima obra de Poe ‘El pozo y el péndulo’. Incluso se ven algunas hachas de dos cabezas protagonistas del relato.

4. Harry Potter

Otra de las grandes influencias de la serie es sin duda la saga de novelas de Harry Potter de J.K.Rowling. La propia academia Nevermore recuerda enormemente al colegio Hogwarts tanto en su propio concepto como en su diseño. Incluyendo a su icónico director Albus Dumbledore que encuentra su réplica en Nevermore en la directora Larissa Weems, tan perfectamente interpretado por la genial Gwendoline Christie.

Incluso en la competición de canoas, que os comentaba al hablar de Poe, se reconoce claramente el Torneo de los Tres Magos que se relata en Harry Potter y el cáliz de fuego, película de Mike Newell.

Como anécdota, comentaros que la Academia Nevermore, que podemos ver en la serie que situada en el pueblo de Jericho en Vermont, existe realmente. Los escenarios, aunque alterados por la magia de los efectos especiales, son reales sólo que se encuentran en Bucarest (Rumanía), donde se realizó el rodaje.  Muchos de los interiores pertenecen al Castillo de Cantacuzino, enclavado en los Cárpatos, entre Bucarest y la histórica ciudad de Brasov.

5. Cabal de Clive Barker

También encontramos un claro paralelismo entre la ciudad Midian, santuario donde las criaturas de la noche pueden vivir en paz, descrito en la novela “Cabal” de Clive Baker y el colegio Nevermore, refugio también de monstruos en Wednesdey.

Sin embargo, en este caso podría aplicarse muy bien el dicho del huevo y la gallina porque también el escritor Clive Barker está claramente influido por el macabro mundo salido de la imaginación de Charles Addams. Así que ¿qué fue antes?

Y con esto terminamos nuestro repaso literario a esta muy recomendable serie de Netflix y sus influencias literarias. Espero que os haya gustado y espero vuestros comentarios. Ya me diréis qué otras referencias literarias encontráis en la trama, que seguro que hay muchas más.

Os dejo, como siempre, con el video artículo de esta semana. Si os ha gustado el artículo de hoy, dadle al like, que es super importante y no cuesta nada, suscribíos (aquí y al canal de Youtube) y dad a la campanita para que os avisen cuando suba un nuevo vídeo.

Hasta el próximo video artículo.

Wednesday, todas las referencias literarias escondidas

Hasta el próximo video artículo,

Curiosidades asombrosas de Tolkien (hablamos también de Los Anillos de Poder)

Curiosidades asombrosas de J. R. R. Tolkien
Curiosidades asombrosas de Tolkien

Bienvenidos adictos a la literatura, hoy descubrimos 14 curiosidades asombrosas de Tolkien. Ya queda muy poco para el final de la primera temporada de la esperada serie “El Señor de los Anillos: los Anillos de Poder”. Por eso, es el momento perfecto para volver atrás la vista sobre el inolvidable escritor británico J. R. R. Tolkien. Y lo vamos a hacer con un nuevo video dedicado a curiosidades literarias.

Seguro que muchas os van a sorprender y os darán una visión completamente distinta sobre sus obras. Además, al final del artículo os dejaré mi opinión personal y sincera sobre la serie “Los anillos del Poder”, que tanta controversia ha causado entre los aficionados a los mundos de Tolkien.

Y para comenzar, como siempre, lo primero es dar un somero repaso a la biografía de J. R. R. Tolkien para conocerlo un poco mejor.

J. R. R: Tolkien

Aunque se considera a Tolkien un autor británico, lo cierto es que nació el 3 de enero de 1892 en la ciudad de Bloemfontein, en el Estado Libre de Orange (actual Sudáfrica). Su nombre real es John Ronald Reuel Tolkien y sus padres fueron Arthur Reuel Tolkien y Mabel Suffield.

Su padre falleció el 15 de febrero de 1896 a causa de una fiebre reumática, por lo que su familia se trasladó a Birmingham, mudándose a la localidad de Sarehole. Tolkien contaba solo con 4 años de edad, pero ya sabía leer aprendiendo a escribir muy poco después. A tan temprana edad incluso aprendió las bases del latín gracias a las lecciones que recibía de su propia madre.

Lamentablemente, con tan sólo 12 años, Tolkien perdió a su madre en 1904 debido a complicaciones de la diabetes que padecía. El y su hermano pequeño, Hilary, quedaron entonces al cuidado del padre Francis Xavier Morgan, sacerdote católico (de origen jerezano) del Oratorio de Birmingham.

En 1908 Tolkien conoció a Edith Mary, la mujer que se convertiría en el amor de su visa. Sin embargo, el padre Morgan, a cargo de su educación le prohibió mantener contacto alguno con ella hasta que tuviera 21 años, la mayoría de edad.

Tolkien cursó estudios en la King Edward’s School donde formó junto a sus amigos la Tea Club and Barrovian Society (T.C.B.S.), una hermandad que solía reunirse en los grandes almacenes Barrow para tomar el té (de ahí su nombre), charlar, divertirse, recitar a los clásicos o sus propias composiciones.

Con 19 años, viajó a Suiza con otros doce compañeros. Esta experiencia en los Alpes sería, como el mismo reconoció después, la inspiración en la que se basó a la hora de relatar la travesía de Bilbo a través de las Montañas Nubladas en «El Hobbit».

Nada más cumplir los 21 años, Tolkien declaró su amor a Edith y ambos se comprometieron en enero de 1913, y se casaron en Warwick el 22 de marzo de 1916.

En 1914, la vida de Tolkien se vio sacudida brutalmente por el estallido de la Primera Guerra Mundial. En 1915, se graduó en Oxford con una mención de honor en Literatura y Lengua Inglesas. Inmediatamente después se alistó en el ejército como oficial de comunicaciones en el 11º Batallón de los Fusileros de Lancashire.

Con su batallón participó en la Batalla del Somme (1 de julio – 18 de noviembre de 1916), en la que vio morir a muchos de sus amigos. Esta confrontación con más de 95.000 muertos y unos 323.000 heridos, se considera la batalla más sangrienta del Ejército Británico.

El 27 de octubre, Tolkien enfermo, víctima de la llamada fiebre de las trincheras, y el 8 de noviembre fue trasladado a Inglaterra. Sería durante su convalecencia que comenzaría a escribir el conjunto de historias y leyendas de los Días Antiguos de la Tierra Media, al que llamó «El libro de los cuentos perdidos«.

Gracias a sus amplios conocimientos en filología y a haber participado en la redacción del Oxford English Dictionary, Tolkien comenzó a trabajar como profesor no titular de Lengua Inglesa en la Universidad de Leeds. Tras alcanzar el rango de profesor pasó por distinto cargos, casi siempre vinculados a la universidad de Oxford.

En 1926 conoció a C. S. Lewis, profesor de la Universidad como él y creador de “Las crónicas de Narnia”. Ambos formaron los Inklings, un club literario del que también formaron parte otros académicos y escritores de Oxford como Charles Williams y Owen Barfield. Solían reunirse en pubs como The Eagle & Child, y durante sus encuentros leían sus escritos y se criticaban entre ellos.

Tolking y Edith tuvieron cuatro hijos, el sacerdote John Francis Reuel, Michael Hilary Reuel, Christopher Tolkien y Priscila Anne Reuel. Fue precisamente para sus hijos por lo que Tolkien escribió un cuento infantil titulado «El Hobbit», que fue publicado en 1937 gracias a la insistencia de C. S. Lewis. Casi de inmediato, su editor le pidió que escribiera una secuela, pues el público demandaba más historias sobre los hobbits. Y fue así como Tolkien comenzó a escribir la que sería su obra maestra y cumbre de la literatura fantástica del siglo XX: «El Señor de los Anillos», cosechando el éxito que todos conocemos.

Tolkien se jubiló en 1959 y en 1968, él y Edith se mudaron a la localidad de Bournemouth. Edith murió el 29 de noviembre de 1971. Tolkien se sumió en una fuerte depresión de la que nunca se recuperó, muriendo el 2 de septiembre de 1973. Un año y medio antes de morir fue nombrado Comendador de la Orden del Imperio Británico por la reina Isabel II el 28 de marzo de 1972, año en el que también la Universidad de Oxford le nombró Doctor Honoris Causa en Letras.

Y ahora llega el momento de adentrarnos en las Curiosidades asombrosas de Tolkien, que rodearon la vida y obra de este fantástico autor.

1. Tolkien fue secuestrado.

Cuando sólo era un bebé y mientras aún vivía en Sudáfrica, un joven criado africano lo tuvo secuestrado un día entero. Al parecer estaba tan fascinando con el niño de piel blanca que se lo llevó a su casa para mostrárselo a su familia. Afortunadamente al día siguiente regresó al bebé.

2. Tolkien el temerario.

Especialista en filología Tolkien aseguró que su apellido “Tolkien” significaba realmente en temerario. Algo que, si se me permite la broma, parece desmentir su aversión a los coches. Les tenía tanto miedo que pasó la mayor parte de su vida adulta utilizando bicicletas y trenes.

3. Odiaba a Shakespeare.

Aunque parezca increíble para uno de los mejores especialistas y profesores en literatura inglesa de todos los tiempos, a Tolkien no le gustaba Shakespeare. El decía que “no le gustaba cordialmente” porque le había cogido manía por el tiempo que tuvo que pasar estudiándolo en la escuela.

4. Hablaba y entendía al menos 20 idiomas.

Fue un prodigio de la lengua desde su infancia, antes de entrar en el colegio ya sabía latín, alemán y francés. Llegó a aprender más de 20 idiomas, especialmente lenguas muertas como Galés Medieval, Antiguo Inglés y Lombárdico. Y además inventó muchos otros como el Quenya, fundamental en sus obras sobre la Tierra Media, de los que incluso existen gramáticas completas.

5. Bromista y amante de la diversión

A Tolkien siempre le gustaron las bromas y la diversión. Se cuenta que, junto a Edith, solía disfrutar arrojando cubos de azúcar a los sombreros de peatones inocentes desde un balcón. E incluso que, durante su primer semestre en Oxford, robó un autobús público para pasear con sus amigos.

6. Un profesor peculiar.

Al parecer ni siquiera cuando Tolkien empezó a dar clases abandonó su espíritu bromista. Solía llegar a sus clases en la Universidad de Oxford usando una armadura medieval. Cuando les enseñaba «Beowulf» a sus estudiantes, interrumpía en el salón vistiendo una cota de malla y gritando los primeros versos del poema (por supuesto, en Inglés Antiguo).

7. Tolkien el dibujante.

El dibujo, la ilustración y la pintura fueron también algunos de los talentos menos conocidos de Tolkien. De hecho, dibujó las ilustraciones de las primeras ediciones de sus obras, incluidas algunas de las primeras portadas. Las ilustraciones que realizó para «El Señor de los Anillos» son sutiles obras en acuarela y lápiz, de indudable calidad, que trasmiten la mágica sensación de los mundos encantados y misteriosos que narra en sus libros.

8. El Hobbit

Tolkien escribió la primera línea de «El Hobbit» mientras calificaba unos trabajos de la universidad. Encontró una hoja en blanco en uno de ellos y escribió “En un agujero en el suelo vivía un hobbit”.

Era una historia inicialmente creada para sus hijos en un lenguaje que todo el mundo pudiera leer. Tolkien no pretendía publicarla, pero la insistencia de C S. Lewis le hizo llevarlo a su editor. Sin embargo, El Hobbit aún se enfrentó a un nuevo problema; Stanley Unwin, el editor, decidió que su hijo pequeño lo leyera. Sólo tras el visto bueno de éste fue publicado finalmente en 1937.

Como curiosidad adicional, la palabra «hobbit» no es invención de Tolkien, sino que se recoge en un diccionario británico del siglo XIX para designar a una «persona pequeña».

9. Tolkien era un hobbit.

Tolkien se consideraba un hobbit. «Soy un hobbit en todo menos en el tamaño», refiriéndose a que le gustaba la tranquilidad, los jardines, los árboles, la naturaleza, disfrutar de la suave brisa de la mañana… y, por encima de todo eso, la cerveza.

10. El Señor de los Anillos no es una trilogía.

En realidad, se trata de un solo libro. El problema era que, debido a su extensión, el editor de Tolkien insistió en imprimirlo como una trilogía, tanto por la escasez de papel después de la Segunda Guerra Mundial, como por el riesgo económico que significaba publicar una novela tan larga de fantasía.

Al final fue dividido en tres partes: La Comunidad del Anillo, Las dos torres y El retorno del Rey. Títulos dados por el editor y que no gustaron en absoluto a Tolkien que sólo salvaba el de “La Comunidad del Anillo” y odiaba especialmente “El retorno del Rey” ya que le parecía que revelaba demasiado de su contenido.

11. Arda es la Tierra

Una vez más, y como todo buen escritor, Tolkien se apegó al mundo real para re imaginarlo en sus obras. De esta manera, el mundo de Arda (mundo ficticio donde se desarrolla toda la obra de Tolkien) está basado en la Tierra. La Tierra Media sería Europa y la Comarca estaría situada en Oxford, Reino Unido.

Baste como ejemplo de estas inspiraciones recurrentes en la obra el hecho de que el agujero en el que vive Bilbo Baggins, Bag End (Bolsón Cerrado), lleva el nombre de la granja de la tía de Tolkien. O también como la famosa frase de Gandalf “No pasarás” es una alusión a una famosa consigna propagandística que precedió a la Primera Guerra Mundial.

12. Sam era el verdadero protagonista.

Tolkien siempre consideró al personaje de Sam Gamgee como el verdadero héroe de “El señor de los anillos”. Esto que puede sorprender a algunos se entiende mejor si se tiene en cuenta que Sam es capaz de resistir la tentación del anillo e incluso de sobrevivir a una torre llena de orcos. Por no hablar de como al final carga a Frodo en su espalda atravesando un volcán, mientras ambos sufren de hambre y deshidratación.

Es un personaje que demuestra como la verdadera heroicidad a veces no es tan reconocida. Representa a todas esas personas sin cuyos actos de heroicidad los héroes oficiales no hubiesen logrado nunca sus supuestas gestas.

13. Tolkien acertó el año de su muerte.

Como una de esas increíbles coincidencias que suelen rodear el mundo de la literatura, hay quienes consideran que Tolkien predijo de una manera un tanto peculiar la fecha de su muerte. En «El Señor de los Anillos», los elfos recibieron tres anillos, los enanos siete, los hombres nueve y el Señor Oscuro uno. El número resultante es 3791, que, leído del revés, es 1973: la fecha de su muerte.

14. Una historia de amor de novela.

La historia de amor que unió a Tolkien con su mujer Edith, de la que estuvo enamorado desde los 16 años hasta el día de su muerte, tuvo su reflejo en sus obras.

Su mujer sirvió de inspiración para el personaje de Lúthien, una elfa —«la más bella entre los hijos de Ilúvatar»— que renunció a la inmortalidad para salvar a su amado, Beren.

De hecho, Tolkien pidió ser enterrado junto a su esposa al morir y en la lápida, bajo el nombre de cada uno, está escrito «Beren» y «Lúthien».

Los Anillos de Poder

Como veréis, Tolkien fue todo un personaje que ya arrastró mucha controversia en vida. Controversia cuyo último episodio lo estamos viviendo con la recién estrenada serie “Los Anillos de Poder”. Y como os he prometido os voy a dejar mi opinión sincera al respecto.

En primer lugar, deciros que, a mí la serie, en una valoración general, me está gustando. Como elementos a destacar os diría que a nivel visual es simplemente espectacular. Los paisajes abiertos y la recreación de los distintos entornos son completamente apabullantes. Los efectos especiales están en general muy bien resueltos y las batallas y enfrentamientos me parecen correctamente coreografiados.

Ahora bien, dicho esto, la gran pregunta es ¿es una adaptación fiel del mundo de “El Señor de los Anillos”? ¿Es fiel al canon de Tolkien?  Es más ¿está la serie a la altura de la trilogía cinematográfica original?

Sin que me considere, ni mucho menos un experto en Tolkien o su obra, lo cierto es que siendo rigurosos la serie no sigue el canon de Tolkien. Es cierto que ha reinterpretado situaciones y personajes, inventando incluso alguno nuevos. Sin embargo, para mí esto no es ningún defecto.

Como escritor no entiendo eso de los cánones tan de moda actualmente. Cuando escribo una novela juego con un mundo que ha salido de mi imaginación, si alguien en el futuro quiere continuar alguna de mis obras, me parecería injusto encorsetarles a mis ideas y no dejarle jugar con nuevos conceptos o interpretaciones.

El mundo es progreso y cambio no estancamiento y respeto a cánones rígidos e inamovibles. ¿Alguien se imagina que tuviésemos que representar obligatoriamente todas las obras de Shakespeare tal cual las representaba él en los teatros londinenses del siglo XVI? ¿Dónde estarían las adaptaciones modernas? ¿Sabíais que en 1911 Gordon Craig intentó incluso una adaptación cubista de Hamlet?

No obstante, es cierto que existe un espíritu, una intención, un alma etérea que vertebra cualquier obra literaria o artística que sí que es importante respetar cuando se hace una adaptación de cualquier tipo. Pero esto no significa encorsetar absurdamente la fantasía a un aspecto físico, una raza o un sexo determinado. Eso es simplemente racismo o sexismo excusado bajo la facilona fórmula del canon.

Sin embargo, también es cierto que no es fácil saber cuál es esa intencionalidad tras una obra. En el caso de Tolkien algunos vieron claramente que Sauron era simplemente Stalin y que el Señor de los anillos era una obra anticomunista. Probablemente algunos incluso lo seguirán pensando aún a pesar de que el propio Tolkien lo desmintió con el rotundo argumento de que la obras estaba concebida mucho antes de la revolución rusa.

Incluso los nazis creyeron ver en la obra una afirmación de la supremacía racial germánica.  Los editores alemanes llegaron a escribir a Tolkien para preguntarle si era de ascendencia aria. Tolkien, que siempre defendió que el partido nazi y su antisemitismo era algo pernicioso y acientífico, respondió con una carta que merece la pena reproducir:

[…] si debo entender que quieren averiguar si soy de origen judío, solo puedo responder que lamento poder afirmar que no tengo antepasados que pertenezcan a ese dotado pueblo. […] me he acostumbrado a considerar mi apellido alemán con orgullo, y seguí considerándolo así durante todo el período de la lamentable pasada guerra, durante la cual serví en el ejército inglés. Sin embargo, no puedo dejar de comentar que, si averiguaciones impertinentes e irrelevantes de esta especie han de convertirse en la regla en cuestiones relacionadas con la literatura, no está entonces distante el momento en que tener un apellido alemán deje de ser fuente de orgullo.

Por todo esto ¿Quién es capaz de decir a ciencia cierta cuál era la intencionalidad final de las obras de Tolkien o de cualquier otro escritor?

En definitiva, una adaptación como “Los Anillos de Poder”, que además no se basa en ningún libro concreto de Tolkien, no puede ser juzgada como si de otra obra de Tolkien se tratara. Es una obra nueva para una época distinta que merece la oportunidad de realizar una nueva interpretación de las obras de este autor y que debe ser juzgada por sí misma, por sus cosas buenas y sus cosas malas (y no cabe duda de que hay de ambas).

Y con esto llegamos al final del video artículo de esta semana. Por supuesto espero vuestras opiniones en comentarios. Que, naturalmente no tienen por qué coincidir con la mías, así que contadme vuestra opinión sobre Tolkien y también sobre esta nueva serie.

Os recuerdo que sigo subiendo recopilaciones musicales para ayudaros e inspiraros a escribir y leer y que esta semana os dejo la mejor música de terror (pulsad en el enlace si os atrevéis ahora que se acerca Halloween).

Os dejo, como siempre, con el video artículo de esta semana. No olvidéis dar al like si os ha gustado, suscribíos (aquí y al canal de Youtube) y dad a la campanita para que os avisen cuando suba un nuevo vídeo.

Hasta el próximo video artículo.

Curiosidades asombrosas de J. R. R. Tolkien. Y además mi opinión de Los Anillos de Poder
Curiosidades asombrosas de J. R. R. Tolkien
Juego de Tronos

La historia real tras Juego de Tronos y La Casa del Dragón

La historia real tras Juego de Tronos y La Casa del Dragón
La historia real tras Juego de Tronos y La Casa del Dragón

Bienvenidos adictos a la literatura. Hoy abordamos la historia real tras Juego de Tronos y La Casa del Dragón. Nos meternos de lleno con Juego de Tronos, obra que he nombrado en varias ocasiones para bien y también para mal. Una serie literaria que, tras llevarse a la pequeña, pantalla, se ha convertido en la serie de televisión más aclamada de todos los tiempos (por lo menos hasta ahora). Serie que, por cierto, os recomendaba en mis Recomendaciones para el verano 2022.

Pues bien, cuando se acaba de estrenar La Casa del Dragón, una precuela basada en el libro Fuego y Sangre de George R.R. Martin, es el mejor momento de volver la vista atrás. Y lo hacemos para preguntarnos ¿Cómo ideó George R. R. Martin esta saga literaria?

En muchas ocasiones he animado, a todos los que queréis escribir vuestras propias historias, a anclar estas en la realidad, y a documentarse profusamente. Y eso es exactamente lo que hizo Martin con esta serie de novelas. Así que acompañadme en este viaje en el que descubriremos la historia real tras Juego de Tronos.

Y, como postre, os dejo para el final la historia real escondida tras La Casa del Dragón.

No lo demoremos más, empuñemos nuestra espada de fuego valirio y montémonos en nuestro dragón. Empecemos.

1. El mundo de Juego de Tronos

Si recordáis la famosa intro de Juego de Tronos, seguro que recordaréis la peculiar geografía del mundo ideado por Martin. Pues bien, lejos de estar inventada, está totalmente inspirada en el mundo real. Concretamente en antiguos mapas de época medieval.

Existen tres continentes en la ficción: Sothoryos, Essos y Poniente. Seguramente, muchos os habréis dado cuenta que Poniente no es otra cosa que Gran Bretaña. Por otro lado, el mundo de Sothoryos es el continente de África, y Essos es Asia. Además, el famoso “Mar Angosto”, que separa los continentes de Poniente y Essos es lógicamente el Canal de la Mancha.

En la serie se muestra la existencia de siete reinos cada uno gobernado por un señor diferente: el Reino del Norte, el Reino de la Montaña y el Valle, el Reino de las Islas y los Ríos, el Reino de la Roca, el Reino del Dominio, el Reino de las Tormentas y el Principado de Dorne. Pues bien, entre el 500 d.C., y el 850 d.C., coexistieron siete reinos en Inglaterra, cada uno con su propio monarca. Sus verdaderos nombres eran: Northumbria, Mercia, Anglia Oriental, Kent, Essex, Sussex, y Wessex.

En los libros se habla también del antiguo Imperio de Ghiscari. Imperio que habría sido derrotado por el gran Imperio del Feudo Franco de Valyria, situado en el continente oriental de Essos. Valyria conquistó gran parte del mundo conocido manteniendo su imperio durante más de mil años. Su capital se convirtió en la ciudad más famosa del mundo. El poderío de Valyria se mantuvo hasta que un desastre natural denominado “la maldición de Valyria” acabo con él.

En este caso Ghiscari esta basado en los imperios orientales de Egipto, Cartago y Persia. En cuanto al Imperio de Valyria no sería otra cosa que el Imperio romano, del que Martin copia incluso su estructura política.

2. El muro

Mención aparte merece “El Muro”, una inmensa fortificación situada en la frontera norte de los Siete Reinos. Con una extensión de casi 500 kilómetros, se utiliza como defensa contra una raza de muertos vivientes conocida como los Caminantes Blancos.

Pues, aunque parezca increíble, incluso este elemento tan, a priori, fantástico, tiene una base totalmente histórica.

En el año 122 D.C., durante el reinado del emperador Adriano, se erigió un enorme muro en Britania, como fortificación defensiva ante los pueblos del norte (la actual Escocia). Se extendía desde las orillas del río Tyne, cerca del mar del Norte, hasta el fiordo de Solway, en el mar de Irlanda.

Contaba con una base y un muro de piedra, complementados con castillos miliares, con dos torretas entre cada uno, y un fuerte cada cinco millas romanas aproximadamente. De norte a sur, el muro comprendía un foso, una muralla, una vía militar y un vallum, otro foso con montículos adyacentes. Se cree que los castillos contaban con guarniciones estáticas, mientras que los fuertes alojaban tropas de infantería y caballería.

En total, casi 118 km de una impresionante muralla, que llevaba el nombre de Muro de Adriano y que no tiene nada que envidiar al “Muro” de Juego de Tronos.

3. Mitología y religión

En Juego de Tronos es fundamental el componente mágico y mitológico. Una serie de creencias, religiones y mitos tan rica que hace que su mundo nos parezca absolutamente real. George R.R. Martin ideó toda esta mitología echando mano de tradiciones y creencias de todo tipo.

En Poniente, los Stark veneran a los “Viejos Dioses del Bosque. En sus creencias a los árboles Arcianos, tallados con caras de los antiguos dioses, se les considera sagrados. También existen figuras como los verdevidentes, que pueden ver a través de sus ojos, o los cambiapieles, que poseen la habilidad de entrar en las mentes de los animales.

En la realidad, las antiguas religiones Celtas de Europa creían que sus dioses habitaban los bosques, lagos y montañas, y que ciertos animales podían transmitir mensajes procedentes de los dioses.  Para los celtas, los árboles, que sumergen sus raíces en la tierra y son capaces de tocar el cielo con sus ramas, eran sagrados. Los árboles eran un símbolo de ciencia, misterio y vida y los bosques se convirtieron en los templos sagrados donde los druidas realizaban sus rituales de reflexión y aprendizaje.

Pero hay otro gran culto presente en Juego de Tronos: La Fe de R´hllor. Una creencia en la llegada de una especia de mesías guerrero R´hllor, abanderada por la sacerdotisa roja Melisandre. Esta sacerdotisa es adoradora del “Dios de la luz” y utiliza el fuego como elemento fundamental en su culto.

En este caso, el paralelismo histórico lo encontramos con la antigua religión persa del Zoroastrismo. Se trataba de una religión dual, en la que, al igual que creen los seguidores de R’hllor, el bien y el mal batallan incansablemente. Además, sus practicantes rezaban en presencia del fuego o en templos dedicados al fuego, ya que éste era considerado un medio de canalizar la visión espiritual y alcanzar el despertar interior.

4. Se acerca el invierno

Si hay un eslogan o frase mítica en Juego de Tronos, esta es “Se acerca el Invierno”. En las novelas parece que el clima de Poniente está amenazado por la llegada inminente de un largo invierno. Un largo invierno que llegará tras un largo verano y traerá consigo, según los peores augurios, la llegada de los terribles Caminantes Blancos.

Curiosamente, incluso este cambio climático tan brusco, tiene su equivalente en la historia real. Del siglo X al siglo XIV en toda Europa se disfrutó de una era extraordinariamente calurosa (el largo verano) que tuvo un brusco final con la llegada de un período de temperaturas tan gélidas que se ha denominado La Pequeña Glaciación o Pequeña Edad de Hielo. Este periodo de frio y terribles hambrunas se extendió de finales del siglo XIV hasta mediados del siglo XIX.

5. Personajes históricos

Por supuesto, no podemos dejar de comentar cómo, muchos de los personajes y situaciones narradas en las novelas de Juego de Tronos, fueron tomados por George R.R. Martin de grandes episodios históricos, que no tienen nada que envidiar a lo narrado en la ficción.

Aegon I Targaryen

En la historia de Poniente destaca el personaje de Aegon I Targaryen, un extranjero que llegó y conquistó todo a su paso, estableciendo la dinastía Targaryen, que dominó Poniente durante casi 300 años. Este personaje nos remite a Guillermo el Conquistador, que cruzó el Canal de la Mancha desde Normandía en el año 1066 y fundó una dinastía francesa en Inglaterra. Una dinastía que se mantuvo hasta ser expulsada de Francia después de la Guerra de los Cien años en 1453. Curiosamente “Aegon el Targaryen” es llamado “Aegon el Conquistador”.

La boda roja

La Boda Roja es un suceso en el que los Stark son traicionados y asesinados brutalmente por los Frey durante la boda que se iba a celebrar entre Edmure Tully y su hija Roslin Frey, fortaleciendo la unión entre sus dos respectivas casas. En una broma macabra, los Frey cortaron las cabezas de Robb y de Viento Gris, su lobo, cosiendo luego la cabeza del animal en el cuerpo del muchacho.

Esta traición tiene su equivalente histórico en la denominadaLa Cena negra que tuvo lugar en Escocia en 1440. El propio Martin ha contado la historia real en algunas ocasiones:

«El rey de Escocia estaba combatiendo al clan de Black Douglas, y se dirigió a él para hacer las paces. Ofreció al joven Conde de Douglas paso franco hasta Edimburgo para que le visitara. El Conde llegó al Castillo de Edimburgo y en él se celebró un gran banquete. A continuación, acabado el festín, [los hombres del rey] empezaron a batir un solitario tambor. Hicieron traer un plato cubierto y lo pusieron frente al Conde. Al descubrirlo, se reveló que contenía la cabeza de un jabalí negro —símbolo de la muerte. Tan pronto como el Conde lo vio, supo lo que significaba. Los hombres del rey le arrastraron hasta el patio y le ejecutaron».

La Casa Lannister y la Casa Stark

Si hay un enfrentamiento que marca la historia de Juego de Tronos es el protagonizado por estas dos familias. Ambas aspirantes al trono, una del norte y otra del sur de poniente. Este enfrentamiento de produjo en la vida real en llamada “La Guerra de las Dos Rosas”.

Entre 1445 y 1485 dos familias de la nobleza se enfrentaron por el poder durante varias generaciones. Las dos familias involucradas eran la casa Lancaster y la casa York y se enfrentaron en una batalla por el trono entre los descendientes de Eduardo III y los de Enrique IV.

No hace falta aclarar que los Lancaster (provenientes del sur) se corresponderían con los Lannister, mientras que los Stark (una familia del norte) estarían inspirados en la Casa de York. Además, se da la circunstancia de que el símbolo real de la familia Lancaster era el león, al igual que en la ficción lo es de la familia Lannister.

Siguiendo con el paralelismo de la serie con la realidad, los Lancaster ocuparon el trono cuando Ricardo II fue depuesto por su primo Enrique IV en 1399. El dominio de los Lancaster estuvo asegurado hasta 1422, año en el que el rey Enrique V murió en una campaña militar y dejó a su hijo Enrique VI como rey.

Enrique VI sería el equivalente real de Robert Baratheon en Juego de Tronos. Como él se le considera un rey enfermizo de voluntad débil. Casado con la francesa Margarita de Anjou, ésta ejerció como la auténtica gobernante. Feroz y de voluntad férrea Margarita sería la inspiración para el personaje de Cersei Lannister, reina por su matrimonio con Robert Baratheon. De hecho, al igual que Cersei en la ficción, Margarita de Anjou sería la verdadera impulsora de la guerra contra los York, “la Guerra de las dos Rosas”.

Otro personaje con un equivalente real es Joffrey, el hijo de Cersey Lannister y Robert Baratheon, que llega al trono tras la muerte de éste. En la realidad, Eduardo de Lancaster, hijo de Enrique VI y Margarita de Anjou, fue conocido por su increíble crueldad y juventud. Siendo a penas un niño se caracterizaba por cortarles la cabeza a sus enemigos como si de un juego se tratase. Además, como Joffrey en la ficción, se rumoreaba que era un hijo bastardo de la reina y, como él, murió joven con tan sólo 17 años, durante la batalla de Tewkwsbury.

Pero las coincidencias de realidad y ficción no terminan aquí, el personaje de Ned Stark estaría basado en Ricardo de York, que, como él empezó de consejero del rey Enrique VI y Margarita de Anjou y terminó por sublevarse. Su cabeza, como la de Ned Stark, acabó en una pica tras perder en su enfrentamiento a la reina. Su hijo menor tomó el relevo de su padre y fue coronado como Eduardo IV de York, el equivalente histórico de Robb Stark en Juego de Tronos.

Aún me dejo muchos más personajes y tramas de la saga de Juego de Tronos que tienen una clara equivalencia en la historia real. Así que, si os gusta este video artículo, dadle al «like» o dejádmelo en comentarios junto con vuestros propios paralelismos históricos y podemos abordar en una segunda parte.

Pero antes de acabar, lo prometido es deuda, y llega el momento de desvelar la historia real tras La Casa del Dragón, la precuela recién estrena de Juego de Tronos. Eso sí no van a a haber spoilers. Tan solo os contaré la historia real y luego vosotros ya me diréis, cuando veáis la serie, en qué se parece y en qué no a lo que nos van a contar.

La Anarquía

La historia de La Casa del Dragon o House of the Dragon se basa en un episodio histórico conocido como la Anarquía. En esencia se trata de una guerra civil en Inglaterra y Normandía que duró desde el año 1138 al 1153 d.C.

Fue una crisis de sucesión provocada por la prematura muerte del único hijo legítimo del rey Enrique I, Guillermo Adelin en un naufragio en el Canal de la Mancha en 1120.

El resultado fue que el rey Enrique I se quedó sin heredero varón. El rey quiso entonces que su hija, la emperatriz Matilde, lo sucediera, así que la trajo a Normandía con la intención de casarla con Geoffrey de Anjou, en un esfuerzo por asegurar una paz duradera entre Inglaterra y Normandía. Sin embargo, a los nobles anglo-normandos de la corte no les gustaba la idea de que una mujer reclamara el trono. Aun así, el rey obligó a todos sus barones a jurar lealtad a Matilda.

Sin embargo, cuando el rey Enrique I murió, el 1 de diciembre de 1135, muchos de los barones ignoraron sus juramentos y se negaron a apoyar a Matilde y Geoffrey. Junto con la Iglesia inglesa, prefirieron la idea de que la primogenitura sea exclusivamente masculina, así que apoyaron al sobrino de Enrique I, Stephen de Blois, que finalmente se hizo con el trono.

Esto supuso que estallase la guerra entre los partidarios de Matilde y Stephen. En 1939, Matilde dirigió un ejército invasor al sur de Inglaterra, acompañada por su medio hermano, Robert de Gloucester, y su tío, el rey David de Escocia.

La guerra se prolongaría hasta el año 1153 en que Enrique FitzEmpress, hijo de Matilda y Geoffrey de Anjou fue proclamado rey con el nombre de Enrique II.

Y hasta aquí puedo leer, ahora os toca a vosotros investigar y encontrar los paralelismos con La Casa del Dragón. Espero vuestros comentarios.

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Hasta el próximo video artículo

La increíble historia real tras Juego de Tronos y La Casa del Dragón
La historia real tras Juego de Tronos y La Casa del Dragón

¿Quién demonios es Neil Gaiman, el creador de Sandman?

¿Quién demonios es Neil Gaiman, el creador de Sandman?
¿Quién demonios es Neil Gaiman, el creador de Sandman?

Bienvenidos adictos a la literatura. hoy nos toca descubrir ¿Quién demonios es Neil Gaiman, el creador de Sandman?

Sandman es considerado uno de los mejores comics de todos los tiempos. Y, además, acaba de estrenarse una serie en Netflix que lo adapta con gran acierto. Aunque eso sí, cosechando grandes elogios y críticas desaforadas a partes iguales.

Por eso, hoy quiero descubriros a su creador Neil Gaiman. Un escritor que, junto con Alan Moore (hace poco hablamos de él en V de Vendetta pero volveremos sobre su figura) revolucionó el comic moderno con una narrativa provocativa y llena de imaginación.

Y después, por supuesto, os recomendaré algunas de sus obras dejando para el final como no puede ser de otra manera, a la excelsa Sandman.

Así que es hora de ponernos la máscara, acariciar el rubí rojo del collar y esparcir un puñado de la arena de los sueños. Comencemos.

Neil Gaiman y Alan Moore

Neil Richard MacKinnon Gaiman es un escritor británico nacido el 10 de noviembre de 1960 en Portchester, Hampshire. Sus padres, procedentes de familias judías del este de Europa, abandonaron sus prácticas religiosas tradicionales por la Cienciología. Esto, sin embargo, no hizo que Gaiman se interesase por la religión. Probablemente, por su carácter contestarlo, contribuyó a decantarle por el agnosticismo, que hoy en día dice profesar.

De niño fue un buen estudiante que, como Jorge Luis Borges, se definía a sí mismo como un mejor lector que escritor. A los cuatro años leía sin ayuda, a los diez ya había devorado los textos de Dennis Wheatley, J. R. R. Tolkien y C. S. Lewis. Fueron ellos, junto a Roger Zelazny, Alan Moore, Lewis Carroll y Ursula K. Le Guin, los autores que lo inspiraron para sumergirse en la aventura de la escritura. Gracias a ellos se fue perfilando su estilo narrativo hasta convertirlo en una de las plumas más importantes de la actualidad.

A inicios de los ochenta, empezó a compatibilizar el periodismo con la literatura. Escribía para varios fanzines y revistas underground. Hacía reseñas sobre libros que había leído y realizaba entrevistas a autores que admiraba. Su objetivo era conocer mejor la industria y conectarse con personas que lo pudiesen ayudar en su carrera. Su primer libro fue una biografía de la banda Duran Duran, que escribió por encargo.

Pero sería la casualidad, al encontrar en una estación de tren una copia de Swamp Thing, uno de los mejores comics escritos por Alan Moore, lo que le hiciera interesarse definitivamente por el comic. De hecho, fue tal el impacto que la obra de Moore causó en Gaiman que, las últimas reservas que este tenía, sobre el mundo de los comics y su potencial para un escritor, se derrumbaron como una baraja de naipes.

Gaiman entabló entonces una fuerte amistad con Alan Moore. De hecho, incluso terminó sustituyendo a éste en la serie de Miracleman y con la novela gráfica Casos Violentos. Esto hizo que la editora de Vertigo, el famoso sello de DC dedicado al cómic de géneros alternativos, Karen Berger, se interesara por él y le ofreciese la posibilidad de escribir la novela gráfica Orquídea Negra.

La obra, que realizó junto con su amigo y por entonces novato ilustrador Dave McKean, fue publicada en 1987, como miniserie de tres números. Fue un completo éxito y supuso que muy pronto DC le ofreciese la realización de una serie regular. La elegido fue The Sandman, en la que repetiría colaboración con McKean.

A partir de aquí, la popularidad de Gaiman se dispararía llevándole a escribir muchos más cómics en diversas editoriales. Como las dos miniseries 1602 y Los eternos para Marvel o ¿Qué le sucedió al cruzado de la capa? para DC.

Con el nuevo siglo, Gaiman fue abandonando poco a poco los cómics para incursionar cada vez más en la literatura con obras como Neverwhere (1996), Stardust (1999), American Gods (2001), Los hijos de Anansi (2005) o El libro del cementerio (2008). Además, también ha escrito poemas, cuentos infantiles y textos de otro tipo como Mitos Nórdicos, una particularísima recreación del folclore escandinavo.

Neil Gaiman se ha convertido en un artista multidisciplinar. Ha escrito biografías, novelas gráficas, literatura infantil, guiones para el cine y la televisión, ha grabado audiolibros y hasta ha desarrollado radioteatros. En los últimos años, se ha introducido en el mundo de la televisión, produciendo y colaborado en los guiones de varias adaptaciones de sus obras. Es el caso de Good Omens, American Gods, Stardust y la recién estrenada serie de Sandman.

En definitiva, un autor polifacético que es la viva demostración de cómo la literatura se relaciona íntimamente con otras expresiones artísticas. Y que de esas relaciones pueden surgir auténticas e inolvidables obras de arte.

Y ahora llega el momento de hablaros de algunas de las obras que a mi particularmente me han gustado más. Empecemos con mi particular ranking de Neil Gaiman:

1. Buenos Presagios

Buenos Presagios es una comedia negra con tintes apocalípticos escrita por Gaiman en colaboración con Terry Pratchett en 1990.

La trama de la obra arranca cuando un ángel y un demonio, el ángel Azirafel y el demonio Crowley, viejos amigos después de convivir largamente en la Tierra, descubren que está a punto de iniciarse el Apocalipsis. Decididos a evitarlo, optan por tutelar al anticristo, aún niño, para influir sobre sus futuras decisiones.

La historia fue concebida en principio como una parodia de los libros de Richard Crompton titulados William the Antichrist. Sin embargo, la creatividad de estos autores terminó por crear una obra desternillante donde no se deja títere con cabeza.

2. American Gods

American Gods es una novela escrita en solitario por Gaiman y publicada en 2001. Aunque no sé si yo diría tanto, para muchos es la obra cumbre de este autor. Se trata de una vuelta de tuerca llena de imaginación a distintas mitologías y fantasías mezcladas con puro folclore estadounidense.

La novela cuenta las aventuras de Sombra (Shadow), que es liberado de prisión debido a la muerte de su mujer en un accidente de tráfico. Sin rumbo ni objetivo en la vida, acepta trabajar para el misterioso Sr. Miércoles (Wednesday), sirviendo como chófer y guardaespaldas. Pronto descubrirá que su nuevo jefe guarda muchos secretos y que acaba de meterse en una guerra entre dioses.

3. Coraline

Publicada en 2002, Coraline se presumía como una apuesta de Gaiman por el género de cuento infantil. Pero, como todo en Gaiman, nada es lo que parece en un primer vistazo y esta obra resulta ser toda una novela de terror para el público más joven. Y, si no, que se lo digan a mis sobrinos que tuvieron pesadillas durante días tras ver su adaptación al cine, en las que gentes con ojos de botones les perseguían.

La novela cuenta cómo la joven Coraline y su familia se mudan de casa. Aburrida y molesta con sus padres, que no le hacen demasiado caso, la muchacha comienza a investigar. Curiosa, descubre que su casa alberga una puerta hacia una versión mucho más divertida y animada de su propio mundo, en donde los ratones cantan y bailan, su madre es atenta y cariñosa, y su padre es un hombre divertido. Sin embargo, Coraline descubrirá que todo esto no es más que una fachada y que este mundo idílico es una trampa, un caramelo envenenado del que tendrá que huir… si no quiere sufrir un destino horrible.

Miuchas veces hemos comentado que las mejores historias surgen de nuestras propias experiencias, temores o sueños. Pues bien, Coraline es un excelente exponente de esto. Neil Gaiman, cuando era niño, vivía con sus padres en una vieja casa donde había una puerta que daba a un muro de ladrillo. El pequeño Gaiman estaba convencido, en sus mundos de fantasía, de que, tras aquella puerta, en realidad se escondía un secreto. El resultado fue que, Neil Gaiman, como autor ya consagrado, se permitió la satisfacción personal de liberar aquellas fantasías infantiles en esta fantástica y perturbadora historia infantil, “Coraline”.

4. Stardust

Aunque su adaptación al cine pasó sin pena ni gloria, lo cierto es “Stardust” es una obra donde Neil Gaiman se introdujo en la novela romántica con bastante acierto. Eso sí, envolviendo todo de su tono fantástico habitual y dotándolo de un tono épico nada desdeñable.

Fue su segunda novela y se publicó en 1999. La fábula trata las aventuras de un joven de la villa de Wall («muro» en inglés), que limita con la tierra mágica de Faerie. Este joven es Tristan Thorn, que decide salir en busca de una estrella que cayó a tierra para así probar su amor a Victoria Forester. Lo increíble ocurre cuando descubre, en el cráter que dejó la estrella en el suelo, a una joven, Yvaine, quien resulta ser la estrella misma bajo forma antropomórfica.

Por cierto, aunque la película Stardust de 2007 (no confundir con el biopic de David Bowie del mismo título de 2020), no fue una producción demasiado acertada, cuenta con un importante punto a su favor. Y es que está protagonizada, ni más ni menos, que por un jovencísimo Charlie Cox. Aquí podéis verle antes de convertirse en Daredevil, personaje que esta misma semana vuelve a la pequeña pantalla en la próxima serie de She HulK.

5. The Sandman

Y ¿Cómo no?, teníamos que terminar con The Sandman, el comic que catapultó a Neil Gaiman a la fama.

En un principio Sandman era un antiguo personaje que Gaiman había querido recuperar para Orquídea Negra, la miniserie que le había encargado DC, a lo que la editorial se negó. Sin embargo, tras el éxito cosechado por crítica y lectores en Orquídea Negra, DC fue consciente de que habían fichado a un escritor muy especial, por lo que se le ofreció la posibilidad, ahora sí, de realizar una serie con Sandman, dotándole de su peculiar visión.

En total fueron 10 arcos narrativos (compuestos por 75 números) que arrancaba relatando cómo Sandman, uno de los Eternos, era apresado por un mago, poniendo en riesgo el mundo de los sueños. Tras ser liberado, Sandman inicia la búsqueda de tres objetos que le han sido robados y que le permitirán recuperar su poder (un saquito de arena, un yelmo y un talismán), para poder así reconstruir su destruido reino.

La serie se convirtió pronto en el buque insignia del sello Vertigo de DC, en el que fue publicada. Su mezcla de mitología clásica y contemporánea, unida al trabajo artístico de los ilustradores (Colleen Doran, Mike Dringenberg, Marc Hempel, Kelley Jones, Jill Thompson y Michael Zulli) y muy especialmente de las portadas de Dave McKean, lo convirtieron rápidamente en uno de los comics más aclamados de la historia.

Sin embargo, lo cierto es que la obra no estuvo exenta de crítica por la inclusión de personajes con una profunda ambigüedad sexual y una estética vanguardista para la época. Crítica que se ha extendido a la actual adaptación en Netflix, donde se ha reprochado el cambio de sexo de alguno de los personajes e incluso la aparición de un personaje travestido. Una crítica llena de prejuicios y además completamente absurda. Lo cierto es que toda la adaptación ha sido supervisada por el propio Gaiman, que, además ha explicado ya en múltiples ocasiones la vocación claramente inclusiva de Sandman desde sus orígenes en viñetas.

El propio Gaiman respondía así a estas críticas:

“¿Así que quieres Sandman sin la gente LGTBI+ que estaba en ella, sin los personajes femeninos que son protagonistas y sin la gente de color? ¿Estás seguro de que seguirá siendo Sandman una vez que tengas eso?”

Neil Gaiman es un escritor que demuestra con la versatilidad de su pluma que en todos los medios puede realizarse literatura de calidad. Además, con su imaginación desbordada y su capacidad casi infinita de encontrar nuevas y originales maneras de relatar mitos e historias, deja patente que, como él mismo dice, no hay tema malo sino mal contado. Y es que Neil Gaiman es ante todo un contador de historias. Historias que el mismo definía así en la introducción de su obra “Humo y espejos”:

“Las historias son, de algún modo, espejos. Las utilizamos para explicarnos cómo funciona el mundo, o cómo no funciona. Las historias, como los espejos, nos preparan para el día de mañana. Nos distraen de lo que acecha en la oscuridad. La fantasía -y toda la ficción es fantasía algún tipo- es un espejo. Un espejo distorsionador, sin duda, y engañoso, colocado en un ángulo de cuarenta y cinco grados con respecto a la realidad, pero al fin y al cabo un espejo, que podemos utilizar para contarnos cosas que de otra manera quizás nos veríamos”.

Y hasta aquí el repaso a este genial escritor, del que nos despedimos con la original respuesta que dio cuando una periodista le preguntó cuál era el secreto para poder crear historias tan originales:

“Aburrirse. Las ideas surgen de soñar despierto, vienen de andar a la deriva. Si quieres tener una buena idea para un libro tienes que aburrirte tanto que tu mente no tenga nada mejor que hacer que contarse una historia”.

Así que, ya sabéis, aburríos mucho. Ose dejo con el vídeo de Youtube y no olvidéis dará un enorme like, si os ha gustado, suscribíos en el blog o el canal de Youtube y dar a la campanita para que os visen cuando suba nuevo contenido al canal.

¿Quién demonios es Neil Gaiman, el creador de Sandman?
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