Cabecera Jack el destripador

Categoría: Críticas Página 2 de 3

7 novelas sobre el cambio climático que muestran el futuro que nos espera

Cambio climático. 7 novelas que muestran el futuro que nos espera

7 novelas sobre el cambio climático que muestran el futuro que nos espera. Bienvenidos adictos a la literatura. En el último video artículo os hablaba de inclusión y se generó una buena controversia en comentarios. Por cierto, aprovecho para agradeceros a todos, desde aquí, vuestra implicación y participación. Pues bien, esta semana no creo que se quede atrás. Esta vez os traigo otro tema profundamente conflictivo; vamos a abordar el cambio climático y como grandes obras literarias lo han reflejado en sus páginas.

Haré un repaso a 7 novelas sobre el cambio climático que muestran el futuro que nos esper a la vuelta de la esquina. Espero como siempre vuestros comentarios y likes, si os gusta el contenido, para que el canal siga creciendo.

Y ahora, cerremos ventanas y puertas, pongámonos nuestras mascarillas anti polución y empecemos….

Antes de entrar de lleno con las obras de hoy, conviene comentar un poco qué es exactamente lo que está ocurriendo con el clima. El cambio climático es uno de los mayores desafíos que enfrenta la humanidad en la actualidad. La acumulación de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono, en la atmósfera está provocando un aumento de la temperatura global. Esto, a su vez, está impactando en el clima provocando fenómenos, potencialmente catastróficos, como el derretimiento de los glaciares, el aumento del nivel del mar y el aumento de los fenómenos meteorológicos extremos.

Lo organismos internacionales, con la ONU a la cabeza, no se cansan de advertirnos del panorama apocalíptico al que ya hemos empezado a enfrentarnos. Mientras, desde los sectores más reaccionarios de la sociedad, haciendo oídos sordos, se niega lo que ya es patente ante los ojos de cualquiera; el calentamiento global ya está provocando cambios significativos en todos los rincones del planeta. Estos cambios se están, además, acelerando, provocando efectos cada vez más graves en el clima y en los ecosistemas de todo el mundo.

Nuestra supervivencia como especie empieza a estar en juego si no se toman medidas drásticas, adecuadas e inmediatas. Ante este panorama desalentador, numerosas obras literarias han abordado el cambio climático y sus consecuencias apocalípticas. Muchas de ellas fueron también adaptadas después al cine y la televisión. Por eso, hoy quiero hacer un repaso a algunas de las más significativas. Veámoslas:

1. «El mundo sumergido» de J. G. Ballard

El problema del cambio climático ya tuvo una primera aproximación durante la década de los 60. El pionero fue el escritor inglés J.G. Ballard con esta novela de 1962. En sus páginas el deshielo global ha desembocado en un planeta completamente inundado. Un grupo de científicos y militares, que deben desarrollar tareas de investigación y exploración, se ven obligados a afronta además el rescate de los supervivientes de las antiguas ciudades, totalmente cubiertas por las aguas salvo los edificios más altos.

2. «The Coming Global Superstorm» de Whitley Strieber

Esta novela de 1994 presenta una visión apocalíptica de los efectos del cambio climático en la Tierra. La historia adopta un enfoque original y muy realista, en el que el cambio climático modifica las corrientes marinas de forma repentina. El resultado es una inminente glaciación global de la que un equipo de científicos intenta advertir a la población. En 2004, el director Roland Emmerich adaptó al cine la novela con el título El día de mañana, protagonizada por Dennis Quaid y Jake Gyllenhaal.

3. «El Libro del Juicio final» de Connie Willis

Publicada en 1992, esta novela aborda el tema del cambio climático de forma distinta, ya que la trama se desarrolla en un futuro en el que se ha creado una máquina del tiempo capaz de enviar personas al pasado. La protagonista, una historiadora, viaja a la Edad Media para investigar la propagación de la Peste Negra, pero pronto se encuentra luchando por sobrevivir en un mundo en el que el clima se ha vuelto extremo. En 2019, se anunció que la novela sería adaptada como una serie de televisión.

4. «La carretera» de Cormac McCarthy

Esta novela de 2006, que ganó el premio Pulitzer, es una historia apocalíptica que se centra en un padre y su hijo que intentan sobrevivir en un mundo postapocalíptico en el que el clima ha cambiado drásticamente. La novela fue adaptada al cine en 2009 con el mismo título, protagonizada por Viggo Mortensen y Kodi Smit-McPhee.

5. «El romprenieves» de Jacques Lob y Jean-Marc Rochette

En este caso se trata de una novela gráfica de ciencia ficción distópica, en la que la Tierra resulta congelada después de un intento fallido de detener el calentamiento global. Los pocos sobrevivientes de la humanidad viven a bordo de un tren que recorre el mundo sin fin, divididos en clases sociales y enfrentando constantes conflictos y luchas de poder. En 2013, la novela fue adaptada al cine por el director surcoreano Bong Joon-ho, y en 2020 se estrenó una serie de televisión basada en la obra, protagonizada por Jennifer Connelly y Daveed Diggs.

6. «Waterworld» de Peter Rader y David Twohy.

En un futuro en el que el calentamiento global ha derretido los polos y cubierto gran parte de la Tierra con agua, la humanidad vive en barcos y plataformas flotantes en busca de tierra firme y recursos. En 1995, la novela fue llevada al cine con Kevin Costner como protagonista. La película no fue bien recibida por la crítica, pero se convirtió en un clásico y es recordada por su escenario postapocalíptico acuático.

7. “Hijos de los hombres” de Phyllis Dorothy James.

La novela está ambientada en 2021 en Inglaterra, 25 años después de los seres humanos se volvieran completamente infértiles y narra la historia de un pequeño grupo de resistentes que no comparten la desilusión de la población general. En 2006 se estrenó una adaptación de la novela bajo el título Children of Men. La película fue dirigida por Alfonso Cuarón y protagonizada por Julianne Moore y Clive Owen. Esta obra presenta una tremendamente realista aproximación a un futuro que se parece demasiado a nuestro presente.

Y con esto llegamos al fin de este apocalíptico repaso. Me gustaría aprovechar este video artículo para destacar el fundamental papel que la literatura puede jugar, no solo como mero entretenimiento, sino también como medio privilegiado para la denuncia y la concienciación social. Aún disfrazadas de ficción, estas obras nos avisan de un futuro que está a la vuelta de la esquina aguardándonos si no tomamos medidas inmediatas. Medidas que pueden ser desagradables y no gustarnos, pero que son imprescindibles si no queremos vernos a nosotros mismos protagonizando estas obras.

Espero vuestras opiniones y aportes, que seguro que me han faltado muchas obras en el repaso de hoy. Dadle, por favor, al like si os ha gustado, suscribíos al canal de Youtube y aquí en el blog y no olvidéis dar a la campanita para que os lleguen las notificaciones.

Os dejo, como siempre con el video artículo de hoy que incluye, además, un pequeño corto realizado por la Universidad de Lima, cuyo enlace os dejo en comentarios del video). No os lo perdías y, sobre todo, no dejéis que nadie, con sus mensajes negacionistas os impida mirar hacia arriba.

Hasta el próximo video artículo

7 Novelas sobre el Cambio Climático que Predijeron el Futuro 🌍📚 | Ciencia Ficción y Medio Ambiente
7 novelas sobre el cambio climático

Inclusión forzada: Los puntos sobre las íes

Inclusión forzada: Los puntos sobre las íes
Inclusión forzada: Los puntos sobre las íes

Inclusión forzada: Los puntos sobre las íes. Bienvenido adictos a la literatura. Hoy os voy a hablar de algo que está muy de moda y que afecta a muchas obras, libros, películas, series… de la actualidad. Y no es otra cosa que eso que habréis oído nombrar repetidamente como Inclusión Forzada.

Hoy he decidido daros mi opinión absolutamente sincera al respecto. Sé que muchos no estaréis de acuerdo conmigo, así que no os cortéis y espero que me expliquéis vuestros puntos de vista al respecto en comentarios.

Ante todo, y como es lógico, debemos empezar por saber qué es y de dónde sale esto de la Inclusión Forzada.

 El término «inclusión forzada» es una traducción en español del término en inglés «forced diversity», el cual significa, al pie de la letra, diversidad forzada. Entendiendo por «diversidad» el conjunto de grupos minoritarios, grupos marginados por motivo de su género, su origen étnico, su preferencia sexual u otros.

De este modo, la idea de «inclusión forzada», se puede entender como la práctica de incluir obligatoriamente, a una o varias personas de dichos grupos minoritarios, en ámbitos como los laborales, sociales, medios de comunicación (y, por supuesto, en el mundo del entretenimiento; cine, televisión, literatura). Una inclusión cuyo objetivo sería compensar la marginación social de dichas minorías.

Es algo similar a lo que también se ha venido llamando “discriminación positiva”, que, a nivel político, fomenta una serie de políticas y prácticas dentro de un gobierno u organización orientadas a aumentar la representación de determinados grupos, en función de su género, sexualidad, credo o nacionalidad, en ámbitos en los que están infrarrepresentados, como la educación y el empleo.

Pues bien, todo esto, que a priori, suena muy positivamente, arrastra tras de sí una enorme polémica, especialmente en los grandes medios audiovisuales del entretenimiento como el cine y la televisión. Últimamente, asistimos al surgimiento de movimientos que atacan sin cuartel todo lo que huele a inclusión, utilizando términos como ideología de género, propaganda progre, marxismo cultural o corrección política, entre otros.

El argumento típico para sostener estas duras críticas suele ser básicamente que una suerte de ideología progre es la que está fomentando esta inclusión forzada, convirtiéndola en un problema que está afectando la calidad de las películas, series, obras literarias y un largo etcétera.

Algunos de los ejemplos más queridos por estos defensores de las esencias son la película de «Cazafantasmas» de 2016 donde los protagonistas de la querida franquicia pasaron a ser todo mujeres.

Tampoco Disney se ha librado de las acusaciones de destrozar sus clásicos en favor de la diversidad. Unas veces por incluir besos lésbicos o parejas gays y otras por alterar la raza de algún personaje clásico. Algo que se ha notado, y mucho, en las críticas brutales que está sufriendo la película, aun no estrenada, de «La Sirenita» en imagen real. Y todo por haber tenido la osadía de haber puesto como protagonista a una mujer negra.

Otro ejemplo destacado puede ser el ataque sin cuartel de la nueva serie “Los Anillos de Poder” que realiza una nueva adaptación de algunos de los personajes de Tolkien. Una vez más, el haber incluido actores negros en algunas de las razas de los libros de Tolkien, como elfos y enanos, se considera una destrucción del auténtico espíritu de la obra.

Los grupos puristas contrarios a lo que llaman “inclusión forzada” suelen rematar sus argumentos explicando que existe una suerte de lobby, progre, feminista, LGTB, black power y a saber que más, que está imponiendo su agenda ideológica en el mundo del entretenimiento. Los más osados incluso llegan a rematar diciendo que todo obedece a un plan para acabar con la cultura occidental… En fin….

Más allá de estas elucubraciones paranoicas cabe preguntarse ¿hay algo de cierto en estos argumentos? ¿Se está sacrificando la calidad y esencias de las obras por una inclusión no natural de las minorías?

Pues mi opinión personal es que no. Sinceramente, opino que no existe un ápice de razón en ninguno de estos argumentos y esto es así porque se basan principalmente en varias falacias que conviene aclarar. Veámoslas en detalle:

1. El uso de cuotas forzadas para incluir minorías no es natural. Las minorías deberían incorporase de manera natural según evoluciona la sociedad.

Este argumento se basa en un error de base y es considerar que quienes dirigen empresas o crean productos de entretenimiento, por poner un ejemplo, contratan a su personal o diseñan sus productos teniendo en mente la capacidad de las personas, más allá de sus prejuicios personales.

Lo cierto es todo lo contrario; los prejuicios sociales contra las minorías están presentes en cada escalafón de la sociedad y tienden a perpetuarse. Solo hace falta un leve repaso a la historia para comprobar que sólo la lucha política, traducida en leyes, ha ido cambiando nuestras sociedades.

Pensar que una sociedad se va a hacer más inclusiva, plural y tolerante por el devenir de los tiempos es, en el mejor de los casos, de una candidez apabullante. Sólo la creación de leyes y normativas ha hecho que nuestras sociedades evolucionen.

2. La inclusión de minorías adultera la esencia de las obras y afecta negativamente a su calidad.

Para aclarar esta segunda cuestión, cabe preguntarse en primer lugar ¿cuál es la esencia real de las obras? Por pura lógica, si alterar la raza o el sexo de un personaje altera la esencia de una obra, eso significa que, en esas obras, su esencia recae precisamente en el sexo o la raza.

Basta volver sobre algunas de las obras más criticadas para comprobar que todo el argumento es puro artificio. ¿Es la esencia de Cazafantasmas el sexo de los protagonistas? ¿Es la esencia de la Sirenita el color de la piel de la sirena? ¿Es la esencia de la obra de Tolkien el color de los elfos o los enanos?

Este argumento es aún más sangrante cuando se usa en obras de fantasía donde los personajes son completamente imaginarios y no tiene ni siquiera sentido preguntarse por su sexo, raza o tendencias sexuales. Según estos puristas, las hadas sólo pueden ser blancas, al igual que las sirenas, los magos que salen de las botellas, o los elfos y los enanos. Curioso que todos coincidan en adjudicarles la mima raza ¿no?

Y esto me lleva al tercer argumento.

3. Todo esto obedece a un lobby progre que busca acabar con la cultura occidental.

Casi me hace daño tener que argumentar contra esta afirmación, pero ¡Qué le vamos a hacer! Vamos allá:

Empecemos con una pregunta lógica ¿Qué es eso de nuestra cultura occidental? De todos estos añorantes de los valores en declive de nuestra adorada cultura occidental parecer desprenderse que, hasta la aparición de estos terribles progres, vivíamos en un oasis de respeto a la diversidad humana y sobre todo a la calidad y esencia de las obras originales.

Veamos algunos ejemplos de ese oasis de respeto a la calidad, en el que nadie se quejaba de pervertir el espíritu de libros, películas o series:

  • ¿Cómo era el respeto al original de esas adaptaciones del Tarzán de Edagar Rice Borroughs, donde los ayudantes negros sólo decían “Sí, buana” y se despeñaban uno tras otro por acantilados sin fondo? ¿Respondía esto a la esencia de la obra?
  • ¿Cómo calificamos la utilización de actores blancos pintados de negro para simular ser de otras razas a los que, por cierto, en los doblajes en español se les adjudicaba siempre un excelente acento cubano? ¿Era eso una inclusión natural?
  • Y por nombrar alguno de los éxitos de nuestra encomiable cultura occidental en el propio Disney ¿Cómo de respetuoso con la esencia del personaje de Dumbo era representar la comunidad africana como cuervos llamando a uno de ellos casualmente Jim Crow, el mismo nombre que recibió una serie de leyes promulgadas entre 1876 y 1965, a favor de la segregación racial?

Sin embargo, por encima de todas estas consideraciones, el argumento que me parece más devastador contra esta moda de la pérdida de calidad debida a la inclusión forzada, es simple y llanamente que estas críticas se producen antes de que la película o serie en cuestión se estrene.

¿Alguien pude decirme cómo se puede juzgar una obra por un mero teaser y a veces y simple cartel y saber ya el respeto a las esencias o la calidad que tendrá el producto? Esta actitud tiene un nombre y es, simple y llanamente, PREJUICIO (y el que no me crea que simplemente busque su definición en el diccionario).

La utilización de cuotas forzadas de uno u otro tipo, puede no ser el mecanismo ideal, pero es el único que garantiza que las discriminaciones vayan desapareciendo. Si no se usan se perpetúan las discriminaciones. En cuanto a la calidad de un producto audiovisual, ésta no depende de cambiar el sexo o la tendencia sexual de un personaje o su raza, sino de la calidad de su guion, su interpretación y, en definitiva, de la realización del producto en sí.

Lamentablemente, el ser humano siempre está buscando quien le de argumentos para mantener sus prejuicios y más bajos instintos. Queremos que alguien nos diga que si no te parece bien que una mujer protagonice Depredador: La presa no es porque eres machista sino porque es inverosímil que una mujer pueda vencer a un alien. La verdad es que es tan inverosímil como que un soldado con un puñal pueda vencer a un alien con tecnología para cruzar el universo, pero, si crees ese argumento, no tienes que decirte a ti mismo que en tu interior sigue habiendo un machista recalcitrante.

Y esa es mi opinión sobre este tema que no significa que me guste más o menos una serie, película o libro, sino que me niego a prejuzgarlos. Y que considero que la inclusión no solo no atenta contra nuestra querida cultura occidental, sino que es la que hace que realmente merezca la pena.

Espero vuestros comentarios y prometo no censurar a nadie, siempre que vuestras opiniones se expresen con respeto. Dadle al like si os ha gustado, suscribíos al canal de Youtube y aquí en el blog y no olvidéis dar a la campanita para que os lleguen las notificaciones.

Os dejo, como siempre, con el video de esta semana. Hasta el próximo video artículo,

Inclusión Forzada en el Cine: ¿Progreso o Propaganda? 🎬🧩 Análisis Crítico
Inclusión forzada: Los puntos sobre las íes

True Crime: El atractivo del crimen real en cinco obras imprescindibles

El atractivo del crimen real en cinco obras imprescindibles
El atractivo del crimen real en cinco obras imprescindibles

Hoy nos adentramos en el atractivo del crimen real en cinco obras literarias imprescindibles. Pero, antes de nada, quiero pediros disculpas por no haber podido subir antes un nuevo video artículo. Lamentablemente, debido a circunstancias personales mi tiempo se ha visto drásticamente limitado. Aun así, procuraré subiros contendido interesantes aunque tenéis que perdonarme si tardo un tiempo en volver a las frecuencias de subida habituales.

Hoy para compensar volvemos con un tema que no puede dejar indiferente a nadie el “True Crime”. Un género, no tan nuevo, que cada vez ganas más adeptos y en el que, como escritor, he incursionado con mi reciente obraJack el destripador, el mito equivocado.

Por cierto, acaba de publicarse un programa de Caracol Radio en Youtube en el que tuve la ocasión de participar. Fui invitado por Juan Jesús Vallejo a un interesantísimo debate, junto a Alejandro Bernal y Edwin Olaya. No os lo perdáis porque fue realmente apasionante.

Volviendo al true crime, basta nombrar la exitosa y conflictiva serie Dahmer de Netflix para comprender el momento de popularidad que atraviese este conflictivo género.  Lo cierto es que el true crime se ha instaurado en el cine, la televisión y, por supuesto, la literatura. Por eso, hoy seleccionamos cinco libros, que tenéis que leer sí o sí, sobre auténticos crímenes y que os pondrán los pelos de punta.

Revisad puertas y ventanas y no atendáis llamadas de teléfono intempestivas, empecemos….

Antes de lanzarnos a revisar estas escalofriantes obras es conveniente definir qué es exactamente el true crime. Si lo traducimos al español es simplemente “Crimen Real”. Hace referencia a un subgénero narrativo que se caracteriza por la investigación y reconstrucción de crímenes reales, ya sea de forma documental o ficcionada. En definitiva, obras que explotan el atractivo del crimen real

Este género, aunque fue puramente literario en sus inicios, se ha ido extendiendo en otro campos. Hoy podemos encontrar ejemplos de true crime en literatura, periodismo, cine, series o cómics. Siempre cumpliendo las dos normas del género: reconstruyen algún crimen y están basados en hechos reales.

La controversia ha acompañado también desde el principio a este tipo de obras con cuestiones moralmente ambiguas como si este tipo de obras pueden contribuir a elevar a la categoría de héroes a los propios asesinos. Incluso si, en cierto modo, se está relativizando la monstruosidad de sus actos y despreciando a sus víctimas, en una búsqueda del mero beneficio económico.

Desde mi punto de vista, estas críticas están justificadas en muchas obras habidas de morbo. Obras que son explotadas en series y películas sin más afán que ganar dinero y sin aportar realmente ningún valor añadido a nuestros conocimientos sobre este tipo de criminales.

Sin embargo, otras obras, especialmente literarias sí que son de una calidad innegable. Algunas de ellas nos han aportado puntos de vista novedosos y conocimiento invaluables sobre el lado más oscuro del ser humano. Y es de esas obras de las que voy a hablaros hoy. Así que, y nunca mejor dicho, pongamos manos a la obra:

1. A sangre fría de Truman Capote

En 1959, el autor Truman Capote y su amiga Harper Lee, la autora de la inolvidable Matar a un ruiseñor,  viajaron a Kansas para investigar el cuádruple asesinato de una familia. Entrevistaron a los residentes e investigadores asignados al caso y tomaron miles de páginas de notas. Los asesinos Richard Hickock y Perry Smith fueron arrestados seis semanas después de los asesinatos y luego ejecutados por el estado de Kansas.

Tras pasar más de 6 años trabajando en su obra, Capote publicó A sangre fría, ganando un éxito sin parangón e iniciando de facto el género del “True Crime”.

A sangre fría no sólo supuso una revolución literaria sino que supuso también la aparición en el mundo del periodismo de la corriente conocida como nuevo periodismo. El nuevo periodismo es una corriente periodístico-literaria que nace en los años 60. Se define como una corriente rompedora en el periodismo e innovadora en literatura que persigue llevar a cabo una investigación periodística exhaustiva basada en hechos reales y explicar la historia con un tono literario. Uno de los primeros estudiosos del movimiento fue el escritor y periodista Tom Wolfe.

2. Helter Skelter de Vincent Bugliosi

Si A sangre fría supuso una auténtica revolución y el nacimiento del True Crime, es la obra Helter Skelter  escrita  por Vincent Bugliosi, la novela basada en un crimen real más vendida de todos los tiempos.

Vincent Bugliosi fue fiscal en el juicio de 1970 contra Charles Manson, tras los terribles crímenes que “su familia« cometió en California y conmocionaron al mundo por su brutalidad y aparente sin sentido.

El libro incluye relatos de primera mano, así como la investigación exhaustiva  de los homicidios y la eventual detención de Charles Manson y los componentes de su «familia». Lo más impactante es la reconstrucción de los crímenes que realiza el autor y como introduce al lector en la investigación del caso a medida que aparecen nueva evidencia y nuevos testigos.

Cuando Vincent Bugliosi murió en 2015, se calcula que ya se habían vendido más de 7 millones de ejemplares de su obra, cifra que sigue creciendo de forma imparable hasta nuestros días.

3. Killers of the Flower Moon de David Grann

En la década de 1920 la Nación Indígena Osage de Oklahoma descubrió depósitos de petróleo debajo de sus tierras, con lo que pasaron de ser una nación pobre a un territorio rico. Aquello en lugar de suponer una mejora de vida para los Osage se convirtió sin embargo en una tragedia. El problema vino porque el gobierno decidió que ellos no eran aptos para cuidar de sus propias riquezas, así que designó a sus vecinos blancos como guardianes. Aquello desembocó en una serie de asesinatos, robos y traiciones.

David Grann desgrana lo ocurrido desnudando las vergüenzas de un sistema corrupto y racista. Como curiosidad comentar que Martin Scorsese y Leonardo DiCaprio llevan años trabajando juntos para llevar una adaptación de este libro a la gran pantalla.

4. El adversario de Emmanuel Carrère

El 9 de enero de 1993, Jean-Claude Romand mató a su mujer, sus hijos, sus padres e intentó, sin éxito, darse muerte. La investigación reveló que no era médico, tal como pretendía  y que prácticamente había mentido en todo desde los dieciocho años. A punto de verse descubierto por su familia, prefirió asesinarlos antes que soportar sus reproches. Fue condenado a cadena perpetua.

Emmanuel Carrère asistió al juicio y escribió posteriormente El adversario, una obra escalofriante que ha llegado a ser comprada con la mismísima A sangre fría de Truman Capote. Un auténtico viaje al corazón más negro de un ser humano que ha sido muy valorado por la crítica.

5. La condesa sangrienta de Penrose Valentine

Penrose Valentine fue una escritora y artista plástica francesa vinculada al surrealismo. Cuando conoció la historia de Erzsébet Báthory viajó a Austria y Hungría para documentarse profusamente.  El resultado fue su obra La condesa sangrienta.  Un relato histórico que fue un éxito desde su lanzamiento e impresionó a los surrealistas.

La obra se sumerge en la historia real de Erzsébet Báthory, apodada «la condesa sangrienta». Una mujer cuya historia inspiraría incontables relatos y personajes del mundo del terror como el propio conde Drácula, pero que fue terriblemente real. Se decía de ella que poseía una belleza magnética y que fue precisamente su fijación por la juventud lo que la llevó al mundo de la brujería y el sadismo. Se le atribuyen la tortura y asesinato de más de seiscientas doncellas, que sufrieron una muerte atroz en su Castillo de Csejthe.

El gran problema del True Crime es también su gran virtud y es que el hecho de que se trate de historias reales con asesinos y víctimas reales, confiere a este género la capacidad para impactar al lector como ningún otro. En todos nosotros existe la necesidad de entender como lo más monstruoso convive con lo más hermoso en el interior del ser  humano y eso explica el atractivo del crimen real y hace a estas obras tan increíblemente atrayentes.

Sin embargo, éste es también su gran problema ya que la frontera entre entender y justificar a veces se diluye. Y, aunque parezca increíble, estos  monstruos para la mayoría de nosotros simplemente despreciables, para otras personas pueden convertirse en ídolos o lo que es mucho peor, en auténtica inspiración.

Yo he incursionado en este género con mi libro de investigación Jack el destripador, el mito equivocado. Una obra que me está dando grandes alegrías, pero os confieso que ha sido, sin duda, la obra más compleja que he escrito jamás. Y no sólo por la investigación de casi cinco años que tuve que llevar a cabo, sino por la dificultad para construir un relato fiel a la realidad intentando apartarme del morbo y mantener el respeto a todas las víctimas de este terrible asesino.

Os dejo, como siempre, con el video artículo de esta semana. No olvidéis dar al like si os ha gustado, suscribíos (aquí y al canal de Youtube) y dad a la campanita para que os avisen cuando suba un nuevo vídeo.

Hasta el próximo video artículo.

5 libros sobre crímenes reales que os pondrán los pelos de punta
El atractivo del crimen real en cinco obras imprescindibles

Curiosidades asombrosas de Tolkien (hablamos también de Los Anillos de Poder)

Curiosidades asombrosas de J. R. R. Tolkien
Curiosidades asombrosas de Tolkien

Bienvenidos adictos a la literatura, hoy descubrimos 14 curiosidades asombrosas de Tolkien. Ya queda muy poco para el final de la primera temporada de la esperada serie “El Señor de los Anillos: los Anillos de Poder”. Por eso, es el momento perfecto para volver atrás la vista sobre el inolvidable escritor británico J. R. R. Tolkien. Y lo vamos a hacer con un nuevo video dedicado a curiosidades literarias.

Seguro que muchas os van a sorprender y os darán una visión completamente distinta sobre sus obras. Además, al final del artículo os dejaré mi opinión personal y sincera sobre la serie “Los anillos del Poder”, que tanta controversia ha causado entre los aficionados a los mundos de Tolkien.

Y para comenzar, como siempre, lo primero es dar un somero repaso a la biografía de J. R. R. Tolkien para conocerlo un poco mejor.

J. R. R: Tolkien

Aunque se considera a Tolkien un autor británico, lo cierto es que nació el 3 de enero de 1892 en la ciudad de Bloemfontein, en el Estado Libre de Orange (actual Sudáfrica). Su nombre real es John Ronald Reuel Tolkien y sus padres fueron Arthur Reuel Tolkien y Mabel Suffield.

Su padre falleció el 15 de febrero de 1896 a causa de una fiebre reumática, por lo que su familia se trasladó a Birmingham, mudándose a la localidad de Sarehole. Tolkien contaba solo con 4 años de edad, pero ya sabía leer aprendiendo a escribir muy poco después. A tan temprana edad incluso aprendió las bases del latín gracias a las lecciones que recibía de su propia madre.

Lamentablemente, con tan sólo 12 años, Tolkien perdió a su madre en 1904 debido a complicaciones de la diabetes que padecía. El y su hermano pequeño, Hilary, quedaron entonces al cuidado del padre Francis Xavier Morgan, sacerdote católico (de origen jerezano) del Oratorio de Birmingham.

En 1908 Tolkien conoció a Edith Mary, la mujer que se convertiría en el amor de su visa. Sin embargo, el padre Morgan, a cargo de su educación le prohibió mantener contacto alguno con ella hasta que tuviera 21 años, la mayoría de edad.

Tolkien cursó estudios en la King Edward’s School donde formó junto a sus amigos la Tea Club and Barrovian Society (T.C.B.S.), una hermandad que solía reunirse en los grandes almacenes Barrow para tomar el té (de ahí su nombre), charlar, divertirse, recitar a los clásicos o sus propias composiciones.

Con 19 años, viajó a Suiza con otros doce compañeros. Esta experiencia en los Alpes sería, como el mismo reconoció después, la inspiración en la que se basó a la hora de relatar la travesía de Bilbo a través de las Montañas Nubladas en «El Hobbit».

Nada más cumplir los 21 años, Tolkien declaró su amor a Edith y ambos se comprometieron en enero de 1913, y se casaron en Warwick el 22 de marzo de 1916.

En 1914, la vida de Tolkien se vio sacudida brutalmente por el estallido de la Primera Guerra Mundial. En 1915, se graduó en Oxford con una mención de honor en Literatura y Lengua Inglesas. Inmediatamente después se alistó en el ejército como oficial de comunicaciones en el 11º Batallón de los Fusileros de Lancashire.

Con su batallón participó en la Batalla del Somme (1 de julio – 18 de noviembre de 1916), en la que vio morir a muchos de sus amigos. Esta confrontación con más de 95.000 muertos y unos 323.000 heridos, se considera la batalla más sangrienta del Ejército Británico.

El 27 de octubre, Tolkien enfermo, víctima de la llamada fiebre de las trincheras, y el 8 de noviembre fue trasladado a Inglaterra. Sería durante su convalecencia que comenzaría a escribir el conjunto de historias y leyendas de los Días Antiguos de la Tierra Media, al que llamó «El libro de los cuentos perdidos«.

Gracias a sus amplios conocimientos en filología y a haber participado en la redacción del Oxford English Dictionary, Tolkien comenzó a trabajar como profesor no titular de Lengua Inglesa en la Universidad de Leeds. Tras alcanzar el rango de profesor pasó por distinto cargos, casi siempre vinculados a la universidad de Oxford.

En 1926 conoció a C. S. Lewis, profesor de la Universidad como él y creador de “Las crónicas de Narnia”. Ambos formaron los Inklings, un club literario del que también formaron parte otros académicos y escritores de Oxford como Charles Williams y Owen Barfield. Solían reunirse en pubs como The Eagle & Child, y durante sus encuentros leían sus escritos y se criticaban entre ellos.

Tolking y Edith tuvieron cuatro hijos, el sacerdote John Francis Reuel, Michael Hilary Reuel, Christopher Tolkien y Priscila Anne Reuel. Fue precisamente para sus hijos por lo que Tolkien escribió un cuento infantil titulado «El Hobbit», que fue publicado en 1937 gracias a la insistencia de C. S. Lewis. Casi de inmediato, su editor le pidió que escribiera una secuela, pues el público demandaba más historias sobre los hobbits. Y fue así como Tolkien comenzó a escribir la que sería su obra maestra y cumbre de la literatura fantástica del siglo XX: «El Señor de los Anillos», cosechando el éxito que todos conocemos.

Tolkien se jubiló en 1959 y en 1968, él y Edith se mudaron a la localidad de Bournemouth. Edith murió el 29 de noviembre de 1971. Tolkien se sumió en una fuerte depresión de la que nunca se recuperó, muriendo el 2 de septiembre de 1973. Un año y medio antes de morir fue nombrado Comendador de la Orden del Imperio Británico por la reina Isabel II el 28 de marzo de 1972, año en el que también la Universidad de Oxford le nombró Doctor Honoris Causa en Letras.

Y ahora llega el momento de adentrarnos en las Curiosidades asombrosas de Tolkien, que rodearon la vida y obra de este fantástico autor.

1. Tolkien fue secuestrado.

Cuando sólo era un bebé y mientras aún vivía en Sudáfrica, un joven criado africano lo tuvo secuestrado un día entero. Al parecer estaba tan fascinando con el niño de piel blanca que se lo llevó a su casa para mostrárselo a su familia. Afortunadamente al día siguiente regresó al bebé.

2. Tolkien el temerario.

Especialista en filología Tolkien aseguró que su apellido “Tolkien” significaba realmente en temerario. Algo que, si se me permite la broma, parece desmentir su aversión a los coches. Les tenía tanto miedo que pasó la mayor parte de su vida adulta utilizando bicicletas y trenes.

3. Odiaba a Shakespeare.

Aunque parezca increíble para uno de los mejores especialistas y profesores en literatura inglesa de todos los tiempos, a Tolkien no le gustaba Shakespeare. El decía que “no le gustaba cordialmente” porque le había cogido manía por el tiempo que tuvo que pasar estudiándolo en la escuela.

4. Hablaba y entendía al menos 20 idiomas.

Fue un prodigio de la lengua desde su infancia, antes de entrar en el colegio ya sabía latín, alemán y francés. Llegó a aprender más de 20 idiomas, especialmente lenguas muertas como Galés Medieval, Antiguo Inglés y Lombárdico. Y además inventó muchos otros como el Quenya, fundamental en sus obras sobre la Tierra Media, de los que incluso existen gramáticas completas.

5. Bromista y amante de la diversión

A Tolkien siempre le gustaron las bromas y la diversión. Se cuenta que, junto a Edith, solía disfrutar arrojando cubos de azúcar a los sombreros de peatones inocentes desde un balcón. E incluso que, durante su primer semestre en Oxford, robó un autobús público para pasear con sus amigos.

6. Un profesor peculiar.

Al parecer ni siquiera cuando Tolkien empezó a dar clases abandonó su espíritu bromista. Solía llegar a sus clases en la Universidad de Oxford usando una armadura medieval. Cuando les enseñaba «Beowulf» a sus estudiantes, interrumpía en el salón vistiendo una cota de malla y gritando los primeros versos del poema (por supuesto, en Inglés Antiguo).

7. Tolkien el dibujante.

El dibujo, la ilustración y la pintura fueron también algunos de los talentos menos conocidos de Tolkien. De hecho, dibujó las ilustraciones de las primeras ediciones de sus obras, incluidas algunas de las primeras portadas. Las ilustraciones que realizó para «El Señor de los Anillos» son sutiles obras en acuarela y lápiz, de indudable calidad, que trasmiten la mágica sensación de los mundos encantados y misteriosos que narra en sus libros.

8. El Hobbit

Tolkien escribió la primera línea de «El Hobbit» mientras calificaba unos trabajos de la universidad. Encontró una hoja en blanco en uno de ellos y escribió “En un agujero en el suelo vivía un hobbit”.

Era una historia inicialmente creada para sus hijos en un lenguaje que todo el mundo pudiera leer. Tolkien no pretendía publicarla, pero la insistencia de C S. Lewis le hizo llevarlo a su editor. Sin embargo, El Hobbit aún se enfrentó a un nuevo problema; Stanley Unwin, el editor, decidió que su hijo pequeño lo leyera. Sólo tras el visto bueno de éste fue publicado finalmente en 1937.

Como curiosidad adicional, la palabra «hobbit» no es invención de Tolkien, sino que se recoge en un diccionario británico del siglo XIX para designar a una «persona pequeña».

9. Tolkien era un hobbit.

Tolkien se consideraba un hobbit. «Soy un hobbit en todo menos en el tamaño», refiriéndose a que le gustaba la tranquilidad, los jardines, los árboles, la naturaleza, disfrutar de la suave brisa de la mañana… y, por encima de todo eso, la cerveza.

10. El Señor de los Anillos no es una trilogía.

En realidad, se trata de un solo libro. El problema era que, debido a su extensión, el editor de Tolkien insistió en imprimirlo como una trilogía, tanto por la escasez de papel después de la Segunda Guerra Mundial, como por el riesgo económico que significaba publicar una novela tan larga de fantasía.

Al final fue dividido en tres partes: La Comunidad del Anillo, Las dos torres y El retorno del Rey. Títulos dados por el editor y que no gustaron en absoluto a Tolkien que sólo salvaba el de “La Comunidad del Anillo” y odiaba especialmente “El retorno del Rey” ya que le parecía que revelaba demasiado de su contenido.

11. Arda es la Tierra

Una vez más, y como todo buen escritor, Tolkien se apegó al mundo real para re imaginarlo en sus obras. De esta manera, el mundo de Arda (mundo ficticio donde se desarrolla toda la obra de Tolkien) está basado en la Tierra. La Tierra Media sería Europa y la Comarca estaría situada en Oxford, Reino Unido.

Baste como ejemplo de estas inspiraciones recurrentes en la obra el hecho de que el agujero en el que vive Bilbo Baggins, Bag End (Bolsón Cerrado), lleva el nombre de la granja de la tía de Tolkien. O también como la famosa frase de Gandalf “No pasarás” es una alusión a una famosa consigna propagandística que precedió a la Primera Guerra Mundial.

12. Sam era el verdadero protagonista.

Tolkien siempre consideró al personaje de Sam Gamgee como el verdadero héroe de “El señor de los anillos”. Esto que puede sorprender a algunos se entiende mejor si se tiene en cuenta que Sam es capaz de resistir la tentación del anillo e incluso de sobrevivir a una torre llena de orcos. Por no hablar de como al final carga a Frodo en su espalda atravesando un volcán, mientras ambos sufren de hambre y deshidratación.

Es un personaje que demuestra como la verdadera heroicidad a veces no es tan reconocida. Representa a todas esas personas sin cuyos actos de heroicidad los héroes oficiales no hubiesen logrado nunca sus supuestas gestas.

13. Tolkien acertó el año de su muerte.

Como una de esas increíbles coincidencias que suelen rodear el mundo de la literatura, hay quienes consideran que Tolkien predijo de una manera un tanto peculiar la fecha de su muerte. En «El Señor de los Anillos», los elfos recibieron tres anillos, los enanos siete, los hombres nueve y el Señor Oscuro uno. El número resultante es 3791, que, leído del revés, es 1973: la fecha de su muerte.

14. Una historia de amor de novela.

La historia de amor que unió a Tolkien con su mujer Edith, de la que estuvo enamorado desde los 16 años hasta el día de su muerte, tuvo su reflejo en sus obras.

Su mujer sirvió de inspiración para el personaje de Lúthien, una elfa —«la más bella entre los hijos de Ilúvatar»— que renunció a la inmortalidad para salvar a su amado, Beren.

De hecho, Tolkien pidió ser enterrado junto a su esposa al morir y en la lápida, bajo el nombre de cada uno, está escrito «Beren» y «Lúthien».

Los Anillos de Poder

Como veréis, Tolkien fue todo un personaje que ya arrastró mucha controversia en vida. Controversia cuyo último episodio lo estamos viviendo con la recién estrenada serie “Los Anillos de Poder”. Y como os he prometido os voy a dejar mi opinión sincera al respecto.

En primer lugar, deciros que, a mí la serie, en una valoración general, me está gustando. Como elementos a destacar os diría que a nivel visual es simplemente espectacular. Los paisajes abiertos y la recreación de los distintos entornos son completamente apabullantes. Los efectos especiales están en general muy bien resueltos y las batallas y enfrentamientos me parecen correctamente coreografiados.

Ahora bien, dicho esto, la gran pregunta es ¿es una adaptación fiel del mundo de “El Señor de los Anillos”? ¿Es fiel al canon de Tolkien?  Es más ¿está la serie a la altura de la trilogía cinematográfica original?

Sin que me considere, ni mucho menos un experto en Tolkien o su obra, lo cierto es que siendo rigurosos la serie no sigue el canon de Tolkien. Es cierto que ha reinterpretado situaciones y personajes, inventando incluso alguno nuevos. Sin embargo, para mí esto no es ningún defecto.

Como escritor no entiendo eso de los cánones tan de moda actualmente. Cuando escribo una novela juego con un mundo que ha salido de mi imaginación, si alguien en el futuro quiere continuar alguna de mis obras, me parecería injusto encorsetarles a mis ideas y no dejarle jugar con nuevos conceptos o interpretaciones.

El mundo es progreso y cambio no estancamiento y respeto a cánones rígidos e inamovibles. ¿Alguien se imagina que tuviésemos que representar obligatoriamente todas las obras de Shakespeare tal cual las representaba él en los teatros londinenses del siglo XVI? ¿Dónde estarían las adaptaciones modernas? ¿Sabíais que en 1911 Gordon Craig intentó incluso una adaptación cubista de Hamlet?

No obstante, es cierto que existe un espíritu, una intención, un alma etérea que vertebra cualquier obra literaria o artística que sí que es importante respetar cuando se hace una adaptación de cualquier tipo. Pero esto no significa encorsetar absurdamente la fantasía a un aspecto físico, una raza o un sexo determinado. Eso es simplemente racismo o sexismo excusado bajo la facilona fórmula del canon.

Sin embargo, también es cierto que no es fácil saber cuál es esa intencionalidad tras una obra. En el caso de Tolkien algunos vieron claramente que Sauron era simplemente Stalin y que el Señor de los anillos era una obra anticomunista. Probablemente algunos incluso lo seguirán pensando aún a pesar de que el propio Tolkien lo desmintió con el rotundo argumento de que la obras estaba concebida mucho antes de la revolución rusa.

Incluso los nazis creyeron ver en la obra una afirmación de la supremacía racial germánica.  Los editores alemanes llegaron a escribir a Tolkien para preguntarle si era de ascendencia aria. Tolkien, que siempre defendió que el partido nazi y su antisemitismo era algo pernicioso y acientífico, respondió con una carta que merece la pena reproducir:

[…] si debo entender que quieren averiguar si soy de origen judío, solo puedo responder que lamento poder afirmar que no tengo antepasados que pertenezcan a ese dotado pueblo. […] me he acostumbrado a considerar mi apellido alemán con orgullo, y seguí considerándolo así durante todo el período de la lamentable pasada guerra, durante la cual serví en el ejército inglés. Sin embargo, no puedo dejar de comentar que, si averiguaciones impertinentes e irrelevantes de esta especie han de convertirse en la regla en cuestiones relacionadas con la literatura, no está entonces distante el momento en que tener un apellido alemán deje de ser fuente de orgullo.

Por todo esto ¿Quién es capaz de decir a ciencia cierta cuál era la intencionalidad final de las obras de Tolkien o de cualquier otro escritor?

En definitiva, una adaptación como “Los Anillos de Poder”, que además no se basa en ningún libro concreto de Tolkien, no puede ser juzgada como si de otra obra de Tolkien se tratara. Es una obra nueva para una época distinta que merece la oportunidad de realizar una nueva interpretación de las obras de este autor y que debe ser juzgada por sí misma, por sus cosas buenas y sus cosas malas (y no cabe duda de que hay de ambas).

Y con esto llegamos al final del video artículo de esta semana. Por supuesto espero vuestras opiniones en comentarios. Que, naturalmente no tienen por qué coincidir con la mías, así que contadme vuestra opinión sobre Tolkien y también sobre esta nueva serie.

Os recuerdo que sigo subiendo recopilaciones musicales para ayudaros e inspiraros a escribir y leer y que esta semana os dejo la mejor música de terror (pulsad en el enlace si os atrevéis ahora que se acerca Halloween).

Os dejo, como siempre, con el video artículo de esta semana. No olvidéis dar al like si os ha gustado, suscribíos (aquí y al canal de Youtube) y dad a la campanita para que os avisen cuando suba un nuevo vídeo.

Hasta el próximo video artículo.

Curiosidades asombrosas de J. R. R. Tolkien. Y además mi opinión de Los Anillos de Poder
Curiosidades asombrosas de J. R. R. Tolkien

¿Quién demonios es Neil Gaiman, el creador de Sandman?

¿Quién demonios es Neil Gaiman, el creador de Sandman?
¿Quién demonios es Neil Gaiman, el creador de Sandman?

Bienvenidos adictos a la literatura. hoy nos toca descubrir ¿Quién demonios es Neil Gaiman, el creador de Sandman?

Sandman es considerado uno de los mejores comics de todos los tiempos. Y, además, acaba de estrenarse una serie en Netflix que lo adapta con gran acierto. Aunque eso sí, cosechando grandes elogios y críticas desaforadas a partes iguales.

Por eso, hoy quiero descubriros a su creador Neil Gaiman. Un escritor que, junto con Alan Moore (hace poco hablamos de él en V de Vendetta pero volveremos sobre su figura) revolucionó el comic moderno con una narrativa provocativa y llena de imaginación.

Y después, por supuesto, os recomendaré algunas de sus obras dejando para el final como no puede ser de otra manera, a la excelsa Sandman.

Así que es hora de ponernos la máscara, acariciar el rubí rojo del collar y esparcir un puñado de la arena de los sueños. Comencemos.

Neil Gaiman y Alan Moore

Neil Richard MacKinnon Gaiman es un escritor británico nacido el 10 de noviembre de 1960 en Portchester, Hampshire. Sus padres, procedentes de familias judías del este de Europa, abandonaron sus prácticas religiosas tradicionales por la Cienciología. Esto, sin embargo, no hizo que Gaiman se interesase por la religión. Probablemente, por su carácter contestarlo, contribuyó a decantarle por el agnosticismo, que hoy en día dice profesar.

De niño fue un buen estudiante que, como Jorge Luis Borges, se definía a sí mismo como un mejor lector que escritor. A los cuatro años leía sin ayuda, a los diez ya había devorado los textos de Dennis Wheatley, J. R. R. Tolkien y C. S. Lewis. Fueron ellos, junto a Roger Zelazny, Alan Moore, Lewis Carroll y Ursula K. Le Guin, los autores que lo inspiraron para sumergirse en la aventura de la escritura. Gracias a ellos se fue perfilando su estilo narrativo hasta convertirlo en una de las plumas más importantes de la actualidad.

A inicios de los ochenta, empezó a compatibilizar el periodismo con la literatura. Escribía para varios fanzines y revistas underground. Hacía reseñas sobre libros que había leído y realizaba entrevistas a autores que admiraba. Su objetivo era conocer mejor la industria y conectarse con personas que lo pudiesen ayudar en su carrera. Su primer libro fue una biografía de la banda Duran Duran, que escribió por encargo.

Pero sería la casualidad, al encontrar en una estación de tren una copia de Swamp Thing, uno de los mejores comics escritos por Alan Moore, lo que le hiciera interesarse definitivamente por el comic. De hecho, fue tal el impacto que la obra de Moore causó en Gaiman que, las últimas reservas que este tenía, sobre el mundo de los comics y su potencial para un escritor, se derrumbaron como una baraja de naipes.

Gaiman entabló entonces una fuerte amistad con Alan Moore. De hecho, incluso terminó sustituyendo a éste en la serie de Miracleman y con la novela gráfica Casos Violentos. Esto hizo que la editora de Vertigo, el famoso sello de DC dedicado al cómic de géneros alternativos, Karen Berger, se interesara por él y le ofreciese la posibilidad de escribir la novela gráfica Orquídea Negra.

La obra, que realizó junto con su amigo y por entonces novato ilustrador Dave McKean, fue publicada en 1987, como miniserie de tres números. Fue un completo éxito y supuso que muy pronto DC le ofreciese la realización de una serie regular. La elegido fue The Sandman, en la que repetiría colaboración con McKean.

A partir de aquí, la popularidad de Gaiman se dispararía llevándole a escribir muchos más cómics en diversas editoriales. Como las dos miniseries 1602 y Los eternos para Marvel o ¿Qué le sucedió al cruzado de la capa? para DC.

Con el nuevo siglo, Gaiman fue abandonando poco a poco los cómics para incursionar cada vez más en la literatura con obras como Neverwhere (1996), Stardust (1999), American Gods (2001), Los hijos de Anansi (2005) o El libro del cementerio (2008). Además, también ha escrito poemas, cuentos infantiles y textos de otro tipo como Mitos Nórdicos, una particularísima recreación del folclore escandinavo.

Neil Gaiman se ha convertido en un artista multidisciplinar. Ha escrito biografías, novelas gráficas, literatura infantil, guiones para el cine y la televisión, ha grabado audiolibros y hasta ha desarrollado radioteatros. En los últimos años, se ha introducido en el mundo de la televisión, produciendo y colaborado en los guiones de varias adaptaciones de sus obras. Es el caso de Good Omens, American Gods, Stardust y la recién estrenada serie de Sandman.

En definitiva, un autor polifacético que es la viva demostración de cómo la literatura se relaciona íntimamente con otras expresiones artísticas. Y que de esas relaciones pueden surgir auténticas e inolvidables obras de arte.

Y ahora llega el momento de hablaros de algunas de las obras que a mi particularmente me han gustado más. Empecemos con mi particular ranking de Neil Gaiman:

1. Buenos Presagios

Buenos Presagios es una comedia negra con tintes apocalípticos escrita por Gaiman en colaboración con Terry Pratchett en 1990.

La trama de la obra arranca cuando un ángel y un demonio, el ángel Azirafel y el demonio Crowley, viejos amigos después de convivir largamente en la Tierra, descubren que está a punto de iniciarse el Apocalipsis. Decididos a evitarlo, optan por tutelar al anticristo, aún niño, para influir sobre sus futuras decisiones.

La historia fue concebida en principio como una parodia de los libros de Richard Crompton titulados William the Antichrist. Sin embargo, la creatividad de estos autores terminó por crear una obra desternillante donde no se deja títere con cabeza.

2. American Gods

American Gods es una novela escrita en solitario por Gaiman y publicada en 2001. Aunque no sé si yo diría tanto, para muchos es la obra cumbre de este autor. Se trata de una vuelta de tuerca llena de imaginación a distintas mitologías y fantasías mezcladas con puro folclore estadounidense.

La novela cuenta las aventuras de Sombra (Shadow), que es liberado de prisión debido a la muerte de su mujer en un accidente de tráfico. Sin rumbo ni objetivo en la vida, acepta trabajar para el misterioso Sr. Miércoles (Wednesday), sirviendo como chófer y guardaespaldas. Pronto descubrirá que su nuevo jefe guarda muchos secretos y que acaba de meterse en una guerra entre dioses.

3. Coraline

Publicada en 2002, Coraline se presumía como una apuesta de Gaiman por el género de cuento infantil. Pero, como todo en Gaiman, nada es lo que parece en un primer vistazo y esta obra resulta ser toda una novela de terror para el público más joven. Y, si no, que se lo digan a mis sobrinos que tuvieron pesadillas durante días tras ver su adaptación al cine, en las que gentes con ojos de botones les perseguían.

La novela cuenta cómo la joven Coraline y su familia se mudan de casa. Aburrida y molesta con sus padres, que no le hacen demasiado caso, la muchacha comienza a investigar. Curiosa, descubre que su casa alberga una puerta hacia una versión mucho más divertida y animada de su propio mundo, en donde los ratones cantan y bailan, su madre es atenta y cariñosa, y su padre es un hombre divertido. Sin embargo, Coraline descubrirá que todo esto no es más que una fachada y que este mundo idílico es una trampa, un caramelo envenenado del que tendrá que huir… si no quiere sufrir un destino horrible.

Miuchas veces hemos comentado que las mejores historias surgen de nuestras propias experiencias, temores o sueños. Pues bien, Coraline es un excelente exponente de esto. Neil Gaiman, cuando era niño, vivía con sus padres en una vieja casa donde había una puerta que daba a un muro de ladrillo. El pequeño Gaiman estaba convencido, en sus mundos de fantasía, de que, tras aquella puerta, en realidad se escondía un secreto. El resultado fue que, Neil Gaiman, como autor ya consagrado, se permitió la satisfacción personal de liberar aquellas fantasías infantiles en esta fantástica y perturbadora historia infantil, “Coraline”.

4. Stardust

Aunque su adaptación al cine pasó sin pena ni gloria, lo cierto es “Stardust” es una obra donde Neil Gaiman se introdujo en la novela romántica con bastante acierto. Eso sí, envolviendo todo de su tono fantástico habitual y dotándolo de un tono épico nada desdeñable.

Fue su segunda novela y se publicó en 1999. La fábula trata las aventuras de un joven de la villa de Wall («muro» en inglés), que limita con la tierra mágica de Faerie. Este joven es Tristan Thorn, que decide salir en busca de una estrella que cayó a tierra para así probar su amor a Victoria Forester. Lo increíble ocurre cuando descubre, en el cráter que dejó la estrella en el suelo, a una joven, Yvaine, quien resulta ser la estrella misma bajo forma antropomórfica.

Por cierto, aunque la película Stardust de 2007 (no confundir con el biopic de David Bowie del mismo título de 2020), no fue una producción demasiado acertada, cuenta con un importante punto a su favor. Y es que está protagonizada, ni más ni menos, que por un jovencísimo Charlie Cox. Aquí podéis verle antes de convertirse en Daredevil, personaje que esta misma semana vuelve a la pequeña pantalla en la próxima serie de She HulK.

5. The Sandman

Y ¿Cómo no?, teníamos que terminar con The Sandman, el comic que catapultó a Neil Gaiman a la fama.

En un principio Sandman era un antiguo personaje que Gaiman había querido recuperar para Orquídea Negra, la miniserie que le había encargado DC, a lo que la editorial se negó. Sin embargo, tras el éxito cosechado por crítica y lectores en Orquídea Negra, DC fue consciente de que habían fichado a un escritor muy especial, por lo que se le ofreció la posibilidad, ahora sí, de realizar una serie con Sandman, dotándole de su peculiar visión.

En total fueron 10 arcos narrativos (compuestos por 75 números) que arrancaba relatando cómo Sandman, uno de los Eternos, era apresado por un mago, poniendo en riesgo el mundo de los sueños. Tras ser liberado, Sandman inicia la búsqueda de tres objetos que le han sido robados y que le permitirán recuperar su poder (un saquito de arena, un yelmo y un talismán), para poder así reconstruir su destruido reino.

La serie se convirtió pronto en el buque insignia del sello Vertigo de DC, en el que fue publicada. Su mezcla de mitología clásica y contemporánea, unida al trabajo artístico de los ilustradores (Colleen Doran, Mike Dringenberg, Marc Hempel, Kelley Jones, Jill Thompson y Michael Zulli) y muy especialmente de las portadas de Dave McKean, lo convirtieron rápidamente en uno de los comics más aclamados de la historia.

Sin embargo, lo cierto es que la obra no estuvo exenta de crítica por la inclusión de personajes con una profunda ambigüedad sexual y una estética vanguardista para la época. Crítica que se ha extendido a la actual adaptación en Netflix, donde se ha reprochado el cambio de sexo de alguno de los personajes e incluso la aparición de un personaje travestido. Una crítica llena de prejuicios y además completamente absurda. Lo cierto es que toda la adaptación ha sido supervisada por el propio Gaiman, que, además ha explicado ya en múltiples ocasiones la vocación claramente inclusiva de Sandman desde sus orígenes en viñetas.

El propio Gaiman respondía así a estas críticas:

“¿Así que quieres Sandman sin la gente LGTBI+ que estaba en ella, sin los personajes femeninos que son protagonistas y sin la gente de color? ¿Estás seguro de que seguirá siendo Sandman una vez que tengas eso?”

Neil Gaiman es un escritor que demuestra con la versatilidad de su pluma que en todos los medios puede realizarse literatura de calidad. Además, con su imaginación desbordada y su capacidad casi infinita de encontrar nuevas y originales maneras de relatar mitos e historias, deja patente que, como él mismo dice, no hay tema malo sino mal contado. Y es que Neil Gaiman es ante todo un contador de historias. Historias que el mismo definía así en la introducción de su obra “Humo y espejos”:

“Las historias son, de algún modo, espejos. Las utilizamos para explicarnos cómo funciona el mundo, o cómo no funciona. Las historias, como los espejos, nos preparan para el día de mañana. Nos distraen de lo que acecha en la oscuridad. La fantasía -y toda la ficción es fantasía algún tipo- es un espejo. Un espejo distorsionador, sin duda, y engañoso, colocado en un ángulo de cuarenta y cinco grados con respecto a la realidad, pero al fin y al cabo un espejo, que podemos utilizar para contarnos cosas que de otra manera quizás nos veríamos”.

Y hasta aquí el repaso a este genial escritor, del que nos despedimos con la original respuesta que dio cuando una periodista le preguntó cuál era el secreto para poder crear historias tan originales:

“Aburrirse. Las ideas surgen de soñar despierto, vienen de andar a la deriva. Si quieres tener una buena idea para un libro tienes que aburrirte tanto que tu mente no tenga nada mejor que hacer que contarse una historia”.

Así que, ya sabéis, aburríos mucho. Ose dejo con el vídeo de Youtube y no olvidéis dará un enorme like, si os ha gustado, suscribíos en el blog o el canal de Youtube y dar a la campanita para que os visen cuando suba nuevo contenido al canal.

¿Quién demonios es Neil Gaiman, el creador de Sandman?
¿Quién demonios es Neil Gaiman, el creador de Sandman?

Página 2 de 3

Funciona con WordPress & Tema de Anders Norén