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7 libros que inspiraron crímenes reales

7 libros que inspiraron crímenes reales
7 libros que inspiraron crímenes reales

Regresamos a los misterios de la literatura y lo hacemos con una recopilación de 7 libros que inspiraron crímenes reales. Hace un tiempo hablamos ya de 10 libros malditos que no deberíais leer. Pues bien, esta semana vamos más allá y os traigo libros que inspiraron a asesinos muy reales. Libros que, objetivamente, han resultado ser de los más peligrosos de la historia.

Así que, templad vuestros nervios y preparaos a descubrir como la literatura a veces puede crear monstruos….

1. American Psycho de Bret Easton Ellis

Publicada en 1991 cuenta la historia de Patrick Bateman, un hombre de negocios de Nueva York que oculta en su interior un asesino en serie. Elogiada por la crítica, no se escapó de una fuerte oposición en algunos sectores de la opinión pública que consideraba que hacía apología de los asesinos es serie y trivializaba la violencia contra la mujer.

Lo increíble es que la obra inspiró crímenes reales. Fue el caso del asesinato por parte de un adolescente llamado Michael Hernández en 2014 de su compañero de escuela en Florida. También Brian Douglas White mató a dos mujeres a hachazos para imitar al protagonista de la novela. Al parecer, anunció sus crímenes con un par de frases extraídas de la obra y publicadas en su perfil en una red social en marzo de 2012:

“Me gusta diseccionar mujeres. ¿Os he dicho ya que estoy loco?”

Brian Dougas se había obsesionado tanto con el protagonista de la novela, Bateman, que incluso le había dedicado una especie de altar en su habitación.

2. El agente secreto, de Joseph Conrad

Esta novela de 1907 transcurre en el Londres de 1886. Narra la historia de un profesor universitario retirado y espía de un país no identificado que planea destruir el Observatorio de Greenwich con una carga de dinamita. La obra sería reconocida como una de las obras más importantes en la carrera de Conrad.

Seguramente, muchos de vosotros hayáis oído hablar de Unabomber, el terrorista más famoso de Estados Unidos. Este criminal, durante casi 20 años, desde 1978 hasta 1995 en que fue detenido, aterrorizó a todo el país enviando paquetes bomba y que llegó a matar a 3 personas y a herir a 23. Pues bien, Ted Kaczynski, la persona real escondida tras su seudónimo terrorista, confesó a su propia familia que El agente secreto de Joseph Conrad era la inspiración de todo lo que había hecho. Llegó incluso a afirmar que nadie podría comprender sus actos sin leer el libro.

3. Fundación, de Isaac Asimov

Si la semana pasada ya os hablaba de la saga de la Fundación de Isaac Asimov como inspiradora de Star Wars, lamentablemente también lo fue de algo muy distinto.

En 1984, tuvo lugar en Japón la fundación de la secta japonesa Verdad Suprema liderada por Shoko Asahara, que interpretó la obra de Asimov como si se tratase de un texto sagrado, una auténtica profecía sobre un apocalipsis inminente. En 1995, Asahara decidió acelerar la llegada del anunciado apocalipsis utilizando gas sarín. Primero lo liberó en el metro de Tokio, causando 13 víctimas mortales y después en un barrio residencial de la ciudad de Matsumoto causando 8 muertos más. Según algunas estimaciones, al menos 6.000 personas sufrieron complicaciones de salud por culpa del gas sarín.

4. Rabia, de Stephen King

En 1977, bajo el seudónimo de Richard Bachman, Stephen King publicó Rabia. En la novela relataba como un estudiante llamado Charles Everett se convertía en el protagonista de un tiroteo en la ficticia Placerville High School.

El problema es que el libro comenzó a inspirar rápidamente hechos similares a los narrados en la novela.

En 1988, un estudiante en California inspirado por el libro de King tomó como rehenes a 60 estudiantes. Afortunadamente, la policía pudo detener al estudiante sin que nadie resultase herido. Un año después, otro lector, obsesionado con la obra, tomo como rehenes a un grupo de estudiantes en Kentucky. Nuevamente el incidente terminó sin víctimas que lamentar.

No hubo tanta suerte en 1993 cuando en el propio Kentucky un alumno terminó asesinando a dos personas inspirado por la obra. Sólo tres años después la historia se repitió en Wasinghton con la muerte de un par de estudiantes y un profesor. Al año siguiente, en 1997, nuevamente en Kentucky otro alumno asesinó a tres estudiantes.

En todos los casos se puedo demostrar la implicación de la obra de Stephen King. Por eso, el escritor, impresionado por lo ocurrido, retiró su obra de la circulación prohibiendo su publicación. Después escribió un ensayo titulado «Armas», donde abordaba la problemática, destinando todas las ganancias por su venta a campañas de prevención de la violencia.

5. El guardián entre el centeno, de J. D. Salinger

Publicado en 1951, la historia narrada en la obra parte de una premisa muy sencilla; un adolescente llamado Holden Caulfield cuenta como, tras ser expulsado de varios colegios siendo un mal estudiante, decide huir de su casa para ir a Nueva York, a un hotel de mala muerte.

La obra fue un absoluto éxito y es una de las más leídas y reconocidas de la literatura estadounidense, gracias al retrato directo y descarnado que hace de la adolescencia.

El problema es que al parecer ese desapego del protagonista por todo y por todos, sintiéndose desarraigado de su propia sociedad, parece haber hecho que múltiples asesino se sintiesen identificados con la obra.

Ente los múltiples crímenes en los que el libro resultó ser la obra de cabecera de los asesinos, destacan los de John Bardo, que asesinó a la actriz Rebecca Schaeffer. También John Hinkley que intentó asesinar, frente a un hotel de Washington, D.C., ni más ni menos que al entonces presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan. El presidente resultó gravemente herido junto al secretario de prensa de la Casa Blanca, James Brady, a un agente del Servicio Secreto y a un policía. Hinkley llevaba encima una copia de la obra de J. D. Sallinger.

Sin embargo, no es este el crimen más famoso atribuido a esta novela, sino que lo es el asesinato del famoso componente de los Beatles, John Lennon. Mark David Chapman, un admirador del cantante, lo asesinó de cinco disparos por la espalda. Después, se sentó a leer tranquilamente “El guardian entre el centeno”, que llevaba encima, mientras aguardaba a la policía.

6. La naranja mecánica, de Anthony Burgess

La novela fue publicada en 1962. En la historia, un adolescente cuenta como, en un futuro distópico donde predomina la violencia, se ve inmerso en hechos violentos y el consumo de estupefacientes, mientras narra las experiencias de su grupo en su paso por reformatorios y prisiones.

El libro es considerado una obra maestra hasta nuestros días. Aunque esto no evita su terrible leyenda negra. Inspirado, como el propio autor reconoció en la violación de Lynne, su primera esposa, por parte de cuatro soldados estadounidenses, la novela ha sido acusada de servir de inspiración a su vez para numerosos crímenes desde el momento de su publicación. Como el ocurrido en 1973, cuando un joven de 16 años, vestido como uno de los miembros de la pandilla en la historia, apuñaló a otro joven de 14 años o una violación colectiva a una chica alemana en Lancashire mientras cantaban «Singin’ In The Rain».

7. El Coleccionista, de John Fowles

Publicado en 1963, narra la historia de Frederik Clegg, un coleccionista de mariposas, tan obsesionado con una joven llamada Miranda que termina secuestrándola con la esperanza de sumarla a su colección de objetos bellos e inanimados.

Lamentablemente, varios perturbados encontraron en la novela su fuente de inspiración.

A mediados de los 80, Leonard Lake y Charles Ng violaron, torturaron y asesinaron a unas once o 25 víctimas en una cabaña remota en el condado de Calaveras, California. Todo como parte de su plan para encontrar su propia «Miranda», tal y como revelaron en unos vídeos y un diario que Lake enterró cerca de su casa.

También el asesino australiano Christopher Wilder, que secuestró y agredió sexualmente al menos a doce mujeres y adolescentes, asesinados a ocho de ellas, en los Estados Unidos, tenía en su poder una copia de ´El coleccionista´ cuando se suicidó en 1984.

Finalmente, Robert Berdella fue condenado en 1988 por la violación, tortura y asesinato de seis hombres a los que había retenido en su tétrica mansión de las afueras de Kansas City, en Missouri. Bordella no tuvo reparo en explicar que “El coleccionista” le había dado la idea de iniciar su propia colección de mariposas.

Como vemos el poder de la palabra no es algo que deba tomarse a la ligera. Por eso, todos aquellos que, como yo, queráis dedicaros a la escritura, debéis tener siempre mucho cuidado con el efecto que vuestras palabras pueden tener sobre las mentes frágiles y perturbadas de algunos de nuestros posibles lectores.

De hecho, debo confesaros que, en mi última obra, “Jack el destripador, el mito equivocado”, al realizar mi investigación y ver la manera de plasmarla en el papel, tuve muchos reparos personales en como hacerlo para no alentar una lectura morbosa, ni faltar el respeto a las víctimas con un tema tan delicado como un asesino en serie real.

Y con esto llegamos al final del video artículo de hoy. Os dejo con el video del canal y, ya sabéis, dadle al «like» si os ha gustado, que no sabéis lo importante que es para la subsistencia del canal, suscribíos, aquí y al canal de Youtube, si aún no lo habéis hecho, y dad a la campanita para que os avisen cuando suba nuevos contenidos.

Hasta la semana que viene.

Libros Asesinos. 7 libros que inspiraron crímenes reales.
7 libros que inspiraron crímenes reales

5 pasos claves en una obra de investigación

5 pasos claves en una obra de investigación
5 pasos claves en una obra de investigación

5 pasos claves en una obra de investigación. Ha llegado el momento de cumplir mi promesa, aunque con algo de retraso y es que hoy toca hablar de cómo afrontar una obra de investigación. Desde mi experiencia al investigar y escribir mi libro “Jack el destripador el mito equivocado”, os voy a explicar los 5 pasos que debéis seguir, para poder afrontar la escritura de una obra de investigación.

En primer lugar, es importante que no confundamos lo que es un ensayo con un trabajo de investigación, que es lo que hoy nos ocupa. Sin entrar en profundidad, algo que podemos hacer en otro artículo, los ensayos son trabajos no muy extensos donde se explora, interpreta o avalúa un tema. Sin embargo, los trabajos de investigación son generalmente más largos y en ellos se profundiza en un tema, analizándolo desde todos los puntos de vista posibles, e intentando alcanzar una conclusión o solución argumentativa original.

Normalmente se habla de dos tipos de trabajos de investigación:

a. Argumentativos.

Son aquellos en los que se presenta un tema, dándose la opinión del autor sobre el mismo. A partir de aquí el autor intenta en la obra, persuadir al lector de dicha opinión.

b. Análisis.

En este caso el autor se plantea un problema sin una idea preconcebida y desde ahí explora el tema hasta alcanzar una nueva interpretación de dicho problema.  Mi obra “Jack el destripador el mito equivocado” se engloba dentro de este segundo tipo. Ya que en mi libro no partí de ninguna teoría inicial sobre la identidad del destripador. Aunque sí que se establece una teoría a lo largo del desarrollo de la obra.

Teniendo esto claro, llega, ahora sí, el momento de abordar los cinco pasos a seguir para elaborar una obra de investigación.

1. Selecciona el tema de tu investigación

Puede pareceros una tontería, pero no es tan fácil seleccionar el tema sobre el que realizar una investigación. Para hacerlo os aconsejo plantearos a vosotros mismos tres cuestiones fundamentales, que debéis lograr responder afirmativamente, antes de lanzaros a la aventura de la investigación:

¿Es un tema interesante para los lectores?

Nunca hay que olvidar que como escritores queremos ser leídos, así que no podemos descuidar las opiniones de nuestros lectores. Si a los lectores no les interesa, por lo menos inicialmente el tema de nuestras obras, será muy difícil que los enganchéis a su lectura

¿Es interesante para mí?

Tampoco es buena idea escoger un tema muy popular entre el público pero que no te interese a ti como autor. El interés del autor por su propia obra traspasa el papel y si no os gusta vuestra propia investigación, no dudéis que vuestros lectores se darán cuenta de inmediato.

¿Es una investigación asequible para mí?

Tenéis que ser conscientes de vuestras limitaciones. Si no tenéis los medios, por el motivo que sea (cultural, geográfico, económico), para poder afrontar con solidez la investigación del tema escogido es mejor que no la hagáis, porque el resultado será superficial y no aportara valor real a los lectores.

2. Documentarse en profundidad

Quizá si hay un tema en el que suelo insistir hasta la saciedad es en la importancia de la documentación antes de afrontar cualquier obra literaria. Pues bien, como es obvio, en una obra de investigación no hace falta decir que según sea vuestra capacidad para documentaros así será lo profunda que llegue a ser vuestra investigación.

Todo esto está muy bien pero seguramente os estaréis preguntado cómo poder lograr documentarse, de dónde sacar la información. Hoy en día afortunadamente existen múltiples opciones para documentarnos bastante asequibles a la mayoría de nosotros como los buscadores de internet, bases de datos públicas y privadas, directorios telefónicos, registros de administraciones públicas, bases documentales de medios de comunicación y un largo etcétera de fuentes de información.

Lógicamente vais a necesitar un uso fluido de internet ya que muchas de estas fuentes pueden accederse de manera más o menos sencilla a través de la red.

Sin embargo, aparte de todo esto, hay algo fundamental que debéis tener en cuenta y es que debéis leer, leer y leer. Sea cual sea el tema que hayáis decidido investigar seguramente existirán obras que directa o indirectamente lo hayan tratado antes. Pues bien debéis leer cuanta obra caiga en vuestras manos.

Aunque pueda parecer que los mayores descubrimientos los hace un investigador por encontrar datos nuevos, esto no es así. Normalmente los datos suelen estar ya ahí y los verdaderos aportes de una buena investigación se producen porque se descubren nuevas relaciones entre estos datos que para otros investigadores han pasado desapercibidos. Y para lograr esto hay que tener el conocimiento más amplio de lo que otros han investigado antes que vosotros.

3. Establecer un plan de trabajo

Un poco abundando en el punto anterior, para descubrir esas nuevas relaciones entre los datos que desvelen vuestra investigación es fundamenta establecer un plan de trabajo. Un plan que incluya fundamentalmente una estructura organizativa de toda vuestra documentación y los conocimientos que vayáis adquiriendo.

Seguramente habréis visto en las películas esas paredes y pizarras de los investigadores, llenas de papeles con chinchetas y fotografías, entre las que los detectives van dibujando flechas y comentarios. Pues bien, eso es exactamente lo que tenéis que lograr hacer como investigadores para estructurar vuestra información.

Por supuesto, no corráis a llenar la pared de vuestra habitación con papeles y chinchetas. Hoy en día tenéis herramientas informáticas, desde un simple documento de Word, hasta programas de bases de datos e incluso software específico de gestión de ideas, que os puede servir para hacer esto de manera perfecta.

4. Redactar el contenido

Escribir una novela y escribir una obra de investigación es algo complemente distinto. De hecho, este apartado merecería su propio artículo por las complicaciones que entraña. Sin embargo, si os daré tres pequeños consejos para el momento en que, hecha vuestra investigación, os lancéis a la escritura de la obra.

a. Estructurar el contenido de manera lógica.

Aunque no estéis haciendo una obra de ficción en el fondo es recomendable seguir una estructura similar con una presentación, un nudo y un desenlace.

b. Utiliza una narrativa amena.

Debes intentar evitar sobrecargar de datos al lector de manera que llegue a aburrirse. Aunque sea una obra de investigación debe ser una obra que interese al lector de principio a fin. Es posible que incluso sea mejor obviar partes de la investigación, que realmente no aporten nada interesante, si con ello se agiliza la narrativa.

c. Dosifica tus descubrimientos

Seguramente durante tu investigación habrás descubierto hechos o llegado a conclusiones nuevas que son el leif motiv de tu obra. Pues bien, no las ofrezcas nada más empezar, dosifica estas informaciones a lo largo de tu exposición para ir generando expectativas en el lector

5. Redactar las conclusiones

Y llegamos al último paso en la realización de una investigación y probablemente al más importante; redactar las conclusiones. Es fundamental que al final de tu obra expongas de forma clara y concisa tus conclusiones finales sobre la investigación. Aquí debe destacarse qué es lo que tu investigación aporta realmente nuevo y valioso al tema investigado. El lector debe quedar con la conclusión de que la lectura de tu obra ha merecido realmente la pena porque ahora tiene un conocimiento más amplio y mejor del que tenía antes de empezar a leer.

Y con esto llegamos a este primer video artículo sobre la elaboración de una obra de investigación y digo primero porque han quedado muchas cosas en el tintero por lo que no dudéis de que volveremos más pronto que tarde sobre el tema.

Recordad que seguimos celebrando haber superado los 1000 suscriptores con el sorteo de una biblioteca completa de libros, tan amplia que estoy seguro que a quien le faltará lectura el resto de su vida. Ya sabéis que sólo tenéis que dejar un comentario, aunque sea bueno en este o cualquiera de los video subidos al canal desde el 13 de febrero al 20 de marzo. Los ganadores, pues serán tres los afortunados que se lleven la biblioteca, los anunciaré el 27 de marzo aquí y en el canal de Youtube.

Y ahora os dejo con el vídeo y ya sabéis; suscribíos,  aquí y al canal de Youtube, si aún no lo habéis hecho, y dadle a la campanita para que os lleguen las notificaciones.

Hasta la semana que viene

5 pasos imprescindibles para escribir una obra de investigación
5 pasos claves en una obra de investigación

Las emociones en la literatura. Tipos de arcos emocionales

Las emociones en la literatura
Las emociones en la literatura

Las emociones en la literatura y los tipos de arcos emocionales es el tema de esta semana pero antes quiero empezar anunciándoos a todos los adictos a la literatura que mi próximo libro: “Jack el destripador: El mito equivocado” ya está en preventa. A continuación os dejo algunos enlaces para que podáis ir reservándolo (atentos porque podéis conseguirlo con descuento):

Reservar en Oberon

Reservar en Amazon

Reservar en FNAC

Se trata de una investigación que he desarrollado durante varios años con un resultado sorprendente y que, gracias a la editorial Oberon del Grupo Anaya, el próximo 27 de enero estará disponible en librerías de todo el mundo.

También quiero invitaros a la presentación de la obra que realizaré en próximo 2 de febrero en la FNAC, en Callao, Madrid a las 18:00 h. Allí os hablaré de la obra y firmaré ejemplares, así que, si pasáis por Madrid y queréis conocerme en persona, no os lo perdáis. Os iré dando información más detallada en futuros artículos aquí y en el  canal de youtube.

Y ahora sí, vayamos al tema de esta semana: las emociones en la literatura. Entender como funcionan las emociones y saber manejarlas es fundamental para poder abordar una obra que atrape a los lectores de principio a fin. Por eso, hoy os voy a mostrar los seis arcos emocionales que los estudios más recientes han descubierto y en los que se puede englobar cualquier relato. Además, al final del artículo os dejaré una web realmente interesante sobre las emociones que seguro que os va a dejar asombrados. Saquemos nuestra pluma y papel y empecemos.

Escribir es un ejercicio artístico y como tal, su finalidad última es despertar distintas emociones en los lectores. Cuando transmitimos una historia o exponemos un tema, lo cierto es que buscamos despertar distintos aspectos emocionales, al igual que lo hace el pintor con sus pinceles o un actor o cantante con sus interpretaciones. Por eso, es clave comprender como se gestionan estas emociones en la literatura.

Ha habido muchos estudios que han tratado de determinar las estructuras básicas en las que se organizan las emociones en literatura con dispares resultados. Sin embargo, un estudio de hace unos años, desarrollado por Andrew J. Reagan y el Laboratorio Computacional de la Universidad de Vermont en Burlington, después de analizar más de 1.700 historias disponibles en el Proyecto Gutenberg, determinó que la mayoría de los libros se construyen únicamente a partir de sólo seis arcos emocionales.

Ya os he comentado antes en video artículos como el camino del héroe o los dedicados a la estructura narrativa, como se organizaban las narraciones. Sin embargo, no hay que confundir esta estructuración, que se refiere a la organización de la información de un relato, con los arcos emocionales que os explicaré a continuación. Estos últimos se refieren exclusivamente a la organización de las emociones. Lo mejor es ir viendo los seis arcos descubiertos en los estudios en Vermont, para que podáis entenderlo mejor.

1. De harapos a riquezas (ascenso)

En este arco emocional, partiendo de un inicio cualquiera no especialmente malo ni bueno, el personaje evoluciona hasta alcanzar un final feliz. Las emociones del lector van transitando de la neutralidad inicial hasta la alegría de un desenlace feliz, de manera paulatina en todo el relato. Es una estructura típica de cuentos o relatos infantiles y busca dejar al lector con buen sabor de boca al terminar la historia.

El ejemplo que los propios autores escogieron fue «Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas«, de Lewis Carroll. Relato que comienza con Alicia, aburrida, sentada junto a su hermana a la sombra de un árbol. A partir de este momento anodino de la vida de la protagonista, la aventura comienza cuando la curiosa joven persigue a un apresurado conejo parlante llevándola a un fantástico viaje del que saldrá triunfante.

2. De mal en peor (caída)

En este caso, las emociones van de mal en peor. Empezando en un momento de temor se transita poco a poco hasta la decepción final.

Puede parecer un arco poco atractivo de entrada y realmente es muy difícil de utilizar, ya que corremos el riesgo de dejar al lector o espectador decepcionado. Sin embargo, si jugamos bien con las emociones se pueden logar obras que consigan dejar al lector totalmente enganchados a nuestra trama.

De hecho, puede ser muy útil en obras que formen parte de sagas literarias, ya que pueden dejar al lector totalmente pendiente de futuras entregas. Un ejemplo cinematográfico lo tenemos en «Avengers, Infinity War«, en que la historia va de mal en peor para los protagonistas, terminando en un fracaso total y, aun así, es probablemente la mejor película de Marvel hasta la fecha.

3. El hombre en un pozo (caída – ascenso)

Este tipo de historias comienzan con la llegada de un problema, un suceso que arrastra al protagonista en su caída, para a continuación narrar el ascenso de éste hasta su redención final.

Este tipo de estructura consigue la identificación inmediata del lector con el protagonista, jugando con nuestra tendencia a identificarnos siempre con el más débil, con aquel que sufre una desgracia. El que al final, además, éste consiga su redención, hace que el lector sienta como propio su triunfo. Es propia de historias de grandes gestas o aventuras.

Un ejemplo típico puede ser «El conde de Montecristo«, de Alexandre Dumas y Auguste Maquet, la mítica novela donde Edmundo Dantés, injustamente encarcelado, escapa de prisión para conseguir su venganza. Aunque quizá el ejemplo más paradigmático sería «El maravilloso Mago de Oz«, de Lyman Frank Baum, donde la pequeña Dorothy es transportada a un lugar desconocido, donde tendrá que hallar el camino de vuelta al hogar.

4. Tragedia (Subida – caída)

En este arco emocional, la trama parte de una situación en la que la cosas parecen mejorar para el protagonista aventurando una historia feliz que, sin embargo, va empeorando paulatinamente hasta precipitarse a un final trágico.

Este tipo de relatos explota la «drama queen» que todos llevamos dentro, esa tendencia un tanto autocompasiva que nos lleva a pensar que las cosas pueden terminar mal. Fue muy utilizada en historias de tragedias clásicas en la antigüedad, siendo el ejemplo más claro la obra teatral «Romeo y Julieta«, de William Shakespeare. En ella una historia de amor llena de esperanza se torna en una terrible tragedia final.

Esta estructura, a grandes rasgos, es también la que utiliza la afamada película que ahora mismo bate récords en taquilla «Spiderman No Way Home«. En este caso, la trama comienza con un momento de triunfo de Spiderman sobre sus enemigos en la anterior entrega y con la emoción de su naciente relación con MJ. A partir de aquí, se produce la caída del héroe que desemboca en una tragedia total en que éste lo pierde todo.

Creo que puede ser muy interesante en un futuro vídeo hacer un “destripamiento” del guion de esta película para poder averiguar de dónde viene su rotundo éxito y aprender de él. Vosotros ¿qué pensáis? ¿os gustaría?

5. Edipo (caída-subida-caída)

En este caso, un inicio colmado de mala suerte desemboca en un desarrollo lleno de esperanza que termina por truncarse en una tragedia final.

Lo que se busca con este tipo de estructura es aumentar el efecto dramático de la historia. Dando esperanzas al lector de que todo va a ir bien, éstas se truncan en la parte final del relato, dando lugar a una tragedia aún peor de lo esperado en principio y que impacta con más fuerza en el lector.

Un ejemplo es la genial historia de Mary Shelley, «Frankenstein o el moderno Prometeo«, que ya destripamos en otro artículo. Un doctor Frankenstein chiflado y cayendo en la locura, crea un monstruo que parece huir para comenzar una nueva vida. Sin embargo, al final, la decepción y la incomprensión del mundo por lo diferente hacen que el monstruo termine abrazando su lado más monstruoso encaminándose a una venganza brutal contra su creador.

6. Cenicienta (subida-caída-subida)

En este ultimo arco emocional se da justo el caso contrario al anterior. Partiendo de un momento en el que todo augura la felicidad, la tragedia hace su aparición haciendo augurar un mal final. Sin embargo, en el último momento el protagonista consigue alcanzar la verdadera felicidad.

Como en el arco emocional anterior, lo que se busca es amplificar el efecto del final, aunque en este caso no es un efecto dramático sino de felicidad y triunfo para el lector.

En «Cuento de Navidad«, de Charles Dickens, del que os descubrimos sus secretos esta Navidad, se utiliza esta misma estructura emocional de manera magistral. Aunque el ejemplo lo encontramos en el cuento de «La Cenicienta», ya sea en la versión de Charles Perrault o la de los Hermanos Grimm. Tras ser invitada a la fiesta del rey, todo parece que va a ir bien para Cenicienta, sin embargo, la magia acaba y la fiesta termina con ella huyendo para volver a su deprimente vida habitual. Afortunadamente, en el último momento gracias al zapato abandonado en la fiesta el príncipe la encuentra colmándola de felicidad.

Y con esto llegamos al final de los tipos de arcos emocionales. Lógicamente, esta clasificación no es absoluta y se pude jugar con estos tipos básicos, combinándolos o alargándolos para conseguir el efecto que estemos buscando. Lo importante es ser capaces de prever el efecto emocional que van a tener nuestros relatos.

Y precisamente para que podáis analizar el impacto emocional de distintas obras literarias os dejo una web que puede ser muy interesante. Mediante gráficos detallados analiza múltiples obras, pero también situaciones y acontecimientos mostrando el efecto emocional que han tenido sobre sobre las personas. Podéis visitarla en este enlace si queréis echarle un vistazo

Espero que os haya gustado el artículo de hoy. Os dejo a continuación, el video artículo correspondiente del  canal de youtube y no olvidéis suscribiros y dar a la campanita para que os lleguen las notificaciones. Espero veros muy prontito en Madrid hablando de «Jack el destripador. el mito equivocado».

Hasta la semana que viene…

Las emociones en la literatura. Tipos de arcos emocionales
Las emociones en la literatura

El viaje del héroe

El viaje del héroe
El viaje del héroe

El viaje del héroe, que tratamos esta semana, es la última parte de los artículos que he dedicado a los héroes en la literatura. Después de hablar de los distintos tipos de héroes y de dedicar un video artículo completo a la figura del antihéroe, nos faltaba la tercera parte de esta auténtica trilogía heroica: El viaje del héroe.

Un tema muy especial porque, no sólo vamos a descubrir la estructura clásica a la que se ajustan la mayoría de las grandes historias literarias de todos los tiempos, sino que además también comprobaremos que se puede aplicar incluso a etapas de nuestra propia vida.

Pero antes de meternos en harina quiero recordaros que aún estoy recibiendo vuestros relatos, ya sabéis, con un máximo de mil palabras y temática libre, de aquí a fin de año. Podéis mandarlos a mi email de contacto. Animaos que aún os veo muy tímidos y si no son suficientes declararé desierto el concurso. Recordad que los cinco mejores tendrán regalo sorpresa y los comentaré aquí en el canal.

Y ahora sí empecemos el viaje del héroe.

El camino del Héroe o viaje del héroe, también llamado Monomito, es un término acuñado por Joseph Campbell, un escritor, profesor, mitólogo y antropólogo estadounidense que viajó por Europa y Asia. Apasionado de la mitología, Campbell descubrió que existía un patrón que se repetía en mitos y relatos de distintas culturas. En 1949 escribió el libro «El héroe de las mil caras» donde acuño el término del Viaje del héroe o monomito, que no es otra cosa que este patrón universal descubierto por él.

Pero aquí lo interesante es saber en qué consiste y como aplicar lo descubierto por Campbell e a nuestras propias obras literarias. Y para conseguirlo lo mejor es analizar el viaje del héroe que normalmente se considera dividido en 12 etapas. Veámoslas en detalle:

Etapa 1. El Mundo Ordinario

Es la etapa inicial del relato en que se presenta el héroe como una persona ordinaria inmersa en su vida habitual. Esta etapa sirve para identificar al lector con el personaje y crear empatía con él. En algunos relatos se realiza esta presentación mediante una descripción del personaje y su vida. Sin embargo, si el relato es de aventuras, puede funcionar presentar al héroe inmerso en una escena de acción. Es, por ejemplo, el caso de las películas de Indiana Jones que presentan al personaje terminando una última aventura.

Etapa 2. La llamada a la Aventura

Este es el momento es que sucede algo que rompe la rutina o actividad habitual del héroe. Un suceso que viene a sacarle de su zona de confort. En algunas ocasiones este cambio puede llegar de la mano de un mensajero, un personaje al que se suele denominar el heraldo. También puede producirse como una llamada interna, una necesidad del héroe que siente que debe afrontar un cambio conflicto empieza a vislumbrarse en el horizonte.

No penséis que este esquema se aplica sólo a grandes historias épicas de aventuras, se aplica a todo tipo de historias. En una historia romántica la llamada a la aventura podría ser el momento de conocer a la persona de la que se va a enamorar el protagonista.

En la película ¿Conoces a Joe Black?, la llamada a la aventura se produce cuando los protagonistas se encuentran casualmente en una cafetería.

Etapa 3. Rechazo de la Llamada

En esta etapa el héroe duda e incluso rechaza en un primer momento la llamada a la aventura. Esto ayuda a dar dramatismo y realismo a la historia. ¿Quién de nosotros es capaz de salir de su zona de confort sin ni siquiera dudar?

Puede dar mucho juego literario utilizar una estructura rechazo-aceptación en esta etapa del relato. Es decir, hacer que el héroe rechace completamente la aventura para aceptarla inevitablemente después.

Este elemento lo juega Stan Lee magistralmente en su personaje de Spiderman cuando Peter Parker es llamado a usar sus nuevos poderes, pero se niega en un primer momento. El resultado la muerte del tío Ben y su conversión inmediata en justiciero enmascarado.

Etapa 4. Encuentro con el mentor

En esta etapa, después de que nuestro protagonista ha aceptado la aventura, se encuentra con un personaje que le guía y ayuda a afrontar ésta. Se trata de una figura catalizadora que despeja las dudas que le puedas quedar al héroe y que suele denominarse genéricamente el mentor.

Normalmente se trata de un personaje experimentado que ya ha pasado por la misma aventura u otra muy similar a la que le espera al protagonista. El mentor ofrecerá consejos, herramientas o poderes que le serán de utilidad al héroe en el mundo especial al que se va a enfrentar. Los mentores son catalizadores que convencen a los héroes de emprender la aventura y favorecen su buen desarrollo.

Un ejemplo perfecto es Gandalf en «El Señor de los Anillos» de J. R. Tolkien, un mago que ofrece su ayuda y consejo a Frodo, para que éste inicie su camino a Rivendel para poner el anillo a salvo.

Etapa 5. Cruce del Primer Umbral

Este es el momento que el viaje se puede considerar iniciado. El héroe se adentra definitivamente fuera del mundo ordinario cruzando el umbral al llamado mundo especial. Suele ser un momento de confusión donde el héroe pueda mostrarse confuso, pero en el que también éste reconoce que ya no hay vuelta atrás posible.

En Matrix este momento es cuando Neo toma la pastilla roja que le ofrece Morfeo, que ejerce aquí como el mentor, adentrándose definitivamente en el mundo real que, paradójicamente es el mundo especial de su particular viaje del héroe.

Etapa 6. Pruebas, Aliados y enemigos

En esta etapa el héroe inmerso ya en un mundo nuevo debe adaptarse a nuevas reglas pasando diversas pruebas que irán transformándole poco a poco. Es interesante jugar aquí con el fracaso del héroe en alguna de estas pruebas. Esto ayuda a crear un héroe más creíble y a justificar la introducción de aliados que ayuden al héroe. En esta etapa suelen aparecer los primeros enemigos del héroe.

En «Dune» de Frank Herbert, Paul Atreides debe enfrentarse en el desierto a diversas pruebas hasta encontrar la ayuda de sus aliados los Fremen.

Etapa 7. Acercamiento a la caverna más profunda

En esta etapa el héroe ya ha madurado y ha formado nuevas creencias con la experiencia que ha ido adquiriendo. Esto le hace decidirse a afrontar su batalla final. Es el momento en que el héroe se decide a enfrentar las “fuerzas del mal” de forma definitiva.

Etapa 8. El Calvario

Es el momento álgido del viaje del héroe. El momento en que éste por fin se enfrenta a su reto mayor, aquel para el que ha estado preparándose.

Este enfrentamiento puede ser literal si estamos hablando de historias épicas de acción o metafórico si hablamos de un viaje interior. Se puede tratar también del momento en que nuestro protagonista enfrenta una batalla interior que le cambia para siempre.

Etapa 9. La recompensa

Es el momento en que el héroe vence su batalla y recibe una recompensa que puede ser material o inmaterial. Sin embargo, aquí no acaba su viaje, ya que el héroe tras disfrutar de su victoria debe volver al camino. Suele ser un momento de alivio dramático donde parece haberse solucionado la crisis que dio lugar al viaje.

Etapa 10. El camino de vuelta

En esta etapa se rompe la calma alcanzada tras la victoria aparente y su recompensa porque en el viaje de vuelta del héroe, surge un nuevo problema que pone en peligro todo lo alcanzado. Esto obliga al héroe a afrontar un nuevo reto que, esta vez sí, será el definitivo que marcará el éxito o fracaso de su viaje.

Etapa 11. Resurrección del héroe

Este el auténtico clímax de la historia, donde el héroe triunfa definitivamente, venciendo a sus enemigos y superando sus defectos y sus miedos. Todo esto hace que el héroe sufra una transformación definitiva, ya no es el mismo personaje que inició el viaje.

Etapa 12. Regreso con el Elixir.

Es el final de la historia que se produce cuando el héroe retorna a su mundo ordinario, pero transformado por su viaje. Suele hablarse dos tipos de finales:

  • Circular: Tras solucionar la crisis, el héroe vuelve a su vida habitual, aunque transformado en alguien mejor.
  • Abierto: El final es ambiguo ya que algunas cuestiones que dieron lugar al viaje del héroe permaneces sin solucionar, dando así pie a una futura continuación del viaje.

Y con eso llegamos al final de la estructura clásica del viaje del héroe, del monomito. Es interesante destacar que no todos los escritores comparten, no obstante, esta visión de Joseph Campbell. De hecho, aunque hemos nombrado la novela «Dune», de Frank Herbert como ejemplo de historia que sigue el monomito, su trama se ingenió, de hecho, para subvertir este esquema.

Herbert tenía una posición crítica sobre el monomito que explicaba así:

«El sentido subyacente de la trilogía de Dune es: Cuidado con los héroes. Es mucho mejor confiar en el propio juicio y en los propios errores. Dune estaba enfocada contra esta idea del líder infalible, ya que mi visión de la historia sostiene que los errores cometidos por un líder (o cometidos en su nombre) se amplifican proporcionalmente al número de adeptos que lo secundan sin cuestionarlo».

Algunos autores creen, incluso, que la teoría del monomito es una generalización excesiva que no respeta las peculiaridades de las distintas mitologías y que no todas pueden identificarse tan claramente con este esquema. Incluso se la ha tildado, no sin falta de razón, de una visión machista centrada en el hombre.

La verdad es que esta última crítica es muy cierta, pero fácilmente solucionable con considerar que este esquema literario es exactamente igual, independientemente se trate del viaje de un héroe o heroína. En cuanto a la excesiva generalización, es justo reconocer que el propio Campbell apuntaba que no siempre se cumplen todas estas etapas y que en muchas historias algunas desaparecen y otras se amplían de acuerdo a los gustos del autor.

Lo cierto es que, en mayor o menor medida, prácticamente en cualquier historia encontramos elementos fácilmente identificables con este viaje del héroe. Además, tal y como os comenté el inicio de este video artículo, incluso en los problemas y conflictos que afrontamos en nuestra propia vida, en muchos casos aparecen una o varias de estas etapas.

Si no me creéis, un buen ejercicio que podéis hacer, como futuros escritores, es pensar en alguna etapa especialmente conflictiva de vuestra vida e id identificando una o varias de las etapas definidas por Campbell. Ya me diréis qué os resulta del experimento.

Y hasta aquí el viaje del héroe. No olvidéis enviadme vuestros relatos, os dejo con el video de mi canal de youtube. Espero vuestros comentarios y ya sabéis, suscribíos y dad a la campanita para que os lleguen las notificaciones.

EL Viaje del héroe. La estructura a la que se ajustan todas las obras de ficción.
El viaje del héroe

Los antihéroes en la literatura

Los antihéroes en la literatura
Los antihéroes en la literatura

Los antihéroes en la literatura es el tema del artículo de esta semana y que os debía desde que hablamos de los héroes literarios. Sin embargo, antes de entrar en harina, dejadme disculparme porque esta semana pasada no haya habido video artículo ni aquí ni en el canal de youtube. La explicación es que se han aliado una serie de catastróficas desdichas que me han impedido llegar a tiempo con el video.

Una de ellas la podéis adivinar por mi tono de voz en el vídeo, aún tomado por la visita del famoso virus que nos tiene a todos acongojados desde hace ya prácticamente dos años. Pero, por si esto no fuera suficiente, simultáneamente mis webs fueron atacadas por simpáticos hackers, más algunas cosas más que no es momento ni lugar de comentar.

También, antes de abordar el tema de hoy, quiero comentaros una nueva iniciativa del canal a la que espero que os apuntéis todos los adictos a la literatura. En esta ocasión, ha llegado el momento de que escribáis vosotros y no yo. Quiero animaros a que me enviéis a mi correo de contacto o a través del formulario de contacto de mi web, un relato de vuestra autoría. El único requisito es que no exceda las 1000 palabras, pero la temática es completamente libre.

Estaré recibiendo estos relatos lo que queda de año. Entre todos escogeré 5 que comentaré en profundidad en uno o más video artículos para celebrar la llegada de 2022. Todos ellos tendrán un premio sorpresa por supuesto. Así que es el momento de quitaros la vergüenza a que otros os lean y abriros a la crítica. Espero vuestros relatos.

Y ahora sí, adentrémonos en la cada vez más importante figura del antihéroe. Pero ¿Cómo definiríamos este tipo de personaje?

Realmente esta palabra “antihéroe” es de uso muy reciente, en literatura se solía hablar en su lugar de “Protagonista antagónico”. Con esta denominación nos estamos refiriendo a un tipo de personaje que, aunque suele ser el protagonista de la narración y realiza actos heroicos, no lo hace con los métodos habituales de un héroe ni movido por intenciones nobles o altruistas. Es decir, se trata de un protagonista desprovisto de las habituales cualidades atribuidas a los héroes como la integridad, una moralidad intachable o incluso la perfección física.

En literatura este tipo de protagonista se hizo muy famoso en la novela picaresca, que surgió en el siglo XVI como crítica y burla de la sociedad. El Quijote de Miguel de Cervantes es un buen ejemplo, como también El Lazarillo de Tormes. Aunque quizá el culmen de este género es Guzmán de Alfarache de Mateo Alemán. Escrita en 1599, narra las aventuras de su protagonista con afán moralizante y construye uno de los mayores antihéroes literarios en este Guzmán, un personaje de orígenes infames, pícaro y amoral.

A la hora de abordar los tipos de antihéroes existen muchas propuestas de clasificación. Yo os propongo aquí una muy sencilla que os puede servir para vuestros relatos, pero que es totalmente personal. Veamos los tipos de antihéroes:

1. Arrepentido

Suele ser un personaje de pasado oscuro que, ante una situación inesperada, o simplemente por cansancio o hartazgo con su vida vacía, opta por actuar de forma heroica en busca de redención. Este personaje es ideal para construir historias de crecimiento personal, donde el protagonista cambie a la vez que la historia encontrándose a sí mismo.

El personaje de Solomone Kane de Robert E. Howard es un gran ejemplo de este tipo de antihéroes. Con un pasado de asesino y guerrero, arrepentido inicia el camino de la Fe dispuesto a no volver a matar. Algo que le resultará muy complicado.

2. Vengador

Se trata de un personaje que, ante una situación de injusticia contra él mismo o alguien de su entorno, decide emprender el camino de venganza. Lo que le lleva a convertirse en héroe muy a su pesar. Suele ser el protagonista escogido para historias repletas de acción y aventura.

La famosa saga cinematográfica de John Wick es un ejemplo perfecto de antihéroe vengador. En este caso, la furia del protagonista se despierta cuando irrumpen en su casa, roban su antiguo coche (un Mustang del 69) y matan a su perro, que era un regalo de su mujer recién fallecida…

3. Cínico

Suele ser un personaje harto de todo, que se considera a sí mismo sin nada que perder. Aunque actúe de forma desenfadada, suele estar deprimido y completamente decepcionado por el mundo que le rodea. Su falta de miedo le convierte casi sin querer en protagonista de acciones que a la postre resultan heroicas. Este personaje da pie a historias más reflexivas y mordaces, donde el cinismo del protagonista puede aprovecharse para realizar una crítica sobre algún tema que nos interese especialmente.

La reciente serie de Loki de Marvel utiliza este tipo de enfoque, convirtiendo al rey del engaño en un personaje cínico e irreverente que, en el fondo, lucha contra su propia soledad…

4. Pícaro

Es el personaje que hemos comentado antes. Normalmente de origen miserable y criado en la amoralidad, no duda en recurrir a todo tipo de argucias y trucos para conseguir sus fines. Sin embargo, en el fondo, se trata de un personaje de buen corazón, al que es el entorno el que realmente le ha llevado a su forma de actuar. Es un personaje perfecto para la comedia y la sátira y, sobre todo, para construir historias con ánimo moralizante.

Sin volver al siglo XVI, tenemos al personaje de Jack Sparrow, de la saga de Piratas del Caribe, que personaliza de forma perfecta al truhan, pícaro y sinvergüenza que, en el fondo, está bien intencionado.

Más allá de esta clasificación podemos sacar algunas conclusiones sobre una serie de características propias del antihéroe, que es conveniente manjar y combinar con soltura para crear estos personajes con solvencia.

  1. “Tienen un código moral propio”.
    Aunque un antihéroe no sigue la moral tradicional y puede resultar incluso amoral, debe sin embargo mantenerse fiel a un código de comportamiento propio. El personaje de The Mandalorian, por ejemplo, sigue de forma rigurosa las normas de su clan, a pesar de ser en un principio un simple mercenario.
  2. No respeta la ley.
    El antihéroe no ve la ley como una barrera infranqueable sino como algo maleable para modificar según sus intereses. Igual puede actuar dentro que fuera de la ley si lo ve necesario. En V de Vendetta de Alan Moore, el protagonista enmascarado no duda en saltarse la ley e incluso convertirse en terrorista para denunciar una sociedad que considera injusta.
  3. Tiene un pasado oscuro.
    En el fondo todo antihéroe o ha sido un villano con anterioridad o ha estado apunto de serlo. En todo caso, el pasado no es algo de lo que se sienta orgulloso. El personaje de Wolverine en los XMen arrastra un pasado de crímenes del que nunca termina de escapar del todo.
  4. Puede ser un personaje asocial con nula capacidad comunicativa, o depresivo y solitario, puede que incluso acomplejado por algún problema físico.
    Todas estas barreras le convierten en alguien que no cree en la sociedad y que, además, se considera al margen de ésta. La futura película Morbius de Marvel, tiene como protagonista a un doctor desahuciado y con nulas capacidades sociales, obsesionado con la búsqueda de una cura para su enfermedad.

Lógicamente no todo antihéroe reúne todas estas características, sino que suele ser el resultado de una combinación de ellas. Así que lo ideal es combinarlas para crear vuestro antihéroe ideal. Y cómo siempre, para lograr esto, os dejo finalmente cinco consejos que espero que os ayuden a crear vuestros antihéroes.

1. Sorpresa

Es interesante cuando se quiere introducir un antihéroe en una historia, jugar con la sorpresa del lector. Puede funcionar muy bien presentar un supuesto protagonista y que éste ceda su lugar protagónico a un antihéroe escondido en el relato.. Conseguir que no se lo espere el lector debe ser nuestro objetivo.

Por poner un ejemplo donde se consigue este efecto, en Watchmen de Alan Moore, es al final de la historia cuando el personaje más despreciable de todos los protagonistas Rorschach, se revela como el auténtico héroe de moral inquebrantable.

2. Marco moral limitado.

Los antihéroes no siguen las leyes morales habituales, pero, como hemos visto, tienen su propio marco moral. Pues bien, hay que tener mucho cuidado con qué marco moral le ponemos a nuestro antihéroe. Si nos pasamos de manga ancha y lo hacemos demasiado inmoral puede resultar irrecuperable para la historia. Y, lo que es peor, hacer que el lector no se identifique en absoluto con él.

Un personaje que juega en este límite es Deadpool, donde los guionistas hacen maravillas para no traspasar esta línea tan sutil y, aún así, crear un personaje al borde de la total inmoralidad.

3. Ambigüedad

Jugar con la ambigüedad siempre es buena idea y en el caso de los antihéroes es además obligatorio. Si consigues que el lector se plantee sus propios valores morales en algún momento, tienes el éxito asegurado.

Por ejemplo, en la famosa serie La casa de papel, los televidentes llegan a identificarse con los ladrones como los héroes y la policía como los villanos, haciendo que sus robos se vean como un acto de rebeldía contra un sistema corrupto.

4. Motivación

Abundando en lo anterior, el mejor método para conseguir esa ambigüedad moral en tu antihéroe es motivarlo de manera profunda. Sus razones para actuar, por fuera de las normas sociales habituales que estén, deben ser comprensibles para el lector. Hay que conseguir que éste se identifique con las motivaciones de nuestro antihéroe.

En la serie The Boys la violencia de los protagonistas se justifica ante la completa brutalidad y desprecio con la que actúan los supuestos héroes oficiales.

5. Evolución

Como siempre la creación de personajes lineales o planos es un error y en un antihéroe aún más.  Este tipo de personajes deben dudar, cambiar de opinión y en definitiva emprender su propio camino de evolución a lo largo de la historia, en el que encontrarse consigo mismos como héroes.

En la fantástica serie Killing Eve, la relación entre la asesina en serie y su perseguidora va pasando por distintas fases lo que enriquece enormemente un relato.

Y hasta aquí al video artículo de hoy. Volveremos con más temas heroicos que aún nos quedan por abordad como “el camino del héroe”, así que continuará…

Como siempre, espero vuestros comentarios y, como os comenté al inicio del artículo, mandadme vuestros relatos de no más de 1000 palabras de aquí a fin de año. Prometo comenzar el 2022 comentado los cinco que más me hayan gustado, que, además, tendrán premio seguro.

Dad un like, si os ha gustado, y suscribíos al blog y al canal de youtube, sin olvidar dar a la campanita para que os lleguen las notificaciones. Os dejo con el video artículo  y hasta la semana que viene.

Antiheroes. Cómo crearlos y cómo usarlos de la manera correcta en cualquier historia.
Los antihéroes en la literatura

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