Cabecera Jack el destripador

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Curiosidades asombrosas de Tolkien (hablamos también de Los Anillos de Poder)

Curiosidades asombrosas de J. R. R. Tolkien
Curiosidades asombrosas de Tolkien

Bienvenidos adictos a la literatura, hoy descubrimos 14 curiosidades asombrosas de Tolkien. Ya queda muy poco para el final de la primera temporada de la esperada serie “El Señor de los Anillos: los Anillos de Poder”. Por eso, es el momento perfecto para volver atrás la vista sobre el inolvidable escritor británico J. R. R. Tolkien. Y lo vamos a hacer con un nuevo video dedicado a curiosidades literarias.

Seguro que muchas os van a sorprender y os darán una visión completamente distinta sobre sus obras. Además, al final del artículo os dejaré mi opinión personal y sincera sobre la serie “Los anillos del Poder”, que tanta controversia ha causado entre los aficionados a los mundos de Tolkien.

Y para comenzar, como siempre, lo primero es dar un somero repaso a la biografía de J. R. R. Tolkien para conocerlo un poco mejor.

J. R. R: Tolkien

Aunque se considera a Tolkien un autor británico, lo cierto es que nació el 3 de enero de 1892 en la ciudad de Bloemfontein, en el Estado Libre de Orange (actual Sudáfrica). Su nombre real es John Ronald Reuel Tolkien y sus padres fueron Arthur Reuel Tolkien y Mabel Suffield.

Su padre falleció el 15 de febrero de 1896 a causa de una fiebre reumática, por lo que su familia se trasladó a Birmingham, mudándose a la localidad de Sarehole. Tolkien contaba solo con 4 años de edad, pero ya sabía leer aprendiendo a escribir muy poco después. A tan temprana edad incluso aprendió las bases del latín gracias a las lecciones que recibía de su propia madre.

Lamentablemente, con tan sólo 12 años, Tolkien perdió a su madre en 1904 debido a complicaciones de la diabetes que padecía. El y su hermano pequeño, Hilary, quedaron entonces al cuidado del padre Francis Xavier Morgan, sacerdote católico (de origen jerezano) del Oratorio de Birmingham.

En 1908 Tolkien conoció a Edith Mary, la mujer que se convertiría en el amor de su visa. Sin embargo, el padre Morgan, a cargo de su educación le prohibió mantener contacto alguno con ella hasta que tuviera 21 años, la mayoría de edad.

Tolkien cursó estudios en la King Edward’s School donde formó junto a sus amigos la Tea Club and Barrovian Society (T.C.B.S.), una hermandad que solía reunirse en los grandes almacenes Barrow para tomar el té (de ahí su nombre), charlar, divertirse, recitar a los clásicos o sus propias composiciones.

Con 19 años, viajó a Suiza con otros doce compañeros. Esta experiencia en los Alpes sería, como el mismo reconoció después, la inspiración en la que se basó a la hora de relatar la travesía de Bilbo a través de las Montañas Nubladas en «El Hobbit».

Nada más cumplir los 21 años, Tolkien declaró su amor a Edith y ambos se comprometieron en enero de 1913, y se casaron en Warwick el 22 de marzo de 1916.

En 1914, la vida de Tolkien se vio sacudida brutalmente por el estallido de la Primera Guerra Mundial. En 1915, se graduó en Oxford con una mención de honor en Literatura y Lengua Inglesas. Inmediatamente después se alistó en el ejército como oficial de comunicaciones en el 11º Batallón de los Fusileros de Lancashire.

Con su batallón participó en la Batalla del Somme (1 de julio – 18 de noviembre de 1916), en la que vio morir a muchos de sus amigos. Esta confrontación con más de 95.000 muertos y unos 323.000 heridos, se considera la batalla más sangrienta del Ejército Británico.

El 27 de octubre, Tolkien enfermo, víctima de la llamada fiebre de las trincheras, y el 8 de noviembre fue trasladado a Inglaterra. Sería durante su convalecencia que comenzaría a escribir el conjunto de historias y leyendas de los Días Antiguos de la Tierra Media, al que llamó «El libro de los cuentos perdidos«.

Gracias a sus amplios conocimientos en filología y a haber participado en la redacción del Oxford English Dictionary, Tolkien comenzó a trabajar como profesor no titular de Lengua Inglesa en la Universidad de Leeds. Tras alcanzar el rango de profesor pasó por distinto cargos, casi siempre vinculados a la universidad de Oxford.

En 1926 conoció a C. S. Lewis, profesor de la Universidad como él y creador de “Las crónicas de Narnia”. Ambos formaron los Inklings, un club literario del que también formaron parte otros académicos y escritores de Oxford como Charles Williams y Owen Barfield. Solían reunirse en pubs como The Eagle & Child, y durante sus encuentros leían sus escritos y se criticaban entre ellos.

Tolking y Edith tuvieron cuatro hijos, el sacerdote John Francis Reuel, Michael Hilary Reuel, Christopher Tolkien y Priscila Anne Reuel. Fue precisamente para sus hijos por lo que Tolkien escribió un cuento infantil titulado «El Hobbit», que fue publicado en 1937 gracias a la insistencia de C. S. Lewis. Casi de inmediato, su editor le pidió que escribiera una secuela, pues el público demandaba más historias sobre los hobbits. Y fue así como Tolkien comenzó a escribir la que sería su obra maestra y cumbre de la literatura fantástica del siglo XX: «El Señor de los Anillos», cosechando el éxito que todos conocemos.

Tolkien se jubiló en 1959 y en 1968, él y Edith se mudaron a la localidad de Bournemouth. Edith murió el 29 de noviembre de 1971. Tolkien se sumió en una fuerte depresión de la que nunca se recuperó, muriendo el 2 de septiembre de 1973. Un año y medio antes de morir fue nombrado Comendador de la Orden del Imperio Británico por la reina Isabel II el 28 de marzo de 1972, año en el que también la Universidad de Oxford le nombró Doctor Honoris Causa en Letras.

Y ahora llega el momento de adentrarnos en las Curiosidades asombrosas de Tolkien, que rodearon la vida y obra de este fantástico autor.

1. Tolkien fue secuestrado.

Cuando sólo era un bebé y mientras aún vivía en Sudáfrica, un joven criado africano lo tuvo secuestrado un día entero. Al parecer estaba tan fascinando con el niño de piel blanca que se lo llevó a su casa para mostrárselo a su familia. Afortunadamente al día siguiente regresó al bebé.

2. Tolkien el temerario.

Especialista en filología Tolkien aseguró que su apellido “Tolkien” significaba realmente en temerario. Algo que, si se me permite la broma, parece desmentir su aversión a los coches. Les tenía tanto miedo que pasó la mayor parte de su vida adulta utilizando bicicletas y trenes.

3. Odiaba a Shakespeare.

Aunque parezca increíble para uno de los mejores especialistas y profesores en literatura inglesa de todos los tiempos, a Tolkien no le gustaba Shakespeare. El decía que “no le gustaba cordialmente” porque le había cogido manía por el tiempo que tuvo que pasar estudiándolo en la escuela.

4. Hablaba y entendía al menos 20 idiomas.

Fue un prodigio de la lengua desde su infancia, antes de entrar en el colegio ya sabía latín, alemán y francés. Llegó a aprender más de 20 idiomas, especialmente lenguas muertas como Galés Medieval, Antiguo Inglés y Lombárdico. Y además inventó muchos otros como el Quenya, fundamental en sus obras sobre la Tierra Media, de los que incluso existen gramáticas completas.

5. Bromista y amante de la diversión

A Tolkien siempre le gustaron las bromas y la diversión. Se cuenta que, junto a Edith, solía disfrutar arrojando cubos de azúcar a los sombreros de peatones inocentes desde un balcón. E incluso que, durante su primer semestre en Oxford, robó un autobús público para pasear con sus amigos.

6. Un profesor peculiar.

Al parecer ni siquiera cuando Tolkien empezó a dar clases abandonó su espíritu bromista. Solía llegar a sus clases en la Universidad de Oxford usando una armadura medieval. Cuando les enseñaba «Beowulf» a sus estudiantes, interrumpía en el salón vistiendo una cota de malla y gritando los primeros versos del poema (por supuesto, en Inglés Antiguo).

7. Tolkien el dibujante.

El dibujo, la ilustración y la pintura fueron también algunos de los talentos menos conocidos de Tolkien. De hecho, dibujó las ilustraciones de las primeras ediciones de sus obras, incluidas algunas de las primeras portadas. Las ilustraciones que realizó para «El Señor de los Anillos» son sutiles obras en acuarela y lápiz, de indudable calidad, que trasmiten la mágica sensación de los mundos encantados y misteriosos que narra en sus libros.

8. El Hobbit

Tolkien escribió la primera línea de «El Hobbit» mientras calificaba unos trabajos de la universidad. Encontró una hoja en blanco en uno de ellos y escribió “En un agujero en el suelo vivía un hobbit”.

Era una historia inicialmente creada para sus hijos en un lenguaje que todo el mundo pudiera leer. Tolkien no pretendía publicarla, pero la insistencia de C S. Lewis le hizo llevarlo a su editor. Sin embargo, El Hobbit aún se enfrentó a un nuevo problema; Stanley Unwin, el editor, decidió que su hijo pequeño lo leyera. Sólo tras el visto bueno de éste fue publicado finalmente en 1937.

Como curiosidad adicional, la palabra «hobbit» no es invención de Tolkien, sino que se recoge en un diccionario británico del siglo XIX para designar a una «persona pequeña».

9. Tolkien era un hobbit.

Tolkien se consideraba un hobbit. «Soy un hobbit en todo menos en el tamaño», refiriéndose a que le gustaba la tranquilidad, los jardines, los árboles, la naturaleza, disfrutar de la suave brisa de la mañana… y, por encima de todo eso, la cerveza.

10. El Señor de los Anillos no es una trilogía.

En realidad, se trata de un solo libro. El problema era que, debido a su extensión, el editor de Tolkien insistió en imprimirlo como una trilogía, tanto por la escasez de papel después de la Segunda Guerra Mundial, como por el riesgo económico que significaba publicar una novela tan larga de fantasía.

Al final fue dividido en tres partes: La Comunidad del Anillo, Las dos torres y El retorno del Rey. Títulos dados por el editor y que no gustaron en absoluto a Tolkien que sólo salvaba el de “La Comunidad del Anillo” y odiaba especialmente “El retorno del Rey” ya que le parecía que revelaba demasiado de su contenido.

11. Arda es la Tierra

Una vez más, y como todo buen escritor, Tolkien se apegó al mundo real para re imaginarlo en sus obras. De esta manera, el mundo de Arda (mundo ficticio donde se desarrolla toda la obra de Tolkien) está basado en la Tierra. La Tierra Media sería Europa y la Comarca estaría situada en Oxford, Reino Unido.

Baste como ejemplo de estas inspiraciones recurrentes en la obra el hecho de que el agujero en el que vive Bilbo Baggins, Bag End (Bolsón Cerrado), lleva el nombre de la granja de la tía de Tolkien. O también como la famosa frase de Gandalf “No pasarás” es una alusión a una famosa consigna propagandística que precedió a la Primera Guerra Mundial.

12. Sam era el verdadero protagonista.

Tolkien siempre consideró al personaje de Sam Gamgee como el verdadero héroe de “El señor de los anillos”. Esto que puede sorprender a algunos se entiende mejor si se tiene en cuenta que Sam es capaz de resistir la tentación del anillo e incluso de sobrevivir a una torre llena de orcos. Por no hablar de como al final carga a Frodo en su espalda atravesando un volcán, mientras ambos sufren de hambre y deshidratación.

Es un personaje que demuestra como la verdadera heroicidad a veces no es tan reconocida. Representa a todas esas personas sin cuyos actos de heroicidad los héroes oficiales no hubiesen logrado nunca sus supuestas gestas.

13. Tolkien acertó el año de su muerte.

Como una de esas increíbles coincidencias que suelen rodear el mundo de la literatura, hay quienes consideran que Tolkien predijo de una manera un tanto peculiar la fecha de su muerte. En «El Señor de los Anillos», los elfos recibieron tres anillos, los enanos siete, los hombres nueve y el Señor Oscuro uno. El número resultante es 3791, que, leído del revés, es 1973: la fecha de su muerte.

14. Una historia de amor de novela.

La historia de amor que unió a Tolkien con su mujer Edith, de la que estuvo enamorado desde los 16 años hasta el día de su muerte, tuvo su reflejo en sus obras.

Su mujer sirvió de inspiración para el personaje de Lúthien, una elfa —«la más bella entre los hijos de Ilúvatar»— que renunció a la inmortalidad para salvar a su amado, Beren.

De hecho, Tolkien pidió ser enterrado junto a su esposa al morir y en la lápida, bajo el nombre de cada uno, está escrito «Beren» y «Lúthien».

Los Anillos de Poder

Como veréis, Tolkien fue todo un personaje que ya arrastró mucha controversia en vida. Controversia cuyo último episodio lo estamos viviendo con la recién estrenada serie “Los Anillos de Poder”. Y como os he prometido os voy a dejar mi opinión sincera al respecto.

En primer lugar, deciros que, a mí la serie, en una valoración general, me está gustando. Como elementos a destacar os diría que a nivel visual es simplemente espectacular. Los paisajes abiertos y la recreación de los distintos entornos son completamente apabullantes. Los efectos especiales están en general muy bien resueltos y las batallas y enfrentamientos me parecen correctamente coreografiados.

Ahora bien, dicho esto, la gran pregunta es ¿es una adaptación fiel del mundo de “El Señor de los Anillos”? ¿Es fiel al canon de Tolkien?  Es más ¿está la serie a la altura de la trilogía cinematográfica original?

Sin que me considere, ni mucho menos un experto en Tolkien o su obra, lo cierto es que siendo rigurosos la serie no sigue el canon de Tolkien. Es cierto que ha reinterpretado situaciones y personajes, inventando incluso alguno nuevos. Sin embargo, para mí esto no es ningún defecto.

Como escritor no entiendo eso de los cánones tan de moda actualmente. Cuando escribo una novela juego con un mundo que ha salido de mi imaginación, si alguien en el futuro quiere continuar alguna de mis obras, me parecería injusto encorsetarles a mis ideas y no dejarle jugar con nuevos conceptos o interpretaciones.

El mundo es progreso y cambio no estancamiento y respeto a cánones rígidos e inamovibles. ¿Alguien se imagina que tuviésemos que representar obligatoriamente todas las obras de Shakespeare tal cual las representaba él en los teatros londinenses del siglo XVI? ¿Dónde estarían las adaptaciones modernas? ¿Sabíais que en 1911 Gordon Craig intentó incluso una adaptación cubista de Hamlet?

No obstante, es cierto que existe un espíritu, una intención, un alma etérea que vertebra cualquier obra literaria o artística que sí que es importante respetar cuando se hace una adaptación de cualquier tipo. Pero esto no significa encorsetar absurdamente la fantasía a un aspecto físico, una raza o un sexo determinado. Eso es simplemente racismo o sexismo excusado bajo la facilona fórmula del canon.

Sin embargo, también es cierto que no es fácil saber cuál es esa intencionalidad tras una obra. En el caso de Tolkien algunos vieron claramente que Sauron era simplemente Stalin y que el Señor de los anillos era una obra anticomunista. Probablemente algunos incluso lo seguirán pensando aún a pesar de que el propio Tolkien lo desmintió con el rotundo argumento de que la obras estaba concebida mucho antes de la revolución rusa.

Incluso los nazis creyeron ver en la obra una afirmación de la supremacía racial germánica.  Los editores alemanes llegaron a escribir a Tolkien para preguntarle si era de ascendencia aria. Tolkien, que siempre defendió que el partido nazi y su antisemitismo era algo pernicioso y acientífico, respondió con una carta que merece la pena reproducir:

[…] si debo entender que quieren averiguar si soy de origen judío, solo puedo responder que lamento poder afirmar que no tengo antepasados que pertenezcan a ese dotado pueblo. […] me he acostumbrado a considerar mi apellido alemán con orgullo, y seguí considerándolo así durante todo el período de la lamentable pasada guerra, durante la cual serví en el ejército inglés. Sin embargo, no puedo dejar de comentar que, si averiguaciones impertinentes e irrelevantes de esta especie han de convertirse en la regla en cuestiones relacionadas con la literatura, no está entonces distante el momento en que tener un apellido alemán deje de ser fuente de orgullo.

Por todo esto ¿Quién es capaz de decir a ciencia cierta cuál era la intencionalidad final de las obras de Tolkien o de cualquier otro escritor?

En definitiva, una adaptación como “Los Anillos de Poder”, que además no se basa en ningún libro concreto de Tolkien, no puede ser juzgada como si de otra obra de Tolkien se tratara. Es una obra nueva para una época distinta que merece la oportunidad de realizar una nueva interpretación de las obras de este autor y que debe ser juzgada por sí misma, por sus cosas buenas y sus cosas malas (y no cabe duda de que hay de ambas).

Y con esto llegamos al final del video artículo de esta semana. Por supuesto espero vuestras opiniones en comentarios. Que, naturalmente no tienen por qué coincidir con la mías, así que contadme vuestra opinión sobre Tolkien y también sobre esta nueva serie.

Os recuerdo que sigo subiendo recopilaciones musicales para ayudaros e inspiraros a escribir y leer y que esta semana os dejo la mejor música de terror (pulsad en el enlace si os atrevéis ahora que se acerca Halloween).

Os dejo, como siempre, con el video artículo de esta semana. No olvidéis dar al like si os ha gustado, suscribíos (aquí y al canal de Youtube) y dad a la campanita para que os avisen cuando suba un nuevo vídeo.

Hasta el próximo video artículo.

Curiosidades asombrosas de J. R. R. Tolkien. Y además mi opinión de Los Anillos de Poder
Curiosidades asombrosas de J. R. R. Tolkien
Juego de Tronos

La historia real tras Juego de Tronos y La Casa del Dragón

La historia real tras Juego de Tronos y La Casa del Dragón
La historia real tras Juego de Tronos y La Casa del Dragón

Bienvenidos adictos a la literatura. Hoy abordamos la historia real tras Juego de Tronos y La Casa del Dragón. Nos meternos de lleno con Juego de Tronos, obra que he nombrado en varias ocasiones para bien y también para mal. Una serie literaria que, tras llevarse a la pequeña, pantalla, se ha convertido en la serie de televisión más aclamada de todos los tiempos (por lo menos hasta ahora). Serie que, por cierto, os recomendaba en mis Recomendaciones para el verano 2022.

Pues bien, cuando se acaba de estrenar La Casa del Dragón, una precuela basada en el libro Fuego y Sangre de George R.R. Martin, es el mejor momento de volver la vista atrás. Y lo hacemos para preguntarnos ¿Cómo ideó George R. R. Martin esta saga literaria?

En muchas ocasiones he animado, a todos los que queréis escribir vuestras propias historias, a anclar estas en la realidad, y a documentarse profusamente. Y eso es exactamente lo que hizo Martin con esta serie de novelas. Así que acompañadme en este viaje en el que descubriremos la historia real tras Juego de Tronos.

Y, como postre, os dejo para el final la historia real escondida tras La Casa del Dragón.

No lo demoremos más, empuñemos nuestra espada de fuego valirio y montémonos en nuestro dragón. Empecemos.

1. El mundo de Juego de Tronos

Si recordáis la famosa intro de Juego de Tronos, seguro que recordaréis la peculiar geografía del mundo ideado por Martin. Pues bien, lejos de estar inventada, está totalmente inspirada en el mundo real. Concretamente en antiguos mapas de época medieval.

Existen tres continentes en la ficción: Sothoryos, Essos y Poniente. Seguramente, muchos os habréis dado cuenta que Poniente no es otra cosa que Gran Bretaña. Por otro lado, el mundo de Sothoryos es el continente de África, y Essos es Asia. Además, el famoso “Mar Angosto”, que separa los continentes de Poniente y Essos es lógicamente el Canal de la Mancha.

En la serie se muestra la existencia de siete reinos cada uno gobernado por un señor diferente: el Reino del Norte, el Reino de la Montaña y el Valle, el Reino de las Islas y los Ríos, el Reino de la Roca, el Reino del Dominio, el Reino de las Tormentas y el Principado de Dorne. Pues bien, entre el 500 d.C., y el 850 d.C., coexistieron siete reinos en Inglaterra, cada uno con su propio monarca. Sus verdaderos nombres eran: Northumbria, Mercia, Anglia Oriental, Kent, Essex, Sussex, y Wessex.

En los libros se habla también del antiguo Imperio de Ghiscari. Imperio que habría sido derrotado por el gran Imperio del Feudo Franco de Valyria, situado en el continente oriental de Essos. Valyria conquistó gran parte del mundo conocido manteniendo su imperio durante más de mil años. Su capital se convirtió en la ciudad más famosa del mundo. El poderío de Valyria se mantuvo hasta que un desastre natural denominado “la maldición de Valyria” acabo con él.

En este caso Ghiscari esta basado en los imperios orientales de Egipto, Cartago y Persia. En cuanto al Imperio de Valyria no sería otra cosa que el Imperio romano, del que Martin copia incluso su estructura política.

2. El muro

Mención aparte merece “El Muro”, una inmensa fortificación situada en la frontera norte de los Siete Reinos. Con una extensión de casi 500 kilómetros, se utiliza como defensa contra una raza de muertos vivientes conocida como los Caminantes Blancos.

Pues, aunque parezca increíble, incluso este elemento tan, a priori, fantástico, tiene una base totalmente histórica.

En el año 122 D.C., durante el reinado del emperador Adriano, se erigió un enorme muro en Britania, como fortificación defensiva ante los pueblos del norte (la actual Escocia). Se extendía desde las orillas del río Tyne, cerca del mar del Norte, hasta el fiordo de Solway, en el mar de Irlanda.

Contaba con una base y un muro de piedra, complementados con castillos miliares, con dos torretas entre cada uno, y un fuerte cada cinco millas romanas aproximadamente. De norte a sur, el muro comprendía un foso, una muralla, una vía militar y un vallum, otro foso con montículos adyacentes. Se cree que los castillos contaban con guarniciones estáticas, mientras que los fuertes alojaban tropas de infantería y caballería.

En total, casi 118 km de una impresionante muralla, que llevaba el nombre de Muro de Adriano y que no tiene nada que envidiar al “Muro” de Juego de Tronos.

3. Mitología y religión

En Juego de Tronos es fundamental el componente mágico y mitológico. Una serie de creencias, religiones y mitos tan rica que hace que su mundo nos parezca absolutamente real. George R.R. Martin ideó toda esta mitología echando mano de tradiciones y creencias de todo tipo.

En Poniente, los Stark veneran a los “Viejos Dioses del Bosque. En sus creencias a los árboles Arcianos, tallados con caras de los antiguos dioses, se les considera sagrados. También existen figuras como los verdevidentes, que pueden ver a través de sus ojos, o los cambiapieles, que poseen la habilidad de entrar en las mentes de los animales.

En la realidad, las antiguas religiones Celtas de Europa creían que sus dioses habitaban los bosques, lagos y montañas, y que ciertos animales podían transmitir mensajes procedentes de los dioses.  Para los celtas, los árboles, que sumergen sus raíces en la tierra y son capaces de tocar el cielo con sus ramas, eran sagrados. Los árboles eran un símbolo de ciencia, misterio y vida y los bosques se convirtieron en los templos sagrados donde los druidas realizaban sus rituales de reflexión y aprendizaje.

Pero hay otro gran culto presente en Juego de Tronos: La Fe de R´hllor. Una creencia en la llegada de una especia de mesías guerrero R´hllor, abanderada por la sacerdotisa roja Melisandre. Esta sacerdotisa es adoradora del “Dios de la luz” y utiliza el fuego como elemento fundamental en su culto.

En este caso, el paralelismo histórico lo encontramos con la antigua religión persa del Zoroastrismo. Se trataba de una religión dual, en la que, al igual que creen los seguidores de R’hllor, el bien y el mal batallan incansablemente. Además, sus practicantes rezaban en presencia del fuego o en templos dedicados al fuego, ya que éste era considerado un medio de canalizar la visión espiritual y alcanzar el despertar interior.

4. Se acerca el invierno

Si hay un eslogan o frase mítica en Juego de Tronos, esta es “Se acerca el Invierno”. En las novelas parece que el clima de Poniente está amenazado por la llegada inminente de un largo invierno. Un largo invierno que llegará tras un largo verano y traerá consigo, según los peores augurios, la llegada de los terribles Caminantes Blancos.

Curiosamente, incluso este cambio climático tan brusco, tiene su equivalente en la historia real. Del siglo X al siglo XIV en toda Europa se disfrutó de una era extraordinariamente calurosa (el largo verano) que tuvo un brusco final con la llegada de un período de temperaturas tan gélidas que se ha denominado La Pequeña Glaciación o Pequeña Edad de Hielo. Este periodo de frio y terribles hambrunas se extendió de finales del siglo XIV hasta mediados del siglo XIX.

5. Personajes históricos

Por supuesto, no podemos dejar de comentar cómo, muchos de los personajes y situaciones narradas en las novelas de Juego de Tronos, fueron tomados por George R.R. Martin de grandes episodios históricos, que no tienen nada que envidiar a lo narrado en la ficción.

Aegon I Targaryen

En la historia de Poniente destaca el personaje de Aegon I Targaryen, un extranjero que llegó y conquistó todo a su paso, estableciendo la dinastía Targaryen, que dominó Poniente durante casi 300 años. Este personaje nos remite a Guillermo el Conquistador, que cruzó el Canal de la Mancha desde Normandía en el año 1066 y fundó una dinastía francesa en Inglaterra. Una dinastía que se mantuvo hasta ser expulsada de Francia después de la Guerra de los Cien años en 1453. Curiosamente “Aegon el Targaryen” es llamado “Aegon el Conquistador”.

La boda roja

La Boda Roja es un suceso en el que los Stark son traicionados y asesinados brutalmente por los Frey durante la boda que se iba a celebrar entre Edmure Tully y su hija Roslin Frey, fortaleciendo la unión entre sus dos respectivas casas. En una broma macabra, los Frey cortaron las cabezas de Robb y de Viento Gris, su lobo, cosiendo luego la cabeza del animal en el cuerpo del muchacho.

Esta traición tiene su equivalente histórico en la denominadaLa Cena negra que tuvo lugar en Escocia en 1440. El propio Martin ha contado la historia real en algunas ocasiones:

«El rey de Escocia estaba combatiendo al clan de Black Douglas, y se dirigió a él para hacer las paces. Ofreció al joven Conde de Douglas paso franco hasta Edimburgo para que le visitara. El Conde llegó al Castillo de Edimburgo y en él se celebró un gran banquete. A continuación, acabado el festín, [los hombres del rey] empezaron a batir un solitario tambor. Hicieron traer un plato cubierto y lo pusieron frente al Conde. Al descubrirlo, se reveló que contenía la cabeza de un jabalí negro —símbolo de la muerte. Tan pronto como el Conde lo vio, supo lo que significaba. Los hombres del rey le arrastraron hasta el patio y le ejecutaron».

La Casa Lannister y la Casa Stark

Si hay un enfrentamiento que marca la historia de Juego de Tronos es el protagonizado por estas dos familias. Ambas aspirantes al trono, una del norte y otra del sur de poniente. Este enfrentamiento de produjo en la vida real en llamada “La Guerra de las Dos Rosas”.

Entre 1445 y 1485 dos familias de la nobleza se enfrentaron por el poder durante varias generaciones. Las dos familias involucradas eran la casa Lancaster y la casa York y se enfrentaron en una batalla por el trono entre los descendientes de Eduardo III y los de Enrique IV.

No hace falta aclarar que los Lancaster (provenientes del sur) se corresponderían con los Lannister, mientras que los Stark (una familia del norte) estarían inspirados en la Casa de York. Además, se da la circunstancia de que el símbolo real de la familia Lancaster era el león, al igual que en la ficción lo es de la familia Lannister.

Siguiendo con el paralelismo de la serie con la realidad, los Lancaster ocuparon el trono cuando Ricardo II fue depuesto por su primo Enrique IV en 1399. El dominio de los Lancaster estuvo asegurado hasta 1422, año en el que el rey Enrique V murió en una campaña militar y dejó a su hijo Enrique VI como rey.

Enrique VI sería el equivalente real de Robert Baratheon en Juego de Tronos. Como él se le considera un rey enfermizo de voluntad débil. Casado con la francesa Margarita de Anjou, ésta ejerció como la auténtica gobernante. Feroz y de voluntad férrea Margarita sería la inspiración para el personaje de Cersei Lannister, reina por su matrimonio con Robert Baratheon. De hecho, al igual que Cersei en la ficción, Margarita de Anjou sería la verdadera impulsora de la guerra contra los York, “la Guerra de las dos Rosas”.

Otro personaje con un equivalente real es Joffrey, el hijo de Cersey Lannister y Robert Baratheon, que llega al trono tras la muerte de éste. En la realidad, Eduardo de Lancaster, hijo de Enrique VI y Margarita de Anjou, fue conocido por su increíble crueldad y juventud. Siendo a penas un niño se caracterizaba por cortarles la cabeza a sus enemigos como si de un juego se tratase. Además, como Joffrey en la ficción, se rumoreaba que era un hijo bastardo de la reina y, como él, murió joven con tan sólo 17 años, durante la batalla de Tewkwsbury.

Pero las coincidencias de realidad y ficción no terminan aquí, el personaje de Ned Stark estaría basado en Ricardo de York, que, como él empezó de consejero del rey Enrique VI y Margarita de Anjou y terminó por sublevarse. Su cabeza, como la de Ned Stark, acabó en una pica tras perder en su enfrentamiento a la reina. Su hijo menor tomó el relevo de su padre y fue coronado como Eduardo IV de York, el equivalente histórico de Robb Stark en Juego de Tronos.

Aún me dejo muchos más personajes y tramas de la saga de Juego de Tronos que tienen una clara equivalencia en la historia real. Así que, si os gusta este video artículo, dadle al «like» o dejádmelo en comentarios junto con vuestros propios paralelismos históricos y podemos abordar en una segunda parte.

Pero antes de acabar, lo prometido es deuda, y llega el momento de desvelar la historia real tras La Casa del Dragón, la precuela recién estrena de Juego de Tronos. Eso sí no van a a haber spoilers. Tan solo os contaré la historia real y luego vosotros ya me diréis, cuando veáis la serie, en qué se parece y en qué no a lo que nos van a contar.

La Anarquía

La historia de La Casa del Dragon o House of the Dragon se basa en un episodio histórico conocido como la Anarquía. En esencia se trata de una guerra civil en Inglaterra y Normandía que duró desde el año 1138 al 1153 d.C.

Fue una crisis de sucesión provocada por la prematura muerte del único hijo legítimo del rey Enrique I, Guillermo Adelin en un naufragio en el Canal de la Mancha en 1120.

El resultado fue que el rey Enrique I se quedó sin heredero varón. El rey quiso entonces que su hija, la emperatriz Matilde, lo sucediera, así que la trajo a Normandía con la intención de casarla con Geoffrey de Anjou, en un esfuerzo por asegurar una paz duradera entre Inglaterra y Normandía. Sin embargo, a los nobles anglo-normandos de la corte no les gustaba la idea de que una mujer reclamara el trono. Aun así, el rey obligó a todos sus barones a jurar lealtad a Matilda.

Sin embargo, cuando el rey Enrique I murió, el 1 de diciembre de 1135, muchos de los barones ignoraron sus juramentos y se negaron a apoyar a Matilde y Geoffrey. Junto con la Iglesia inglesa, prefirieron la idea de que la primogenitura sea exclusivamente masculina, así que apoyaron al sobrino de Enrique I, Stephen de Blois, que finalmente se hizo con el trono.

Esto supuso que estallase la guerra entre los partidarios de Matilde y Stephen. En 1939, Matilde dirigió un ejército invasor al sur de Inglaterra, acompañada por su medio hermano, Robert de Gloucester, y su tío, el rey David de Escocia.

La guerra se prolongaría hasta el año 1153 en que Enrique FitzEmpress, hijo de Matilda y Geoffrey de Anjou fue proclamado rey con el nombre de Enrique II.

Y hasta aquí puedo leer, ahora os toca a vosotros investigar y encontrar los paralelismos con La Casa del Dragón. Espero vuestros comentarios.

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Hasta el próximo video artículo

La increíble historia real tras Juego de Tronos y La Casa del Dragón
La historia real tras Juego de Tronos y La Casa del Dragón

¿Quién demonios es Neil Gaiman, el creador de Sandman?

¿Quién demonios es Neil Gaiman, el creador de Sandman?
¿Quién demonios es Neil Gaiman, el creador de Sandman?

Bienvenidos adictos a la literatura. hoy nos toca descubrir ¿Quién demonios es Neil Gaiman, el creador de Sandman?

Sandman es considerado uno de los mejores comics de todos los tiempos. Y, además, acaba de estrenarse una serie en Netflix que lo adapta con gran acierto. Aunque eso sí, cosechando grandes elogios y críticas desaforadas a partes iguales.

Por eso, hoy quiero descubriros a su creador Neil Gaiman. Un escritor que, junto con Alan Moore (hace poco hablamos de él en V de Vendetta pero volveremos sobre su figura) revolucionó el comic moderno con una narrativa provocativa y llena de imaginación.

Y después, por supuesto, os recomendaré algunas de sus obras dejando para el final como no puede ser de otra manera, a la excelsa Sandman.

Así que es hora de ponernos la máscara, acariciar el rubí rojo del collar y esparcir un puñado de la arena de los sueños. Comencemos.

Neil Gaiman y Alan Moore

Neil Richard MacKinnon Gaiman es un escritor británico nacido el 10 de noviembre de 1960 en Portchester, Hampshire. Sus padres, procedentes de familias judías del este de Europa, abandonaron sus prácticas religiosas tradicionales por la Cienciología. Esto, sin embargo, no hizo que Gaiman se interesase por la religión. Probablemente, por su carácter contestarlo, contribuyó a decantarle por el agnosticismo, que hoy en día dice profesar.

De niño fue un buen estudiante que, como Jorge Luis Borges, se definía a sí mismo como un mejor lector que escritor. A los cuatro años leía sin ayuda, a los diez ya había devorado los textos de Dennis Wheatley, J. R. R. Tolkien y C. S. Lewis. Fueron ellos, junto a Roger Zelazny, Alan Moore, Lewis Carroll y Ursula K. Le Guin, los autores que lo inspiraron para sumergirse en la aventura de la escritura. Gracias a ellos se fue perfilando su estilo narrativo hasta convertirlo en una de las plumas más importantes de la actualidad.

A inicios de los ochenta, empezó a compatibilizar el periodismo con la literatura. Escribía para varios fanzines y revistas underground. Hacía reseñas sobre libros que había leído y realizaba entrevistas a autores que admiraba. Su objetivo era conocer mejor la industria y conectarse con personas que lo pudiesen ayudar en su carrera. Su primer libro fue una biografía de la banda Duran Duran, que escribió por encargo.

Pero sería la casualidad, al encontrar en una estación de tren una copia de Swamp Thing, uno de los mejores comics escritos por Alan Moore, lo que le hiciera interesarse definitivamente por el comic. De hecho, fue tal el impacto que la obra de Moore causó en Gaiman que, las últimas reservas que este tenía, sobre el mundo de los comics y su potencial para un escritor, se derrumbaron como una baraja de naipes.

Gaiman entabló entonces una fuerte amistad con Alan Moore. De hecho, incluso terminó sustituyendo a éste en la serie de Miracleman y con la novela gráfica Casos Violentos. Esto hizo que la editora de Vertigo, el famoso sello de DC dedicado al cómic de géneros alternativos, Karen Berger, se interesara por él y le ofreciese la posibilidad de escribir la novela gráfica Orquídea Negra.

La obra, que realizó junto con su amigo y por entonces novato ilustrador Dave McKean, fue publicada en 1987, como miniserie de tres números. Fue un completo éxito y supuso que muy pronto DC le ofreciese la realización de una serie regular. La elegido fue The Sandman, en la que repetiría colaboración con McKean.

A partir de aquí, la popularidad de Gaiman se dispararía llevándole a escribir muchos más cómics en diversas editoriales. Como las dos miniseries 1602 y Los eternos para Marvel o ¿Qué le sucedió al cruzado de la capa? para DC.

Con el nuevo siglo, Gaiman fue abandonando poco a poco los cómics para incursionar cada vez más en la literatura con obras como Neverwhere (1996), Stardust (1999), American Gods (2001), Los hijos de Anansi (2005) o El libro del cementerio (2008). Además, también ha escrito poemas, cuentos infantiles y textos de otro tipo como Mitos Nórdicos, una particularísima recreación del folclore escandinavo.

Neil Gaiman se ha convertido en un artista multidisciplinar. Ha escrito biografías, novelas gráficas, literatura infantil, guiones para el cine y la televisión, ha grabado audiolibros y hasta ha desarrollado radioteatros. En los últimos años, se ha introducido en el mundo de la televisión, produciendo y colaborado en los guiones de varias adaptaciones de sus obras. Es el caso de Good Omens, American Gods, Stardust y la recién estrenada serie de Sandman.

En definitiva, un autor polifacético que es la viva demostración de cómo la literatura se relaciona íntimamente con otras expresiones artísticas. Y que de esas relaciones pueden surgir auténticas e inolvidables obras de arte.

Y ahora llega el momento de hablaros de algunas de las obras que a mi particularmente me han gustado más. Empecemos con mi particular ranking de Neil Gaiman:

1. Buenos Presagios

Buenos Presagios es una comedia negra con tintes apocalípticos escrita por Gaiman en colaboración con Terry Pratchett en 1990.

La trama de la obra arranca cuando un ángel y un demonio, el ángel Azirafel y el demonio Crowley, viejos amigos después de convivir largamente en la Tierra, descubren que está a punto de iniciarse el Apocalipsis. Decididos a evitarlo, optan por tutelar al anticristo, aún niño, para influir sobre sus futuras decisiones.

La historia fue concebida en principio como una parodia de los libros de Richard Crompton titulados William the Antichrist. Sin embargo, la creatividad de estos autores terminó por crear una obra desternillante donde no se deja títere con cabeza.

2. American Gods

American Gods es una novela escrita en solitario por Gaiman y publicada en 2001. Aunque no sé si yo diría tanto, para muchos es la obra cumbre de este autor. Se trata de una vuelta de tuerca llena de imaginación a distintas mitologías y fantasías mezcladas con puro folclore estadounidense.

La novela cuenta las aventuras de Sombra (Shadow), que es liberado de prisión debido a la muerte de su mujer en un accidente de tráfico. Sin rumbo ni objetivo en la vida, acepta trabajar para el misterioso Sr. Miércoles (Wednesday), sirviendo como chófer y guardaespaldas. Pronto descubrirá que su nuevo jefe guarda muchos secretos y que acaba de meterse en una guerra entre dioses.

3. Coraline

Publicada en 2002, Coraline se presumía como una apuesta de Gaiman por el género de cuento infantil. Pero, como todo en Gaiman, nada es lo que parece en un primer vistazo y esta obra resulta ser toda una novela de terror para el público más joven. Y, si no, que se lo digan a mis sobrinos que tuvieron pesadillas durante días tras ver su adaptación al cine, en las que gentes con ojos de botones les perseguían.

La novela cuenta cómo la joven Coraline y su familia se mudan de casa. Aburrida y molesta con sus padres, que no le hacen demasiado caso, la muchacha comienza a investigar. Curiosa, descubre que su casa alberga una puerta hacia una versión mucho más divertida y animada de su propio mundo, en donde los ratones cantan y bailan, su madre es atenta y cariñosa, y su padre es un hombre divertido. Sin embargo, Coraline descubrirá que todo esto no es más que una fachada y que este mundo idílico es una trampa, un caramelo envenenado del que tendrá que huir… si no quiere sufrir un destino horrible.

Miuchas veces hemos comentado que las mejores historias surgen de nuestras propias experiencias, temores o sueños. Pues bien, Coraline es un excelente exponente de esto. Neil Gaiman, cuando era niño, vivía con sus padres en una vieja casa donde había una puerta que daba a un muro de ladrillo. El pequeño Gaiman estaba convencido, en sus mundos de fantasía, de que, tras aquella puerta, en realidad se escondía un secreto. El resultado fue que, Neil Gaiman, como autor ya consagrado, se permitió la satisfacción personal de liberar aquellas fantasías infantiles en esta fantástica y perturbadora historia infantil, “Coraline”.

4. Stardust

Aunque su adaptación al cine pasó sin pena ni gloria, lo cierto es “Stardust” es una obra donde Neil Gaiman se introdujo en la novela romántica con bastante acierto. Eso sí, envolviendo todo de su tono fantástico habitual y dotándolo de un tono épico nada desdeñable.

Fue su segunda novela y se publicó en 1999. La fábula trata las aventuras de un joven de la villa de Wall («muro» en inglés), que limita con la tierra mágica de Faerie. Este joven es Tristan Thorn, que decide salir en busca de una estrella que cayó a tierra para así probar su amor a Victoria Forester. Lo increíble ocurre cuando descubre, en el cráter que dejó la estrella en el suelo, a una joven, Yvaine, quien resulta ser la estrella misma bajo forma antropomórfica.

Por cierto, aunque la película Stardust de 2007 (no confundir con el biopic de David Bowie del mismo título de 2020), no fue una producción demasiado acertada, cuenta con un importante punto a su favor. Y es que está protagonizada, ni más ni menos, que por un jovencísimo Charlie Cox. Aquí podéis verle antes de convertirse en Daredevil, personaje que esta misma semana vuelve a la pequeña pantalla en la próxima serie de She HulK.

5. The Sandman

Y ¿Cómo no?, teníamos que terminar con The Sandman, el comic que catapultó a Neil Gaiman a la fama.

En un principio Sandman era un antiguo personaje que Gaiman había querido recuperar para Orquídea Negra, la miniserie que le había encargado DC, a lo que la editorial se negó. Sin embargo, tras el éxito cosechado por crítica y lectores en Orquídea Negra, DC fue consciente de que habían fichado a un escritor muy especial, por lo que se le ofreció la posibilidad, ahora sí, de realizar una serie con Sandman, dotándole de su peculiar visión.

En total fueron 10 arcos narrativos (compuestos por 75 números) que arrancaba relatando cómo Sandman, uno de los Eternos, era apresado por un mago, poniendo en riesgo el mundo de los sueños. Tras ser liberado, Sandman inicia la búsqueda de tres objetos que le han sido robados y que le permitirán recuperar su poder (un saquito de arena, un yelmo y un talismán), para poder así reconstruir su destruido reino.

La serie se convirtió pronto en el buque insignia del sello Vertigo de DC, en el que fue publicada. Su mezcla de mitología clásica y contemporánea, unida al trabajo artístico de los ilustradores (Colleen Doran, Mike Dringenberg, Marc Hempel, Kelley Jones, Jill Thompson y Michael Zulli) y muy especialmente de las portadas de Dave McKean, lo convirtieron rápidamente en uno de los comics más aclamados de la historia.

Sin embargo, lo cierto es que la obra no estuvo exenta de crítica por la inclusión de personajes con una profunda ambigüedad sexual y una estética vanguardista para la época. Crítica que se ha extendido a la actual adaptación en Netflix, donde se ha reprochado el cambio de sexo de alguno de los personajes e incluso la aparición de un personaje travestido. Una crítica llena de prejuicios y además completamente absurda. Lo cierto es que toda la adaptación ha sido supervisada por el propio Gaiman, que, además ha explicado ya en múltiples ocasiones la vocación claramente inclusiva de Sandman desde sus orígenes en viñetas.

El propio Gaiman respondía así a estas críticas:

“¿Así que quieres Sandman sin la gente LGTBI+ que estaba en ella, sin los personajes femeninos que son protagonistas y sin la gente de color? ¿Estás seguro de que seguirá siendo Sandman una vez que tengas eso?”

Neil Gaiman es un escritor que demuestra con la versatilidad de su pluma que en todos los medios puede realizarse literatura de calidad. Además, con su imaginación desbordada y su capacidad casi infinita de encontrar nuevas y originales maneras de relatar mitos e historias, deja patente que, como él mismo dice, no hay tema malo sino mal contado. Y es que Neil Gaiman es ante todo un contador de historias. Historias que el mismo definía así en la introducción de su obra “Humo y espejos”:

“Las historias son, de algún modo, espejos. Las utilizamos para explicarnos cómo funciona el mundo, o cómo no funciona. Las historias, como los espejos, nos preparan para el día de mañana. Nos distraen de lo que acecha en la oscuridad. La fantasía -y toda la ficción es fantasía algún tipo- es un espejo. Un espejo distorsionador, sin duda, y engañoso, colocado en un ángulo de cuarenta y cinco grados con respecto a la realidad, pero al fin y al cabo un espejo, que podemos utilizar para contarnos cosas que de otra manera quizás nos veríamos”.

Y hasta aquí el repaso a este genial escritor, del que nos despedimos con la original respuesta que dio cuando una periodista le preguntó cuál era el secreto para poder crear historias tan originales:

“Aburrirse. Las ideas surgen de soñar despierto, vienen de andar a la deriva. Si quieres tener una buena idea para un libro tienes que aburrirte tanto que tu mente no tenga nada mejor que hacer que contarse una historia”.

Así que, ya sabéis, aburríos mucho. Ose dejo con el vídeo de Youtube y no olvidéis dará un enorme like, si os ha gustado, suscribíos en el blog o el canal de Youtube y dar a la campanita para que os visen cuando suba nuevo contenido al canal.

¿Quién demonios es Neil Gaiman, el creador de Sandman?
¿Quién demonios es Neil Gaiman, el creador de Sandman?

Recomendaciones para el verano 2022

Recomendaciones para el verano 2022
Recomendaciones para el verano 2022

Bienvenidos adictos a la literatura, hoy os traigo mis recomendaciones para el verano 2022.

En las últimas semanas, estamos sufriendo un calor extremo con temperaturas agobiantes. Todo ellos por obra y gracia del cambio climático, que algunos se niegan a ver, esbozando aún el no mires arriba para negar lo evidente.

Sea como fuere, una buena manera de escapar a este calor es una bebida fresquita, mientras leemos un buen libro o disfrutamos de una buena película. Por eso, hoy he querido traeros un video de recomendaciones. Y para que haya para todos los gustos os traigo cine, series, comics y libros, de los que destacaré un clásico a recuperar y una obra actual, para amenizar este verano.

Así que, no los demoremos más, cojamos el hielo, nuestra bebida y, para los más cinéfilos, unas buenas palomitas y empecemos:

Cine

Una buena película ya sea en la sala de cine o en el salón de nuestra casa, siempre constituye una excelente manera de sobrellevar mejor el verano. Y hoy os traigo dos propuestas que estoy seguro que no os defraudaran

1. En busca del arca perdida

Como clásico he querido recuperar esta película titulada originalmente Raiders of the Lost Ark (Indiana Jones en busca del arca perdida en España e Indiana Jones y los cazadores del arca perdida en Hispanoamérica).

Fue dirigida por Steven Spielberg, producida por George Lucas, y estrenada en 1981, situándose como la película con mayores ganancias del año y siendo considerada desde entonces como una de las películas más taquilleras de todos los tiempos. Después, vendrían tres entregas convirtiendo al personaje de Indiana Jones en una de las franquicias más lucrativas del séptimo arte.

¿Y por qué me parece un buen momento para revisitar este clásico? Pues porque precisamente ahora se acaba de terminar el rodaje de la quinta entrega, cuyo estreno se producirá presumiblemente el 30 de junio de 2023. Una vez más Harrison Ford, a sus 80 años de edad, se enfunda la chaqueta de cuero, el sombrero y el látigo para dar una merecida conclusión a la saga. Así que es obligatorio revisitar las películas originales para ir calentando motores.

2. The Black Phone (El teléfono negro)

Y como recomendación de actualidad nada mejor que una buena dosis de terror veraniego con esta película estadounidense dirigida por Scott Derrickson y producida por Jason Blum.  Con un guion de Derrickson y C. Robert Cargill, se trata de una adaptación de un cuento homónimo de Joe Hill.

Esta película ha sido para mí la gran sorpresa de este verano. La trama trata sobre cómo en 1978, un secuestrador de niños en serie apodado «El Captor» actúa impunemente en las calles de un suburbio de Denver (Colorado). Los hermanos Finney y Gwen Shaw, que viven en los alrededores, con un padre, viudo y alcohólico, que los maltrata, se verán avocados a enfrentarse a él.

Tanto visualmente como a nivel de actuación la película resulta sobresaliente. En el reparto destacan: Ethan Hawke, que está sin duda en su mejor momento, que interpreta a “El Captor” y los niños protagonistas, Mon Thames como Finney y especialmente Madeleine McGraw como Gwen, que dan lecciones de actuación en cada toma.

Pero, aparte de todo esto, lo realmente sobresaliente es la trama. Un guion perfectamente elaborado al que no le falta ni le sobra una coma. Toda una lección de como elaborar de forma perfecta una historia, que me ha gustado tanto que estoy pensando en dedicarle un video artículo para estudiar todos sus grandes aciertos en profundidad. Ya me diréis, cuando veáis esta película si os gustaría que hiciésemos un análisis literario de este film.

Series

Pero no solo de cine vive el hombre, gracias a las plataformas de streaming podemos permitirnos el lujo de ver series completas de televisión, donde la elaboración de las historias, al ser más pausada, permite crear grandes historias. Por eso os traigo estas propuestas:

1. Juego de Tronos

Como clásico a recuperar y, a pesar de que no es demasiado antigua, os traigo la serie Game of Thrones (llamada Juego de Tronos en España). Esta serie de fantasía medieval, fue desarrollada por David Benioff y D. B. Weiss y fue producida por la cadena HBO. Su primer episodio se estrenó en abril de 2011 en Estados Unidos y Canadá. Su argumento está inspirado en la serie de novelas Canción de hielo y fuego, escrita por el estadounidense George R. R. Martin.

En otros artículos ya me habéis oído hablar de esta serie y no precisamente para bien. He sido y sigo siendo muy crítico con el final que se le dio en su última temporada. Sin embargo, a pesar de eso, sigo considerándola una de las mejores series de todos los tiempos. Y ahora es un momento excelente para recuperarla y volver a visionarla desde el principio.

El próximo 21 de agosto se estrena su esperado spin off House of the Dragon” (La casa del dragón). Una precuela donde se narra los eventos sucedidos 200 años antes de Juego de Tronos. Además, se acaba de anunciar que habrá una secuela de la serie original, donde se contará lo sucedido con el personaje de John Snow. Quién sabe, quizá esta continuación permita enmendar alguno de los desatinos del final de la serie.

2. The Boys

Y como serie actual hoy os recomiendo The Boys, una serie estadounidense de superhéroes desarrollada por Eric Kripke para Prime Video. Está basada en el cómic del mismo nombre de Garth Ennis y Darick Robertson y sigue a un equipo homónimo de justicieros, en su lucha contra diversos individuos con superpoderes que abusan de sus habilidades.

Sabéis que soy enemigo de la moda actual de justificar la violencia e incluso de usar esta como excusa cómica. De hecho, últimamente vemos como asesinos en serie y auténticos sicópatas son convertidos en protagonistas y se busca la empatía del espectador con ellos, con el peligro que eso conlleva.

Pues bien, The Boys es quizá el máximo exponente de la violencia desatada en la televisión y sin embargo os la recomiendo. No es que me haya vuelto loco, es que para todo hay excepciones. Desde mi punto de vista, en esta serie la violencia no es justificada en sí misma, sino más bien al contrario. Lo que se hace realmente es una crítica, llena de sarcasmo e ironía, de cómo el capitalismo desatado y el fascismo social puede ir pervirtiendo una sociedad.

De hecho, precisamente un elemento principal con el que se juega es como, rebozada en los medios de comunicación social y con el uso abusivo de las redes sociales, la propia sociedad termina por aceptar los principios fascistas, neonazis y ultra violentos del sociópata superhéroe protagonista “El patriota”.

Una serie imperdible que acaba por estrenar su tercera temporada y ya ha sido renovada por la cuarta. Esperemos que no la estropeen.

Comics

En el turno del mundo de los comics, contamos con incontables obras de gran calidad, pero hoy os traigo dos que considero auténticas obras de arte y que me parecen perfectas para un verano de comic:

1. La Tumba de Drácula

Dentro del mundo del terror siempre me ha parecido magistral la obra de Drácula de Braam Stoker. Por su puesto, os animo a leer esta novela, pero ahora lo que toca es hablaros de la que considero la mejor encarnación en el comic de este famoso personaje. Y este comic no es otro que la serie La tumba de Drácula, de Marvel.

Esta serie, recopilada por Panini en 10 tomos, contaba con guiones de Marv Wolfman, entintado de Tom Palmer y dibujo de Gene Colan. Este último un auténtico maestro del uso de las sombras, que brillaba con luz propia especialmente en blanco y negro. Además, también se ha publicado hace muy poco La tumba de Drácula. Magazine, que contiene los seis números de la serie ¡Dracula lives! en un espectacular blanco y negro.

Eso sí, si lo que os gusta son las versiones edulcoradas de los vampiros, llenas de romanticismo para adolescentes, olvidaos de esta obra, porque es este comic Drácula es el auténtico y no hace prisioneros.

2. Blacksad. Todo cae. Primera Parte.

Y como comic actual tenía que traeros esta obra de la que acaba de salir el primer tomo y no tardará mucho en salir su segunda parte.

Blacksad es una serie de novelas gráficas creada y desarrollada por Juan Díaz Canales como guionista y Juanjo Guarnido como dibujante para la editorial francesa Dargaud.  Esta obra es uno de los comics más galardonados del mundo desde hace ya unos cuantos años. Y lo es de forma más que merecida.

Los guiones, enmarcados en los Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial, nos recuerdan las grandes obras de la novela negra y las mejores aventuras de Philip Marlowe o Samuel Spade. Y, en el apartado gráfico, Juanjo Guarnido respira originalidad y creatividad desbocada en cada viñeta. No solo por el diseño zoomorfo de los personajes, sino también por el preciosismo de la ambientación y el uso increíble del color. Juanjo Guarnido tiene un manejo de la acuarela que convierte este cómic en una obra de arte con mayúsculas.

Os recomiendo que busquéis Blacksad Integral, que recopila los primeros cinco tomos para conocer el personaje desde el principio. Y después os embarquéis en la primera parte de Blacksad. Todo cae. Os aseguro que después os comeréis las uñas hasta que aparezca el segundo tomo.

Libros

Y llegamos al plato fuerte de este canal, la literatura. Entenderéis que es un poco complicado escoger sólo dos obras, pero allá vamos:


1. Matar un ruiseñor

En primer lugar y como clásico a recuperar os traigo Matar a un ruiseñor de Harper Lee. Ya os hablé de esta obra estas Navidades en 10 curiosidades navideñas literarias que no sabías, donde os contaba que fue el resultado de un increíble regalo navideño.

Matar a un ruiseñor fue la única obra de su autora, consiguiendo con ella un premio Pulitzer, convirtiéndose así en un clásico de la literatura internacional, que llegó a competir con la Biblia como libro más vendido.

La novela fue publicada en 1960 y está inspirada en las observaciones de la autora sobre su familia y sus vecinos, así como en un incidente ocurrido cerca de su ciudad en 1936, cuando tenía 10 años de edad. La novela trata sobre temas polémicos como la violación sexual, el racismo o la desigualdad social.

Por eso, precisamente, me parece un buen momento recuperarla, ya que, lamentablemente, muchas de las lecciones contenidas en esta obra vuelven a estar ahora más de actualidad que nunca. Increíblemente, vemos un renacer de aquellos que pretenden una vez más matar al ruiseñor.

2. El cuento del lobo

Y como lectura de actualidad os tenia que traer la última novela de Blas Ruiz Grau, El cuento del lobo.

Con su estilo habitual, que te dejará pegado a las páginas de la novela de principio a fin, el autor nos narra cómo, en una tarde cualquiera en un bullicioso centro comercial, mientras el padre espera en la puerta, una madre y su hijo desaparecen. ¿Han sido raptados? ¿Han huido? ¿Cómo han podido salir sin que nadie los viera?

Tengo la fortuna de conocer a Blas Ruiz Grau, con el que he coincidido en alguna presentación literaria. El mismo se define a si mismo como esencialmente un novelista. Y eso es exactamente lo que demuestra en El cuento del lobo. Con este título, casi de los hermanos Grimm, nos vuelve a regalar un thriller sicológico lleno de emoción e intriga. ¿Qué más podéis pedir para este verano?

Y con esto llegamos al final de las recomendaciones literarias de hoy. Espero que me digáis qué os parecen mis sugerencias y que me pongáis en comentarios cuáles son vuestras lecturas este verano y qué otras pelis, series, comics y libros me recomendáis.

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Hasta el próximo video artículo.

Recomendaciones para el verano 2022. Cine, series, comics y literatura
Recomendaciones para el verano 2022

Errores y Aciertos en OBI-WAN KENOBI

Errores y Aciertos en Obi-Wan Kenobi

Bienvenidos adictos a la literatura. Hoy puede decirse que comenzamos nueva temporada cargada de novedades como os explicaba en un reciente artículo. Y lo hacemos con un artículo dedicado, ni más ni menos a que los Errores y Aciertos en Obi-Wan Kenobi. Una serie de televisión, que era la más esperada por los fans de Star Wars, y que esconde importantes lecciones sobre qué se debe y qué no se debe hacer a la hora de construir un buen relato.

La serie de Obi-Wan Kenobi llegaba de la mano de Lucasfilm y de Disney como su producto estrella. La serie se anunciaba como las más esperada por los fans después del éxito cosechado por The Mandalorian, (especialmente en su segunda temporada) y El libro de Boba Fett que, salvo por los episodios en que aparecía precisamente el mandaloriano, pasó sin pena ni gloria entre los aficionados.

En Obi-Wan Kenobi se vería por fin lo ocurrido tras el descenso de Anakin Skywalker al lado oscuro y su enfrentamiento con su antiguo maestro Obi-Wan Kenobi. Se recuperaba, además, a los actores originales Ewan McGregor como Kenobi y Hayden Christiansen como Vader. Todo ello envuelto de un gran presupuesto y un elenco de profesionales del cine y la televisión primera línea. Todo pintaba muy bien, pero ¿cómo fue el resultado? ¿respondió a los esperado por los fans? Y lo más importante ¿consiguieron crear una buena historia?

Pare responder a esto lo mejor es analizar distintos aspectos de la producción para ver qué se ha hecho bien y qué mal. Siempre desde mi punto de vista, claro

1. Ambientación

Considerando la ambientación como todo el dibujo de escenarios, efectos especiales, vestuario en incluso banda sonora, lo cierto es que hay cosas bien solventadas y otras no tanto.

Siendo una serie de televisión, a nivel visual (efectos especiales, vestuario o escenografía) la serie cumple con buena nota. En todo momento se siente que estamos en el mundo de Star Wars, con una calidad que, con sus más y sus menos, guarda el tipo con cualquiera de los films de la franquicia.

Otra cosa muy distinta es cuando hablamos de la banda sonora. En Star Wars la música siempre ha sido un auténtico buque insignia. Las maravillosas bandas sonoras compuestas por John Williams para las películas originales son en gran medida responsables del dramatismo y espectacularidad alcanzado por estas producciones en la gran pantalla.

Sin embargo, en Obi-Wan Kenobi, salvo algunos acordes, salpicados de vez en cuando en la trama, provenientes de las composiciones originales, la música pasa totalmente desapercibida.

Lo curioso es que en la presentación de la serie se anunció que, precisamente con esta serie, John Williams volvía a la franquicia.  Y lo hizo con un tema de cabecera de indudable calidad como siempre. El problema no fue ese, sino la inexplicable decisión de no utilizar uno solo de los temas originales durante la serie.

¡Como hubiese cambiado la primera aparición de Darth Vadar en la pequeña pantalla si hubiese estado acompañada de la marcha imperial!

2. Personajes

Y aquí nos encontramos con uno de los grandes problemas de esta serie. Como ya os comentaba cuando hablamos de la creación de personajes, la caracterización de éstos es fundamental para crear una buena historia. Esto se aplica muy especialmente al protagonista y mucho más aún al antagonista.

Pues bien, cuando narramos una historia secuela de otra anterior, contamos con la ventaja de que muchos de nuestros personajes ya son conocidos por nuestros lectores (en este caso espectadores).

Esto que puede parecer una ventaja a priori, se puede convertir en una auténtica trampa. El problema es que podemos caer en la tentación de pensar que el trabajo ya está hecho y hacer así una caracterización superficial de los personajes que repiten.

Además, se añade una trampa más y es que tenemos que tener mucho cuidado con la coherencia de los personajes en su forma de actuar y en su carácter. Nuestros personajes no pueden variar, de una historia a su secuela sin que por lo menos expliquemos el cambio en profundidad.

Pues bien, en Obi-Wan Kenobi los guionistas caen en estas dos trampas. Tanto el personaje de Obi-Wan como el propio Anakin tienen comportamientos incoherentes con lo visto en las entregas anteriores y son cauterizados de forma sumamente superficial.

Al empezar la serie, Obi-Wan Kenobi, maestro y guerrero Jedi sin igual, se ha convertido en un personaje inseguro que no tiene control sobre la fuerza. Un hombre acabado que vive escondido en una zona remota y dedicado a cortar pescado. Todo esto quiere ser justificado simplemente como la depresión causada por haber fracasado en su lucha con su aprendiz Anakin.

En cuanto a Anakin Skywalker, podemos ver en algunas escenas como tiene el cuerpo destrozado tras su lucha con Obi Wan, por lo que ha de llevar la famosa armadura que le convierte en Darth Vader. A partir de ahí, el personaje se vuelve totalmente plano, buscando una venganza obsesiva de Kenobi. No hay reflexiones, ni remordimientos, ni un relato coherente de cómo este personaje ha llegado a abrazar el lado oscuro de la fuerza con tal pasión.

Reva es otro de los personajes protagonistas que, aunque en esta ocasión es de nueva creación, resulta también completamente fallido. En este caso el gran problema es que en ningún momento se entienden sus motivaciones. Después de verla comportarse de forma sicopática durante toda la serie, al final se nos quiere vender que, en realidad, no es mala. En realidad sólo pretendía vengarse de Darth Vader por asesinar a todos sus compañeros de estudios Jedis e intentar asesinarla a ella misma, cuando era niña.

El problema es que el método escogido por Reva para su venganza no es otro que dedicarse a cazar a sus compañeros Jedis para ganarse la confianza de Darth Vader. Si esto de por sí ya tiene poco sentido, en el último capítulo de la serie, Reva, tras fracasar en matar a Vader, decide vengarse de él asesinando a Luke, su hijo, del que Vader ni siquiera conoce su existencia. En fin, un despropósito difícil de igualar. Aunque lo peor es que amenazan con una serie propia de Reva. Incomprensible.

Por señalar algo positivo, algunos personajes secundarios sí que tienen una mejor caracterización y crean mayor empatía con el espectador. Es el caso de la pequeña Leia Organa, que resulta una auténtica Leia en pequeño; de los padrastros de Luke, a los que por fin comprendemos mejor; o del falso Jedi, Haja Estree, personaje que resulta sumamente interesante y del que el espectador se queda con ganas de saber más.

3. Trama

Si en la caracterización de los personajes ya hay grandes problemas, en la trama encontramos los peores errores de toda la serie.

En primer lugar, hay que decir que la serie de Obi-Wan Kenobi es un relato construido siguiendo el esquema del “Camino del héroe”, que ya os lo explicaba en un pasado artículo que podéis consultar aquí.  En todo caso y resumiendo, la serie sigue el esquema típico en el que un personaje protagonista debe pasar una serie de pruebas para alcanzar su verdadero significado como héroe.

Aunque la serie sigue bastante bien este esquema, el gran problema es que las líneas generales de la trama no se sostienen. Básicamente, la serie nos cuenta como un Obi-Wan, deprimido tras su pelea con Anakin Skywalker, ha abandonado todo, incluso a sus compañeros Jedis, para vivir una vida ermitaña. Tras verse obligado a acudir en ayuda de la princesa Leia, que ha sido secuestrada, Obi-Wan, atraviesa una serie de pruebas, enfrentándose finalmente a Darth Vader, para redescubrirse a sí mismo cono Jedi.

El problema es que a la postre no se produce ningún cambio real en el protagonista. La pelea final es exactamente igual que la pelea original que causa la caída de Kenobi y la perdida de Anakin en el lado oscuro. La decisión de Kenobi, enfrentado al mismo dilema que ya vimos en la gran pantalla, vuelve a ser la misma. Una vez más, Kenobi deja a Vader con vida sabiendo que seguirá destruyendo a los Jedi y a la República. Y para rematarlo, vuelve a Tattonie a su vida anterior de ermitaño perdido en el desierto.

En definitiva, realmente no hay viaje del héroe ni para Kenobi ni para Anakin. Ambos quedan exactamente igual al final de la historia que al principio, con la salvedad de que ahora Kenobi vuelve a controlar la fuerza y ha superado su depresión, aunque no sepamos muy bien por qué.

A parte de este error fundamental de concepto, existen muchos más en las tramas secundarias. De hecho, nos encontramos con algunas escenas que resultan incoherentes; con persecuciones incomprensibles; con curaciones milagrosas e inexplicadas; con viajes instantáneos injustificados de un planeta a otro, con Stormtroopers que, con armadura y todo, caen inconscientes de un solo puñetazo y hasta con una huida que bordea el ridículo, con Leia escondida bajo la túnica de Obi-Wan.

En definitiva, se trata de un guion muy poco trabajado y plagado de inconsistencias.

Como conclusión final, y aunque la crítica puramente cinematográfica se la dejo a los expertos en el tema, os diré que, como relato, la serie de Obi-Wan Kenobi sufre una gran cantidad de carencias que la convierten en un producto menor de la franquicia. Una pena para una serie que se prometía la joya de la corona de las series de Star Wars. Aun así, resulta entretenida si se ve sin pretensiones y se es un fan de Star Wars.

Lógicamente, todo esto es solo mi opinión y supongo que algunos de vosotros no estaréis de acuerdo. Si es así no dudéis en intervenir en los comentarios. Prometo contestaros a todos.

Y con esto llegamos al final del artículo de hoy, espero que os haya gustado. Si es así, ya sabéis suscribíos en el blog o el canal de Youtube y dad a la campanita para que os lleguen las notificaciones.

Hasta el próximo video artículo.

Errores y Aciertos en Obi Wan Kenobi
Errores y Aciertos en Obi-Wan Kenobi

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