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Las mejores obras literarias navideñas de Venezuela

Las mejores obras literarias navideñas de Venezuela
Las mejores obras literarias navideñas de Venezuela

Hoy os traigo las mejores obras literarias navideñas de Venezuela. Bienvenidos adictos a la literatura, espero que hayáis tenido una buena entrada de año. El tiempo pasa a una velocidad que a veces da un poco de vértigo. Sabéis que soy español y que en Europa especialmente no ha sido un año demasiado bueno. Aún así, lo cierto es que, aunque no quejemos, hay lugares donde se pasa mucho peor que en el viejo continente.

Por eso, si me lo permitís, en esta ocasión quiero acordarme especialmente de un país con el que me unen lazos muy especiales: Venezuela. Un país que lleva ya mucho tiempo pasándolo bastante mal y del que quiero, junto a todos vosotros, repasar sus mejores obras literarias navideñas. Y quiero hacerlo, también, en representación de toda esa brillante literatura e inmensa riqueza cultural de toda Latinoamérica, sobre la que, no os quepa duda, volveré  en futuros video artículos.

Aahora sí, preparaos para conocer cinco de las mejores obras literarias navideñas venezolanas. Y, como postre, algunos poemas inolvidables que os van a a sorprender.

Empezad a desatar la cuerda de vuestras hallacas y comencemos….

La Navidad es una época especial para los venezolanos. Una época dedicada a la celebración y reflexión que tiene su claro reflejo en la literatura. De hecho, hay muchas obras que se consideran clásicos navideños y que capturan la esencia de esta época y, entre ellas, he escogido cinco que no debéis perderos:

1. «La Navidad en las montañas» de Rómulo Gallegos

Esta novela cuenta la historia de una familia que se reúne en las montañas durante las fiestas navideñas. Lo que aprovecha para describir la vida cotidiana en una comunidad rural venezolana.

La historia comienza cuando la familia recibe la noticia de que el patriarca de la familia, Don José, está enfermo y no podrá asistir a la reunión navideña. A pesar de todo, la familia decide continuar con la celebración y se reúne en una casa en las montañas, . Allí se irán revelando los conflictos y problemas que afectan a la familia..

La obra destaca la importancia de la familia y la solidaridad en la Navidad, y muestra cómo, el amor y la compasión, pueden superar cualquier obstáculo.

2. «De cómo Panchito Mandefuá cenó con el Niño Jesús» de José Rafael Pocaterra

Panchito Mandefuá es un niño callejero que deambula por las calles de la ciudad, pidiendo un pedazo de pan y un vaso de agua para cenar. Luego de pasar todo el 24 de diciembre jugando con sus amigos, al llegar la noche va en búsqueda de alguien que le dé, unas monedas para comprar algo para comer.

Cerca de la media noche, un carro sin previo aviso, choca contra el pequeño Panchito y lo deja tendido en la calle. Así, este simpático personaje, es el invitado de honor a una cena de navidad muy especial.

Con esta historia, lo que el autor pretende es denunciar la situación que enfrentan y viven, los niños de la calle.

3. «Las Uvas del Tiempo» de Andrés Eloy Blanco

Andrés Eloy Blanco escribió Las Uvas del Tiempo, un 31 de diciembre del año 1923, en la Puerta del Sol, Madrid, España. Lo hizo, dejándose llevar por sus recuerdos, dejando aflora su niñez, sus paseos por las bellas playas de su ciudad natal, los juegos con sus amigos, pero, sobre todo, añorando a su amada madre.

Este poema se convirtió en una tradición en los hogares venezolanos. Ya que sentados en familia, faltando 15 minutos para que termine el año, se escucha esta oda llena de tristezas y recuerdos.

4. «La Navidad del Chigüire Bipolar» de Mauricio Pérez

Esta novela cuenta la historia de un chigüire, una especie de roedor nativo de Venezuela, que lucha contra su trastorno bipolar durante la Navidad. La obra destaca la importancia de la amistad y la comprensión en la Navidad, y muestra cómo la ayuda y el apoyo de los demás pueden hacer una gran diferencia.

5. «¿Cenan los tigres la noche de Navidad?» de Laura Antillano.

Este cuento infantil relata la historia de un niño que visita un zoológico y, al momento de hacer el pesebre con su madre, se da cuenta de que, nunca se colocan tigres en él. El niño, empieza a sentir tristeza por estos animales, lo que genera que su madre prepare un viaje al zoológico en la Noche Buena. Allí, junto con los animales y cuidadores, deciden esperar la Navidad.

Este relato es obra de la pluma creadora de la narradora, ensayista, crítica de cine, fotógrafa, titiritera y escritora venezolana Laura Antillano. Esta licenciada en letras, plasma en esta historia, lo agradable que es compartir con otras personas y la importancia que representa el reconocimiento del trabajo de los demás.

Pero si hay algo que caracteriza la Navidad en Venezuela son las Hallacas. Un plato típico de la cocina venezolana cuyo origen, según los registros históricos, se remonta a la época colonial. Entonces, los esclavos recogían los restos de la comida de sus amos y mezclaban los ingredientes. Así nación un plato que años después sería un símbolo de la cultura culinaria venezolana.

Toda una institución culinaria que también ha llegado a la literatura y no sólo venezolana. Por poner un ejemplo, en la famosa novela de la chilena Isabel Allende, “La casa de los espíritus”, se describe una cena navideña en la que se preparan hallacas como plato principal.

Por eso, para finalizar este video artículo nada mejor que el poema “Elogio informal de la hallaca” de Aquiles Nazoa, poeta, narrador y ensayista venezolano.

El poema describe las hallacas de manera poética y evocadora, alabando su sabor y su importancia cultural. Nazoa destaca la complejidad y la variedad de ingredientes que se utilizan para preparar las hallacas,. Además, describe cómo estos ingredientes se mezclan y se combinan para crear un plato único y delicioso.

El poema también menciona la importancia de las hallacas en la cultura venezolana y en la celebración navideña, y destaca cómo este plato simboliza la unión y la solidaridad entre las personas.

El poema aborda la figura de Pantagruel — personaje literario creado por Francois Rabelais en el siglo XVI — del Guarataro que busca devorarse a Caracas, tragarse los cerros y cenar con El Ávila. Los símbolos de lo venezolano se encierran en dos hallacas que Aquiles Nazoa decide comer por el hambre del día.

El poeta enuncia en los primeros versos: ,

“Pasadme el tenedor, dadme el cuchillo,

arrimadme aquel vaso de casquillo

y echadme un trago en él de vino claro,

que/ como un Pantagruel del Guarataro

voy a comerme el alma de Caracas,

encarnada esta vez en dos hallacas”.

aquiles nazoa

Y, por último, para despedirnos las palabras de Arturo Uslar Pietri que consideraba la hayaca como un auténtico manual de historia:

“Hay   platos   en   los   que   se   ha concentrado   la   historia   como   en   un conciso manual. Nuestra hayaca, por ejemplo,   es   como   un   epitome  del  pasado de nuestra cultura. Se   la puede contemplar como un breve libro lleno de delicias y de sugestiones. En su cubierta está la hoja del plátano.   El   plátano   africano   y americano, en el que el negro y el indio   parecen   abrir   el   cortejo   desabores. Luego está la luciente masa de   maíz.   El   maíz   del   ramal,   de   la tortilla y de la chicha, que es tal vez la más americana de las plantas. Ya   Andrés   Bello   veía   en   su   espiga algo de plumaje de cacique indio. Los mayas,   los   incas,   los   aztecas,   los chibchas, los caribes, los arauacos, los   guaraníes,   fueron   pueblos   de maíz. Se alimentaban con la masa delas mazorcas molidas sobre la piedra. En la carne de gallina, las aceitunas y   las   pasas   está   España   con   su historia   ibérica,   romana,   griega   y cartaginesa”.

arturo uslar pietri

Espero que os haya gustado y hayáis pasado unas Felices Fiestas. No olvidéis suscribiros  (aquí y al canal de Youtube y dar a la campanita para que os avisen cuando suba un nuevo video artículo. Os dejo con el video del canal correspondiente:

5 obras literarias navideñas imprescindibles de Venezuela

Hasta el próximo video artículo

Los secretos de «Cuento de Navidad» de Charles Dickens

Los secretos de "Cuento de Navidad"
Los secretos de «Cuento de Navidad» de Charles Dickens

Hoy abordamos los secreos de “Cuento de Navidad” de Charles Dickens. Seguimos en Navidad y como ya os adelantaba en el video artículo pasado dedicado a las curiosidades literarias navideñas, hoy nos vamos a dedicar en exclusiva a este cuento navideño. Un relato que para muchos es el responsable de crear la Navidad como la conocemos.

Titulado «A Chistmas Carol», originalmente, en castellano lo conocemos como “Cuento de Navidad” de Charles Dickens. Dejemos que nos visite el fantasma de las navidades pasadas, el de las navidades presentes y el de las navidades futuras y empecemos….

Aunque hoy no quiero extenderme en la vida de Charles Dickens, si es conveniente que hagamos un ligero repaso por su figura antes de adentrarnos en su famoso relato.

Charles Dickens
Charles Dickens

Charles Dickens nació el 7 de febrero de 1812, en Portsmouth, en el seno de una familia humilde. Su padre era John Dickens, un oficinista de la Pagaduría de la Armada en el arsenal del puerto de Portsmouth, y de Elizabeth Barrow. Aunque comenzó a asistir a la escuela a los nueve años, sus estudios quedaron interrumpidos muy pronto, cuando sólo tenía once años, debido al encarcelamiento de su padre por no pagar sus deudas. Algo lamentablemente habitual en la época.

Aquello le obligó a ponerse a trabajar en la empresa londinense Warren’s boot-blacking factory, una fábrica de betún para calzado, ubicada cerca de la estación ferroviaria de Charing Cross. Fue una época en la que vivió en carnes propias la explotación infantil tan habitual en la Inglaterra del siglo XIX. Algo que le marcó e influyó decisivamente en algunas de sus obras, muy especialmente en «David Copperfield».

Aunque pudo recibir clases de forma esporádica lo cierto es que toda su formación fue totalmente autodidacta. Algo muy meritorio que le llevó en 1827 a conseguir trabajo, primero como secretario legal y después como periodista en el Parlamento. En esa época conoció a María Beadnell, pero su familia lo rechazó como pretendiente por lo que, tras cuatro años de relaciones, se separaron. Para entonces ya estaba trabajando como reportero en una publicación de su tío, The Mirror of Parliament, y para el periódico liberal The Morning Chronicle.

En diciembre de 1833, empezó su carrera literaria, publicando con el seudónimo de Boz, en The Monthly Magazine, revista que editaba su amigo George Hogarth.  Se trataba principalmente de descripciones de la vida cotidiana de Londres.  El libro “Los apuntes de Boz” (1836), fue su primer gran éxito, lo que le permitió casarse con Catherine Hogarth en ese mismo año. Sin embargo, su consolidación como novelista llegaría con su obra “Los Papeles póstumos del club Pickwick” (1836-1837), publicado en entregas mensuales. Un formato innovador que sería después copiado por numerosas editoriales.

A partir de aquí el éxito le acompañó el resto de su carrera, convirtiéndole en uno de los hombres más famosos y populares de su época. Charles Dickens murió en Gad’s Hill Place, Higham, Kent, Inglaterra, el 9 de junio de 1870 tras sufrir una apoplejía y fue enterrado cinco días más tarde en la abadía de Westminster.

Actualmente Charles Dickens es considerado por muchos como el verdadero inventor de la Navidad, tal y como la conocemos. Fama que debe en gran medida a “Un cuento de Navidad” publicado el 19 de diciembre de 1843.

Y ahora sí, ha llegado el momento de descubrir los secretos de «Cuento de Navidad»

1.- La Navidad es blanca porque así la describió Dickens

Aunque ahora todos asociamos la Navidad con la nieve, no era así antes de 1843, cuando se publicó “Cuento de Navidad”. ´Lo cierto es que a finales de diciembre nunca nieva en medio mundo porque es verano y en el otro medio, pese a ser invierno, la nieve es bastante escasa, salvo en el norte de Europa.

Charles Dickens es el responsable de describir la Navidad como una eterna nevada en su “Cuento de Navidad”, lo que desde entonces se trasladó a la mayoría de cuentos navideños. El motivo por el que Dickens asociaba la Navidad con la nieve proviene de su infancia. El escritor sufrió cuando era apenas un niño la década más fría que vivió Reino Unido en el siglo XIX, con nieve por todas partes y hasta el Támesis helado… Una experiencia que Dickens idealizó y trasladó a sus cuentos.

2.- El pavo y la cena de Navidad

Como os explicaba en el video artículo pasado la fiesta navideña hasta mediados del siglo XIX era el “Boxing Day”, una celebración en la que los ricos entregaban una caja con regalos a sus sirvientes. Algo, a su vez heredado de los romanos, y que hoy en día es el origen de la cesta de navidad de las empresas. Sin embargo, estas fiestas navideñas no tenían buena fama, ya que sólo la celebraban las clases acomodadas, por lo que se consideraban fiestas clasistas, por no hablar de que se relacionaban con el papismo en un país que era esencialmente anglicano.

Durante estas celebraciones la comida habitual era el ganso. Sin embargo, en su relato Dickens hace que Scrooge, una vez transformado por el espíritu navideño, mande a un niño comprar y llevar un pavo a la casa de su secretario para celebrar un gran banquete de Navidad.

De esta forma, Dickens cambio la cena habitual por el pavo, lo que no debió gustarle muchos a éstos. Además de convertir la cena, hasta entonces clasista y de gente acomodada, en un banquete, símbolo de amor y alegría donde lo principal en dar y compartir.

3.- Happy Christmas o Merry Christmas.

En inglés es habitual la expresión Merry Christmas, sin embargo, hasta “Cuento de Navidad” lo habitual era “Happy Christmas”.  

Esta expresión, que puso de moda Dickens en su relato, proviene de que a éste le gustaba mucho un villancico: “God Rest You Merry, Gentlemen”. En realidad, la palabra “Merry” no significa únicamente “feliz”, sino que se asocia, más que a un deseo, a un sentimiento de alegría, de prosperidad, de hermanamiento y buena voluntad.

“Merry Christmas” aparece 21 veces en “Un cuento de Navidad”, y desde entonces es la felicitación habitual y más usada en inglés y también en otros idiomas.

4.- Scrooge pudo basarse en el propio padre de Dickens.

Charles Dickens amaba la Navidad, pero su más famoso personaje navideño, Ebenezer Scrooge, es un anciano avaro y explotador que, en el relato, es visitado por el fantasma de su antiguo socio, Jacob Marley, y luego por los fantasmas de la Navidad pasada, presente y futura.

No es descabellado pensar que fue John Dickens, el padre del autor, el personaje real escondido tras el temible Ebenezer Scrooge. John Dickens era un timador, tacaño y rácano que perjudicó gravemente a su propia familia, lo que le aproxima bastante a Scrooge. Aunque en la historia es aún, peor de lo que era el padre de Dickens. Scrooge no solo es avaro y rácano, es un hombre sin afectos por lo humano, un patrón cruel, un tío que rechaza a su afable sobrino y a su familia, un disidente radical de la fraternidad navideña.

5.- Marley fue un personaje real.

El socio muerto de Scrooge, Jacob Marley, que avisa a este de la próxima visita de los fantasmas navideños, fue un personaje real. En la obra “The Annotated Christmas Carol”, de Michael Patrick Hearn, se explica que Dickens asistió a la misma fiesta de San Patricio que un tal Dr. Miles Marley. Conociendo el interés de Dickens por los nombres inusuales, el Dr. Marley le comentó su propio e inusual apellido. La respuesta de Dickens fue: «Su nombre será una palabra familiar antes de que acabe el año». Y cumplió su palabra.

Y Dickens cumplió su palabra…

6.- El cuento fue concebido como una protesta contra la pobreza infantil.

En 1843 el gobierno británico publicó un informe sobre la gravedad del trabajo infantil en el país. Dickens, que había sufrido en sus propias carnes la explotación infantil, estaba furioso por esta situación. Dickens visitó a su hermana en Manchester y aprovechó esos días para encontrarse con representantes de organizaciones de caridad que ayudaban a las clases más desposeídas en esa ciudad industrial. También en 1843 recorrió uno de los colegios más pobres de Londres, dedicado a educar a los jóvenes destituidos de la capital inglesa.

Decidido a hacer algo con esta terrible situación pensó, como primera reacción, escribir un panfleto utilizando su vasta experiencia como periodista político. Pero luego cambió de parecer. Al parecer, le escribió a un amigo diciendo que «en lugar de un panfleto escribiré algo en Navidad que tendría 20 veces más fuerza».  Y lo consiguió sobradamente..

7. El relato fue escrito febrilmente en seis semanas.

Dickens fuertemente inspirado y comprometido con su relato, no tardó ni dos meses en escribir su famoso “Cuento de Navidad”. Se cuenta que Dickens reía y lloraba esporádicamente durante el proceso de escritura y daba larguísimos paseos nocturnos por Londres cuando toda la gente sobria se había ido a la cama. 

Finalmente consiguió terminar su obra a tiempo de publicarlo antes de Navidad, el 17 de diciembre de 1843.

8. Dickens se autopublicó “Un cuento de Navidad”

Como su anterior libro no se vendió bien, Dickens no pudo encontrar un editor para «Cuento de Navidad», así que él mismo pagó la impresión. La primera edición -con un precio de 5 chelines (unos 30 dólares)- salió a la venta el 19 de diciembre de 1843 y se agotó en Navidad. Sin embargo, Dickens sólo ganó £130 debido al alto costo del papel utilizado y el empaste. Se molestó tanto que cambió de grupo editorial. Se imprimieron dos ediciones más antes de finalizar el año, una semana después, siendo ya un éxito imparable.

9. Fue el primero y el último de sus escritos que Dickens leyó en público.

Dickens fue uno de los primeros escritores famosos en dar lecturas públicas. Su primera lectura fue la de «Cuento de Navidad». Tuvo lugar en 1853 en Birmingham, Inglaterra, para una reunión de 2000 espectadores.

Charles Dickens incluso creó un ejemplar especial de «Cuento de Navidad» para las lecturas públicas. En él escribía notas sobre cómo pronunciar las líneas y «representaba» estas lecturas como un actor en el escenario. Existe un ejemplar de este tipo, que el autor utilizó en su lectura en EEUU, propiedad de la Colección Berg de literatura inglesa y americana de la Biblioteca Pública de Nueva York.

Dickens también seguía un peculiar rito para sus actuaciones. Antes de sus lecturas desayunaba dos cucharadas de ron con crema. Más tarde, tomaba una pinta de champán, y justo antes de la actuación, bebía un jerez con un huevo crudo batido en él. Durante la lectura tomaba un té de carne y tomaba una sopa justo antes de acostarse.

Cuando su salud empezó a deteriorarse, 17 años después de su primera actuación pública, Dickens hizo su última lectura de «Cuento de Navidad» en el St. James’ Hall de Piccadilly. Murió tres meses después, convirtiéndose así su famoso relato en el primero y último que leyó en público.

10. Cuento de Navidad es en gran parte responsable de la tradición de la caridad navideña

Quizá la característica fundamental de la Navidad que celebramos hoy en día en todo el mundo es precisamente la caridad que se vive en estos días. Pues, para despedirnos de “Cuento de Navidad” de Dickens nada mejor que resaltar que fue esta obra una de las principales fuentes de esta tradición.

En 1844, el año siguiente a su publicación, los periódicos británicos atribuyeron a la popularidad de la novela de Dickens un aumento de las donaciones benéficas en Navidad. Aunque dar a los necesitados no era un concepto nuevo en la época navideña, el libro de Dickens inspiró a mucha gente.

Después de leer el libro en 1847, Robert Louis Stevenson escribió: «Quiero salir a consolar a alguien; nunca escucharé las tonterías que le dicen a uno sobre no dar dinero: daré dinero; no es que no lo haya hecho siempre, pero ahora lo haré con la cabeza bien alta».

Se cuenta que una niña que vendía frutas y verduras en el mercado de Covent Garden tras enterarse del fallecimiento del autor, ocurrido el 9 de junio de 1870 debido a una apoplejía preguntó: Charles Dickens está muerto, ¿entonces también morirá Papá Noel?”.

Creo que la anécdota lo dice todo sobre la influencia de este inolvidable autor en la Navidad. Y ahora es el momento perfecto de recordarlo, así que ya estáis tardando en leer “Cuento de Navidad” de Charles Dickens o por lo menos ver alguna de las innumerables adaptaciones que se han hecho de esta historia por tierra, mar y aire.

Os dejo con el video de mi canal de youtube. Y, recordad suscribiros si os ha gustado y dar a la campanita para recibir las notificaciones. Hasta la semana que viene, o mejor dicho hasta el año que viene. (No os perdías el próximo video artículo porque viene lleno de regalos para todos)

¡Feliz Navidad y buena salida y entrada de año para todos!

Los secretos de "Cuento de Navidad" de Charles Dickens
Los secretos de «Cuento de Navidad» de Charles Dickens

10 curiosidades navideñas literarias que no sabías

10 curiosidades navideñas literarias
10 curiosidades navideñas literarias

10 curiosidades navideñas literarias, que seguramente os van a sorprender, es el menú navideño que hoy os he preparado. Una buena manera de celebra la Navidad para todos los adictos a la literatura. No os las perdáis porque no me cabe duda de que la mayoría no las conocéis. Vistámonos con nuestras mejores galas, hagamos una bola de nieve y pongámonos manos a la obra. Empecemos:

1. A Papá Noel no lo creó Coca Cola.

Estoy seguro de que todos habéis oído esa historia de que Coca Cola fue la que creó la imagen actual de Papa Noel. Bueno pues no es ni mucho menos cierto. Aunque sí que crearon un diseño navideño de Papá Noel, que es el que nos ha llegado por la publicidad, fue en una obra literaria donde nació el verdadero Papa Noel.

Un autor americano llamado Clement Clarke Moore escribió un poema publicado anónimamente en 1823 titulado “Una visita de San Nicolás”.  En él describía ya a Papa Noel como un vejete sonriente de barba blanca, traje rojo, regordete y que llegaba en un trineo tirado por ocho renos. Además, se introducía en la casa por la chimenea llevando su saco de juguetes. ¿Os suena no?

De todas maneras, no todos los países comparten esta imagen de San Nicolás o Papa Noel. Seguro que os sorprende (a los que no seáis holandeses), que en Holanda, San Nicolás proviene de España, viaja en barco desde Madrid, y, cuando llega a Holanda, obsequia a los niños con ¡mandarinas!

2. En un principio los villancicos eran compuestos por escritores.

Si hay otro elemento típico de la Navidad son los villancicos. Pues bien, estas tonadillas navideñas que tanto nos gustan a todos, tienen unos orígenes poco religiosos. El termino “Villancico” alude a pequeños relatos literarios que eran cantadas por villanos o habitantes de las villas, campesinos. En los primeros villancicos abundaban los temas amorosos, las sátiras y las burlas, donde la temática religiosa era escasa y el navideño prácticamente inexistente. Uno de los primeros compositores de villancicos fue el escritor Juan del Enzina (Iniciador y patriarca del teatro español) en la época de los Reyes Católicos.

Realmente no fue hasta el siglo XVIII en que fueron quedando relegados a las festividades navideñas, adquiriendo poco a poco sus características actuales y que tanto nos gustan.

3. El oso Paddington fue un regalo navideño.

Para quien no lo conozcáis el oso Paddington es un personaje imaginario en la literatura infantil del Reino Unido que ha llegado a convertirse también en icono navideño. Apareció por primera vez en 1958​ en el libro titulado «Un oso llamado Paddington» del escritor inglés Michael Bond.

Pues bien, el origen de este simpático osito fue un oso de peluche que compró su autor Michael Bond, el día de Nochebuena de 1956. Al parecer, al autor le dio mucha pena cuando vio que era el único peluche que quedaba en las estanterías y se lo compró a su mujer. Y a partir de ahí se creo el icono navideño que conocemos.

4. La primera cena de Navidad literaria la describió Dickens.

Si hay un relato típico navideño ese es «Cuento de Navidad» de Charles Dickens, sin embargo, lo que pocos saben es que el primer escrito de este autor sobre la Navidad no fue este sino «Christmas Festivities» también titulado posteriormente como «A Christmas Dinner», publicado en 1835 donde describía la perfecta cena navideña. Dickens era un un defensor a ultranza de estas fiestas, cuando no era aún tan habitual celebrarlas por todo lo alto y contribuyó, sin duda, a su fama actual.

5. La cesta de Navidad apareció literariamente por primera vez en 1663.

Por lo menos en la literatura inglesa, el concepto de regalo navideño aparece por primera vez en el diario privado del célebre diarista inglés Samuel Pepys, que se publicaría más de 100 años después de su muerte (1893). El autor menciona la costumbre de los empresarios de la época de entregar “Christmas boxes” o Cajas de Navidad con regalo o dinero a sus trabajadores, el primer fin de semana después de Navidad.

6. El ballet más famoso a nivel mundial es un cuento infantil navideño

«El Cascanueces y el Rey de los Ratones» es un cuento infantil del escritor alemán Ernst Hoffman. Fue escrito en el año 1816 y se ha convertido en uno de los clásicos de la literatura universal, formando parte, de igual forma, de la tradición navideña mundial. Su mágica historia trata sobre el nuevo juguete de la joven Marie Sthahlbaum, el Cascanueces (muñeco de madera artesanal que viste uniforme militar ruso), recibido en la noche de Navidad.

En 1892, el compositor ruso Pyotr Ilyich Chaikovski, junto con los coreógrafos Marius Petipa y Lev Ivanov, decidió ponerle música a esta historia transformándola en el Ballet El Cascanueces, el cual se ha convertido, quizá, en el más popular de todos los ballets alrededor del planeta.

7. Harper S. Lee escribió ‘Matar a un ruiseñor’ gracias a un regalo navideño.

Esta famosa novela que llegó a valerle un premio Pulitzer a su escritora Harper Lee, tiene una historia navideña tras de si que seguro que no conocéis.

Harper trabajaba en Nueva York, como empleada de reservas en una compañía aérea, lo que simultaneaba con su afición a la literatura. Alrededor de 1957, conoció al matrimonio Brown y la escritora se atrevió a enseñarles algunos de sus textos. En diciembre, le enviaron una nota que decía «Tomate un año lejos de tu trabajo para escribir lo que quieras. Feliz Navidad». Con la nota se adjuntaba una cantidad de dinero equivalente a lo que podría ser su salario anual en ese entonces. Ella aceptó y durante ese año escribió «Matar a un Ruiseñor», publicado en julio de 1960.

¿Quién tuviese un regalo así en Navidad?

8. La primera obra de teatro de Sartre fue navideña.

Jean-Paul Sartre, fue un filósofo, escritor, novelista, dramaturgo, activista político, biógrafo y crítico literario francés, exponente del existencialismo, posmodernismo y del marxismo humanista. Una figura literaria que desde luego no unimos a la Navidad precisamente.

Pues bien, su primera obra de teatro se tituló «Barioná, el hijo del trueno» y trataba sobre el nacimiento de Jesús. Fue escrita mientras Sartre se encontraba en un campo de prisioneros de guerra, en Tréveris, durante la segunda guerra mundial. La pieza se representaría el 24 de diciembre de 1940, y tuvo tanto éxito entre los alemanes que hay quien asegura que por eso liberaron a Sartre. Para que veáis la de utilidades que tiene la literatura.

9. J. R. R. Tolkien escribió muchas cartas firmando como Papá Noel.

El conocido autor de «El Seños de los Anillos», J. R. R. Tolkien escribió numerosas cartas entre 1920 y 1943, simulando ser Papa Noel. En ellas Tolkien escribe, en boca del propio Papá Noel, para contarles a los niños decenas de anécdotas que le ocurren en su casa, en su taller u otros acontecimientos del Polo Norte.

Con el paso de los años los personajes de la casa de Papá Noel van creciendo en número. Además del Oso Polar del Norte conoceremos elfos de nieve, gnomos rojos, hombres de nieve, osos cavernarios, a su ayudante y secretario elfo Ilbereth y hasta los sobrinos del Oso Polar. Las cartas fueron recopiladas en la obra “Las cartas de Papa Noel”.

10. Gandalf se basó en Papa Noel

Pero las cartas de Papa Noel de Tolkien aún esconden una sorpresa más. En la carta escrita en 1939 se nos narra la batalla de Papá Noel contra los Goblins. En realidad, es como era habitual en el escritor una metáfora de la segunda guerra mundial y a la amenaza alemana. Pues bien, estos personajes sirvieron de base para «El Hobbit», obra que ya había empezado a escribir Tolkien y en la que Papa Noel pasó a ser la inspiración de Gandalf y los Goblins los temibles orcos.

Y hasta aquí las 10 curiosidades navideñas literarias de hoy, que espero os hayan sorprendido. Volvemos muy prontito con más temas navideños. Así que os dejo con el video correspondiente del canal de youtube. No olvidéis suscribiros, aquí y al canal de youtube, y dar a la campanita para que os lleguen las notificaciones.

¡¡Feliz Navidad!!

10 Curiosidades navideñas literarias que no sabías
10 curiosidades navideñas literarias
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Esta Navidad “Síndone” totalmente gratis

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Estas Navidades quiero celebrarlas con vosotros regalándoos a todos algo muy especial. Desde el día 26 al 30 de diciembre podéis encontrar totalmente gratis mi novela “Síndone: Las guerras de la Sábana Santa” en Amazón.

Síndone fue mi primer novela y es para mi una obra muy querida, no sólo por ser mi primer obra larga sino también porque supuso muchas alegrías y se escribió en un momento personal muy importante y de grandes cambios para mi. Por eso, me ha parecido que no podía haber mejor regalo que pudiese haceros a todos los que habéis disfrutado o queréis disfrutar a partir de ahora con mis obras.

Eso sí, como siempre, os pido una sola cosa a cambio; que me hagáis llegar vuestras críticas buenas o malas pero siempre sinceras, aquí o en Amazón.

¡¡Feliz Navidad!!

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El gigante Egoísta de Oscar Wilde

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Continuamos nuestro repaso a la mejor literatura navideña y llegamos a uno de los mejores narradores de cuentos cortos de todos los tiempos: Oscar Wilde, del que hemos escogido el relato El Gigante Egoísta

200px-Oscar_WildeOscar Wilde nació en Dublín el 16 de octubre de 1854 y murió en París el 30 de noviembre de 1900.  Fue uno de los dramaturgos mas famosos e influyentes del Londres victoriano. Escritor y poeta, se convirtió en una celebridad, eclipsada sólo por su homosexualidad, que le llevó a ser condenado a realizar trabajos forzados durante dos años

Su estilo detallista y lleno de sentimiento le llevó a ser comparado con William Shakespeare, por su habilidad inigualable para provocar en el lector sensaciones y emociones a través de su ágil narrativa. Hoy os traemos su relato, El Gigante Egoísta, un relato tierno y sentimental que cuenta como un gigante prohíbe por egoísmo la entrada a su jardín a los niños, lo que hace que la primavera se retire para siempre de él sumiéndole en un invierno eterno.

Sin embargo, el gigante terminará arrepintiéndose y encontrando la redención. La historia es una metáfora sobre como el egoísmo crea barreras a los demás que sumen nuestro corazón en un invierno eterno (el jardín del gigante es su propio corazón). Sólo cuando se da de lado el propio egoísmo y se da paso al amor (el gigante abre su corazón por amor a un pequeño niño desvalido), nuestro interior vuelve a florecer dando frutos de plata y oro.  Os dejo con una narración del cuento en vídeo, no os la perdáis.

Publicado originalmente en Espaciolibros

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