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7 consejos fundamentales para escribir una novela de terror

7 consejos fundamentales para escribir una novela de terror
7 consejos fundamentales para escribir una novela de terror

Bienvenidos adictos a la literatura, hoy os traigo 7 consejos fundamentales para escribir una novela de terror. Y es que, tras el pasado artículo que dediqué a desvelar las fuentes literarias y hechos reales tras Stranger Things, es el momento ideal de volver la vista al género literario del terror. Un género que me encanta y en el que he hecho algunas incursiones en mis novelas.

Por eso, si alguno de vosotros estáis pensando en abordar un futuro relato, cuento o novela de terror, os vendrán bien estos 7 consejos fundamentales para escribir una novela de terror, que hoy os tengo preparados. Consejos que os ayudarán a envolver a vuestros lectores en los tentáculos del miedo y del horror y no soltarlos hasta el final de vuestra obra.

Así que, preparad vuestras estacas de madera, balas de plata y hechizos protectores y empecemos.

Aunque existen diversas definiciones de lo que es exactamente la literatura de terror, lo cierto es que se trata de un género literario cuyo objetivo principal es la inducción de miedo en el lector mediante la creación de sentimientos de terror u horror.

Es interesante diferenciar entre lo que es terror, horror o repulsión, para luego poder utilizarlos cuando nos interesen. Aunque, lo cierto es que tampoco en esto hay un consenso universal. Hay autores que consideran historias de horror aquellas que tienen como protagonista algún tipo de monstruo. Sin embargo, en las historias de terror sería un ser un humano el responsable del miedo infundido en el lector. Desde este punto de vista, una novela de terror podría ser Psicosis de Robert Bloch, mientras La llamada de Cthulhu de H. P. Lovecraft sería una novela de horror.

Yo, sin embargo, prefiero la explicación de estos términos que realiza Stephen King. El terror sería una sensación de miedo anticipado por lo que puede acontecer; ideas y especulaciones que llenan de miedo al lector. El horror sería la sensación física de desagrado y desconcierto posterior al evento central. Y, finalmente, la repulsión sería un paso más allá del horror, cuando lo sucedido se vuelve tan desagradable que causa sensación de asco y rechazo en el lector.

Aprender a jugar con estos elementos es lo que hará que nuestras obras de terror atrapen al lector irremediablemente. Y para conseguirlo nada mejor que seguir los siguientes consejos:

1. Conocer el género y sus grandes clásicos.

El terror viene desarrollándose casi desde los inicios de la propia literatura. Por eso, a lo largo del tiempo ha ido evolucionando e incorporando una serie de características que están prácticamente en el subconsciente colectivo. De ahí que sea un género que es indispensable conocer en profundidad antes de adentrarnos en su escritura.

Para poder entender el terror en literatura, hay que leer a los grandes clásicos como Poe, Lovecraft, Drácula de Braam Stoker o Frankenstein de Mary Shelly.  Para algunos Frankenstein, del que ya os hablé en profundidad en un pasado video artículo, es la primera novela de terror de la historia. También es conveniente leer a los grandes maestros actuales del terror como Stephen King, Peter Straub o Ramsey Campbell.

2. Empezar la historia en una situación cotidiana.

Es interesante que inicialmente vuestra historia comience en un entorno o situación cotidiana. Unos niños jugando en un parque, unos vecinos charlando en un bar, etc… Esto hará que el lector se sienta de inmediato identificado con la historia. Además, cuando el elemento terrorífico haga su presencia se producirá un shock en el lector al contraponer la cotidianeidad con lo extraordinario, Esto inducirá de inmediato la sensación de miedo.

Es el caso de la mayoría de historias sobre casas encantadas, donde en un principio la historia suele mostrar la vida cotidiana de una familia normal. Un buen ejemplo es la excelente novela La maldición de Hill House de Shirley Jackson.

3. Elige el miedo principal.

Hablando de miedos, lo más importante a la hora de encarar una historia de terror es elegir el miedo central con el que se va a trabajar. Existen muchos tipos de miedos desde los más habituales como el miedo a la muerte o a la oscuridad, como otros más rebuscados como todo tipo de fobias extrañas y manías persecutorias.

Lo importante es definir un miedo central y alrededor de él otros miedos secundarios que puedan ayudar a caracterizar los personajes o incluso a aumentar la sensación de horror.

En IT de Stephen King se juega con un miedo central que sería el temor de los personajes ante un ser sobrenatural con aspecto de payaso capaz de hacer realidad sus peores pesadillas y una serie de miedos secundarios, como son los temores de cada personaje. También se juega con la fobia a las arañas para aumentar el horror y llegar al final de la historia a crear auténtica repulsión en el lector. Toda una guía práctica del uso de estas emociones en la literatura de terror.

4. Elabora personajes fuertes y bien motivados.

Este consejo es válido para cualquier obra literaria, aunque en el género de terror se hace aún más importante. Debéis tener en cuenta que vais a crear una situación extraordinaria en la que el miedo es el protagonista. Por eso, si vuestros personajes no actúan con una motivación clara y tienen unos caracteres bien definidos, sus actuaciones pueden resultar artificiales e incluso, en el peor de los casos, caer en el ridículo.

No hace falta decir que esto mismo se aplica al antagonista, que normalmente será el monstruo o fuerza sobrenatural que es la causa del terror. Cuando el terror irrumpe en lo cotidiano debe hacerlo por una buena razón, si no es así vuestro relato será un fracaso.

El clásico El extraño caso de Dr. Jekyl y Mr. Hyde de Robert Louis Stevenson es toda una obra maestra en la caracterización y motivación de su protagonista que resulta también ser el antagonista.

5. Cuida la ambientación.

Nuevamente este es un consejo válido para cualquier género literario que en el caso del terror cobra aún más importancia. La atmósfera juega un papel clave en la novela de terror, hasta el punto que puede considerarse un personaje más de la trama. Por eso, debe de cuidarse hasta la saciedad la escenografía y atmosfera en la que se va a desarrollar nuestra historia.

Aquí juega un papel fundamental las descripciones. No tengáis miedo a pasaros un poco en el detalle de vuestras descripciones si lo veis necesario. Un maestro del exceso descriptivo con un buen resultado era H. P. Lovecraft. Y como muestra El color que vino del espacio, donde la ambientación es la absoluta protagonista del relato.

6. Juega con la tragedia

Cualquier historia de terror utiliza como elemente central con la tragedia. Una muerte inesperada, un incendio catastrófico, un accidente, … En definitiva, suele a ver una tragedia central que juega como desencadenante del horror.

En Rebeca de Daphne du Maurier, escrita en 1938, la tragedia alrededor de lo ocurrido con la primera mujer del protagonista es el auténtico motor de toda la obra.

7. Piensa un final a la altura de la historia.

Ni se te ocurra realizar un relato de terror sin tener perfectamente pensado el final. La trama de tu historia no debe dejar cabos sueltos. Por fantástica o extraña que sea la situación que hayas planteado debes darle una explicación satisfactoria para el lector.

Para conseguir esto puedes utilizar las técnicas que os expliqué en mi artículo de como empezar por el final.

Esto no quiere decir que, si lo que estás escribiendo es una saga o serie de relatos, estos puedan terminar con algún hilo narrativo abierto, que vaya a ser continuado a posteriori. Pero no confundáis dejar un hilo narrativo abierto con terminar a las bravas y de cualquier manera un relato.

Últimamente nos estamos acostumbrando a historias que plantean situaciones imposibles y que el autor jamás se molesta en explicar. Es el caso de finales del tipo “todo es un sueño” o “todos están muertos”. Personalmente es algo que odio y que considero una estafa al lector.

Y con esto espero que ya estéis en condiciones de abordar vuestras propias historias de terror. Seguro que me he dejado muchas cosas en el tintero, así que, decidme qué historia de terror os han emocionado a vosotros y que otros trucos usáis para escribir vuestros relatos.

Os dejo con el video correspondiente de mi canal de youtube. No olvidéis darle al like si os ha gustado claro. Suscribíos y dad a la campanita para que os lleguen las notificaciones.

Hasta la semana que viene.

7 consejos fundamentales para escribir una novela de terror
7 consejos fundamentales para escribir una novela de terror

La relación entre la música y la literatura

La relación entre la música y la literatura
La relación entre la música y la literatura

Hoy vamos a hablar de la relación entre la música y la literatura. Esta semana, y aún con la resaca del Festival de la Canción de Eurovisión 2022, toca a dar un giro de 180 grados al canal y hablar de música.

No os asustéis, no es que me haya vuelto loco y haya decidido cambiar la literatura por el género musical. No vamos a entrar a valorar que canción fue mejor o si debió ganar uno u otro país. Eso se lo dejamos a los expertos en música, aunque, eso sí, os confieso que como español estoy encantado con el resultado de Chanel con su Slomo.

En realidad, es todo lo contrario ya que no pude haber mejor momento para hablar de la relación entre la música y la literatura. Una relación histórica que se pierde en los albores del tiempo y que merece mucho la pena rescatar y que seguro os va a sorprender.

Literatura y música son dos expresiones artísticas nacidas de forma conjunta. Una relación que se ha mantenido a lo largo del tiempo de las más diversas maneras.

En la más remota antigüedad la tradición era transmitida de forma oral ya que aún no existía la manera de perpetuarla de forma escrita. Esta transmisión popular realizada por juglares y similares era a menudo acompañada de música. De ahí proviene la palabra lírica que surge del término lira, que era el instrumento que acompañaba en la Edad Media el recitado de poemas.

Este uso de la música nació como una especie de truco nemotécnico ya que permitía la memorización más sencilla del relato del juglar. Estos primeros trovadores y juglares fueron, como ya os he explicado en otras ocasiones, los responsables del nacimiento de la literatura. Lo interesante es que también lo fueron de la música popular.

De ahí que las letras de las canciones populares, tanto tradicionales como contemporáneas, presenten muchos de los recursos habituales del lenguaje literario, especialmente de la poesía.  Es el caso de la rima, que desempeña un papel fundamental, ajustándose a la música para crear ritmo. O también el caso de los distintos recursos estilísticos utilizados como el símil, la metáfora, la anáfora, el paralelismo y un largo etcétera.

Sea como fuere, música y literatura comparten un tronco común que ha ideo diversificándose en todo tipo de expresiones artísticas, aunque siempre manteniendo una fuerte relación. Es por eso que las fronteras en entre géneros literarios como el teatro y géneros musicales como la ópera se difuminan e incluso llegan a complementarse.

La ópera suele nutrirse de obras y personajes literarios. Para ello, el autor del libreto adapta el texto literario al formato operístico. Baste como ejemplo las numerosas óperas que tomaron las obras de William Shakespeare como fuente de inspiración. Es el caso de Otelo de Rossini, Macbeth y Falstaff de Verdi, Romeo y Julieta de o Las alegres comadres de Windsor de Nicolai.

Todo esto probablemente no os sorprenda, pero ¿Qué me diríais si os dijese que grandes grupos musicales modernos han basado muchas de sus obras en grandes clásicos de la literatura? Pues a continuación os dejo algunos ejemplos para que veáis que la relación entre literatura y música sigue hoy en día enriqueciendo ambos mundos.

1. Iron Maiden

Comenzamos fuerte con una de las bandas de metal más importante de todos los tiempos, fundado en 1975 por el bajista Steve Harris. Pues bien, numerosos de sus temas guardas decenas de referencias literarias. Por poner algunos ejemplos: Un mundo feliz, inspirada en la obra de igual título de Aldous Huxley; El soldado, del poema de Tennyson La carga de la brigada ligera; Asesinatos en la rue morgue, del relato del mismo nombre de Allan Poe; Para domar una tierra, inspirada en el clásico de la ciencia ficción Dune, de Frank Herbert; El Dorado basado en el poema del mismo nombre de Edgar Allan Poe o La Señal de la cruz, inspirada en El nombre de la rosa, de Umberto Eco.

2. Metallica

También esta banda estadounidense, fundada en 1981 en Los Ángeles por Lars Ulrich y James Hetfield, se han inspirado en obras literarias para realizar algunas de sus mejores composiciones. Es el caso de One, editada en el año 1989 como parte del álbum … Y justicia para todos, que utilizó la novela Johnny tomó su fusil, de Dalton Trumbo. También Por quién doblan las campanas, inspirada en la obra homónima, de Ernest Hemingway y, por supuesto, La cosa que no debería ser, Toda una pesadilla o La llamada de Cthulhu basadas todas en La llamada de Cthulhu de H. P. Lovecraft.

3. Anthrax

Seguimos con las bandas de metal, en este caso Anthrax es una banda estadounidense formada en Nueva York en 1981, por el guitarrista Scott Ian y el bajista Dan Lilker. Entre las principales influencias de este grupo se encuentra especialmente Stephen King, con temas como Entre los vivos basada en la novela Apocalipsis, Esqueletos en el armario, sobre el relato Verano de corrupción o La miseria ama la compañía inspirado en la novela Misery.

4. Led Zeppelin

También Led Zeppelin, el famoso grupo británico de rock fundado en Londres en 1968 por el guitarrista Jimmy Page, se inspiraron en la famosa saga de J. R. R. Tolkien para muchas de sus composiciones. Algunas de las más conocidas son: Escalera al cielo, La batalla de Evermore, Tangerine, Sobre las colinas y Lejos.

5. Los Ramones

Tampoco el punk se libra de las influencias literarias y es que esta banda, nacida en Queens, New York en 1974, también utiliza numerosos referentes literarios. Especialmente en su canción Pet Sematary, basada en la novela del mismo nombre de Stephen King. Los Ramones aseguran en su canción no querer ser enterrados en El Cementerio de animales, pues saben que volverán convertidos en monstruos.

6. David Bowie

No podía dejar de nombrar aquí a David Bowie, este gran cantautor británico lamentablemente ya fallecido y que pretendió, ni más ni menos que hacer un musical completo sobre la obra de George Orwell, pero la viuda del autor se negó. Afortunadamente la idea no se perdió y quedó recogida en un disco con ese nombre que incluye canciones como 1984, Big brother o We are the dead.

7. Bob Dylan

Por supuesto tenía que terminar con este gran artista estadounidense que consiguió la proeza, ni más ni menos, que lograr el premio nobel de literatura en el año 2016, convirtiéndose así en el primer músico en recibirlo. Si alguien representa una perfecta comunión entre música y literatura es desde luego este autor, que nació inspirado por los poemas de Dylan Thomas, del que tomo el nombre, y se ha convertido en un destacado exponente del arte, la música y de la literatura por derecho propio.

Espero que os haya gustado este breve repaso a la estrecha y fructífera relación entre música y literatura. No he hecho más que arañar su superficie así que dejadme en comentarios vuestras opiniones y sugerencias para que podamos seguir aprendiendo entre todos.

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Os dejo con el video del canal de youtube y hasta la semana que viene.

Relación entre música y literatura. 7 grupos modernos que basaron sus temas en obras literarias

Lecciones para aprender a escribir de Stan Lee

Lecciones para aprender a escribir de Stan Lee
Lecciones para aprender a escribir de Stan Lee

Bienvenidos adictos a la literatura a “Lecciones para aprender a escribir de Stan Lee”. Últimamente os he traído algunos artículos relacionados con los comics de Marvel. Una compañía de moda gracias a sus recientes estrenos cinematográficos y que algunos incluso apuntan como salvadora del cine tras el declive de la industria producido por la pandemia.

Pues bien, esta compañía debe gran parte de su éxito a un hombre cuya creatividad e inteligencia creo un panteón de nuevos dioses imaginarios que ha conquistado el mundo. Estoy hablando de Stan Lee y de sus amados superhéroes. Pero Stan Lee era sobre todo un escritor y nos dejó una serie de lecciones sobre su actividad literaria de valor innegable.

Por eso, hoy quiero cederle la palabra al propio Lee para que nos explique a todos las claves que a él le sirvieron para crear un mundo tan rico e imaginativo con su pluma.

Muy rápidamente y para aquellos despistados que no conozcan a Stan Lee, su nombre real era Stanley Martin Lieber. Nació en Nueva York el 28 de diciembre de 1922, hijo de inmigrantes rumanos de origen judío. Fue escritor, pero también editor en jefe y presidente de Marvel Comics, donde creó a la mayoría de sus personajes principales.

Stan Lee es para muchos el rey indiscutible del comic de superhéroes. Ya le dediqué un artículo en mi blog, tras su fallecimiento, en el que os hablaba de su figura más en profundidad.

En esta ocasión, sin embargo, vamos a dejar que él mismo nos enseñe las lecciones para aprender a escribir de Stan Lee, que consideraba fundamentales para cualquier escritor. Unas lecciones desde luego valiosísimas para todos aquellos que nos dedicamos a la escritura.

1. El escritor tiene que leer

Stan Lee tenía claro que cualquier escritor es ante todo un lector. Por eso, siempre recomendaba leer de manera incansable. En sus propias palabras:

“El único consejo que puedo dar es, si quieres ser escritor, escribe. Y lee mucho, lee todo lo que puedas”.

Sobre todo, recomendaba leer a los clásicos para poder aprender así de los mejores. Entre los autores que él mismo leía estaban autores Robert Louis Stevenson, Arthur Conan Doyle, Edgar Rice Burroughs o Mark Twain.

2. Escribe lo que te gustaría leer

Una de las tantas frases de Stan Lee fue «si escribes sobre algo que te guste, puede ser genuino». Stan Lee no era partidario de escribir sobre algo «popular» por el simple hecho de ganar fama, reconocimiento, likes o seguidores. Siempre prefirió escribir sobre aquello que a él le gustaría leer.

De hecho, la creación de Los 4 Fantásticos, que fue prácticamente el nacimiento de la Marvel moderna, fue el resultado de la decisión de Stan Lee de escribir el cómic que quería leer independientemente de lo que la compañía le demandaba entonces. El pensaba que sería su último trabajo de guionista y sin embargo fue el primero de todo lo que vino después.

3. Encuentra lo que hace que tus personajes destaquen sobre los demás

Stan Lee lo explicaba así:

«El personaje icónico debe tener algunas cualidades únicas que sean diferentes de los otros personajes, y eso hace que él o ella sea icónico. Y ese personaje mítico debe tener alguna cualidad que haga que el lector se preocupe por el personaje. Así que, detrás de todos los súper poderes, los trajes y lo demás, tiene que haber un ser humano por el que podamos sentir empatía y al que queramos que las cosas le salgan bien. Y por supuesto, a medida que se desarrolla la historia, al personaje no le salen las cosas bien y por eso nos preocupamos y nos interesamos, y deseamos que haya un final feliz«

Stan Lee nos está diciendo que nuestros personajes deben tener algo que los diferencie de los demás. No se trata de que nos obsesionemos con hacerlos completamente diferentes a otros ya existentes. Se trata de identificar cualidades o aspectos que los diferencien y que los doten de auténtica fuerza dramática. De esta manera lograremos captar la empatía del lector.

4. Tus personajes no deben ser perfectos

Stan Lee lo expresaba claramente: “Si elaboras un personaje poderoso, sin ninguna vulnerabilidad, no creo que sea tan interesante para el lector”.

Probablemente esta sea una de las características fundamentales de los personajes creados por Stan Lee y que sirvieron para acarrearle grandes éxitos. Sus personajes siempre se mostraban vulnerables. No sólo tenían debilidades, sino que cometían errores y se veían arrastrados a grandes problemas. En definitiva, sus personajes eran sumamente reales y eso captaba de inmediato la atención del lector que se sentía identificado en estas vulnerabilidades.

5. Los antagonistas deben suponer un reto real

“No importa a que te enfrentes, aunque parezca un gran reto, siempre habrá manera de vencer”.

Con estas palabras Lee estaba queriendo decir que el antagonista al que se enfrentaban sus protagonistas debía suponer un problema real para estos. Estaba resaltando la importancia de éste en la historia. De hecho, normalmente presentaba personajes antagónicos aún más poderosos que sus protagonistas para que el reto pareciese a priori insuperable.

6. Identifica un conflicto que funcione como motor de la historia y lleve a la reflexión

Lee decía: “Es necesario inyectar un poco de filosofía o de algo para que el lector pueda reflexionar cuando lea las historias”.

Lo que quería expresar es que, a la hora de definir el conflicto, el punto dramático central de la historia que estamos narrando, era importante que éste tuviera cierta ambigüedad moral o ética, que llevara al lector a reflexionar sobre él.

Stan Lee pensaba que había que ser valientes y abordar temas controvertidos sociales e incluso políticos en sus obras. Lee escribió sobre racismo e injusticias sociales. Para él, era importante que sus fans tuviesen algo en lo que pensar después de leer sus cómics o ver sus películas.

En cierto modo consideraba que escribir era un gran poder y como el mismo dejó escrito como lema de Spiderman: «un gran poder conlleva una gran responsabilidad».

Existen aún muchas más lecciones que aprender de este increíble creador de mundo que fue Stan Lee, como su maestría para el marketing, donde también fue un maestro. Volveremos, sin duda, sobre su figura en futuros artículos. 

Si os ha gustado dadle al like, suscribíos y dad a la campanita para que os lleguen las notificaciones. Espero veros por aquí la semana que viene como siempre y os dejo, con el video del canal de youtube y, como no puede ser de otra manera, con la despedida del propio Stan Lee.

“Mi lema es ´Excelsior´, una antigua palabra que significa ´hacia arriba y hacia delante a una mejor gloria´. Está en el sello del Estado de Nueva York. Sigue avanzando y si es hora de irse, es hora. Nada dura para siempre.”

Nuff said, Stan Lee

6 Lecciones para aprender a escribir de Stan Lee

Lecciones para aprender a escribir de Stan Lee

57 Feria del libro de Valencia. Gracias por venir

57 Feria del libro de Valencia
57 Feria del libro de Valencia

Bienvenidos a la 57 Feria del Libro de Valencia adictos a la literatura. Hoy os traigo este video rápido para daros las gracias a todos lo que leéis mis obras o me seguís en mi canal de Youtube, en mi web o en mis redes sociales. Pero, sobre todo, muy especialmente a los que el domingo 1 de mayo estuvisteis en la 57 Feria del Libro de Valencia. Allí nos acompañasteis a Blas Ruiz Grau y Sheila Queralt  y a un servidor, firmando libros y en la mesa redonda sobre “Jack el destripador y otros asesinos en serie de la historia” en la que participamos.

Tuvimos un día estupendo en el que la Feria estuvo a rebosar de gente. Por fin, se recuperaron las mismas sensaciones de antes de esta pesadilla de pandemia, que nos ha estado persiguiendo y esperemos que ya no vuelva más.

Los Jardines de Viveros de Valencia, donde se organizaba la Feria se convirtieron en una auténtica fiesta literaria con el libro de protagonista. El sol nos acompañó toda la jornada. La gente lo pasó muy bien en las diversas charlas que se realizaron y se llenaron las casetas comprando libros de todos los géneros.

La verdad es que lo pasé genial en compañía de Blas Ruiz Grau, cuyos conocimientos sobre asesinos en serie son casi infinitos y su talento como novelista indiscutible. Y con Sheila Queralt, que nos dejó a todos alucinados con el potencial de la Filología Forense, y los casos en los que ha participado como investigadora de campo. Por mi parte, presenté mi obra “Jack el Destripador el mito equivocado”, que despertó un gran interés y me permitió hablar de algunas de las grandes interrogantes que aún rodean la historia de Jack el Destripador.

Después, tuvimos la oportunidad de firmar ejemplares de nuestras obras en la caseta de la organización. No sabéis lo importante que son estos eventos porque nos permiten hablar con los lectores y conocer sus opiniones de primera mano. Algo impagable.

En definitiva, fue una jornada inolvidable, así que de nuevo muchas gracias a todos por la buena acogida en la Feria. Os dejo con un pequeño video del evento de mi canal de youtube y nos vemos en el próximo video artículo, no os lo perdáis.

Gracias por venir a la 57 Feria del Libro de Valencia
57 Feria del libro de Valencia

Relaciones tóxicas en la literatura en 6 obras fundamentales

Relaciones tóxicas en la literatura
Relaciones tóxicas en la literatura

Hoy vamos a hablar de Relaciones tóxicas en la literatura. Todos estamos asistiendo estos días al juicio público en que Johnny Depp y Amber Heard. Ambos están desnudando su conflictiva relación ante los medios sin pudor alguno. Más allá de la opinión que cada uno podamos tener del caso, cuya resolución corresponde exclusivamente al tribunal, lo cierto es que ambos han sido protagonistas de una auténtica relación sentimental tóxica.

Por eso, he pensado que hablar de cómo en literatura se han abordado este tipo de relaciones, puede ser un ejercicio muy interesante para cualquier escritor y lector. Y la mejor manera es presentaros 6 obras literarias que explotan relaciones tóxicas. Así que preparémonos para afrontar la realidad de las relaciones y empecemos.

En primer lugar, sería conveniente que definamos lo que es una relación tóxica. Existen tantas definiciones como psicólogos, pero, en general, podemos definir una relación tóxica como aquella en la que una de las dos partes o ambas están generando daño, malestar o sufrimiento. Suelen ser relaciones destructivas, caracterizadas por una gran dependencia emocional. Además son relaciones que no se dan no sólo entre parejas sentimentales sino también entre familiares, amigos o compañeros de trabajo.

Lógicamente, como escritores, este tipo de relaciones pueden ser un importante filón a explotar en nuestros relatos. El problema surge cuando una obra literaria cruza la fina línea entre describir una relación de este tipo y justificarla e incluso convertirla en una relación modelo. Todos estos problemas y otros añadidos lo veremos en las siguientes obras.

1. «Codename Villanelle« de Luke Jennings

Es la primera de una saga de 4 novelas del autor británico Luke Jennings. Quizá las conozcáis más por el título de la serie de televisión que las adapta a la pequeña pantalla “Killing Eve.

Se trata de una novela de corta extensión protagonizada por una asesina, sicópata y brutal llamada «Villanelle» y su relación con “Eve”, la agente inteligente y decidida que la persigue. El juego del gato y el ratón entre ambas y la ambigüedad sexual de la relación que va surgiendo entre ellas son el verdadero Leitmotiv de la obra.

La novela, y la serie de televisión aún más, profundiza en esta relación tóxica entre ambas. Una relación de dependencia mutua, que no hace otra cosa que acrecentarse, a pesar de que se ven arrastradas a una vida de muerte, pérdida y dolor.

Se trata de una obra feminista donde las mujeres fuertes llevan todo el peso de la acción y los hombres son personajes débiles y secundarios. Su único problema es que, desde mi punto de vista, idealiza en exceso, la figura de la asesina protagonista. Esto hace que el lector empatice en exceso con ella, con el peligro que eso conlleva.

2. «El dragón rojo« de Thomas Harris

Esta es la primera novela, publicada en 1981, de la que sería la tetralogía de Hannibal Lecter. Personaje que no me cabe duda que todos conocéis por el cine, especialmente por la película “El silencio de los corderos” de 1991.

Si os traigo la primera entrega de Harris es porque en ella se describe la relación entre Will Graham, un agente del FBI retirado que vuelve para enfrentarse a un asesino en serie conocido como «Hada de los dientes», y Hannibal Lecter, otro asesino y caníbal al que el propio Graham capturó estando a punto de morir en el proceso.

Lo interesante de la novela es la relación enfermiza que se establece entre estos dos personajes, donde Lecter ayuda en principio a Graham en su nuevo caso, aunque en realidad lo que realmente pretende es manipularle.

Esta relación tóxica fue genialmente explorada en la serie de televisión Hannibal. En ella ambos personajes terminan por crear una dependencia y admiración mutua que bordea la relación sentimental y termina por arrastrarles al desastre.

3. «50 sombras de Grey» de E. L. James

Esta novela es la primera entrega de una trilogía de novelas eróticas de la autora, donde se describe la relación entre una recién graduada de la universidad, Anastasia Steele, y el joven magnate de negocios Christian Grey.

Esta saga de novelas ha tenido y tiene una gran popularidad y no deja de tener una calidad literaria innegable. Sin embargo, su gran problema es que la relación sexual y sentimental descrita en ella es una relación de dominación y sumisión, donde la mujer pasa a ser un mero objeto sexual y una propiedad del hombre. Una relación tóxica y cruel y machista que no puede ser considerada en ningún caso como el modelo a seguir para ninguna relación sana de pareja.

4. «Cumbres borrascosas» de Emily Brontë

Esta novela de 1847 fue la única obra de su autora Emily Jane Brontë, que la publicó bajo el seudónimo masculino Ellis Bell. Se da la desgraciada circunstancia de que la autora murió sólo un año después de publicar su novela.

Aunque no fue acogida con entusiasmo en un inicio, se ha convertido en una de las narraciones más fascinantes de la literatura inglesa. De hecho se la considera un auténtico clásico intemporal y uno de los máximos exponentes de las relaciones tóxicas en la literatura.

La novela narra la historia de amor entre Heathcliff y Catherine Earnshaw, cuya vida de transcurre en un páramo solitario y tormentoso del norte de Inglaterra, reflejo de su propio temperamento, emociones y pasiones.

Una historia que describe una relación tóxica por antonomasia, donde el amor entre los personajes resulta enfermizo y pasional hasta el punto de hacerlos enferma física y sicológicamente. Una auténtica obra maestra.

5. «Lo que el viento se llevó» de Margaret Mitchell

No hace falta decir mucho de esta obra que es una de las novelas más vendidas de la historia y cuya adaptación al cine es uno de los mayores clásicos cinematográficos de todos los tiempos. Además, su autora Margaret Mitchell llegó a ganar en 1937 el premio Pulitzer en la categoría de novela.

La obra narra la historia de la joven Scarlett O’Hara, integrante de una familia aristócrata sureña, en tiempos de la Guerra de Secesión. Enamorada de Ashley Wilkes, heredero de otra familia aristócrata, es rechazada por éste que se casa con otra mujer. Sin embargo, Rhett Butler, un aventurero cínico y desvergonzado expulsado del seno de su propia familia, se enamora de ella e intenta conquistarla. Todo ello en medio de la Guerra de Secesión que hará que Sacrlett deba madurar convirtiéndose en una mujer implacable.

Una gran obra literaria que narra a la perfección como una relación sentimental y romántica puede convertirse en una relación tóxica, que termine por destruir a sus protagonistas.

6. «Romeo y Julieta» de William Shakespeare

Y para terminar una obra que seguro que no esperabais encontrar aquí. Ni más ni menos que Romeo y Julieta de Shakespeare. La novela romántica por antonomasia que nos presenta una historia de amor imposible entre los hijos de dos familias rivales: Romeo, un Montesco y Julieta, una Capuleto.

Pero la pregunta es ¿era esta relación entre los personajes una verdadera y modélica historia de amor? Pues. desde mi punto de vista, y sin criticar en absoluto esta obra maestra de la literatura, ni muchísimo menos.

Romeo y Julieta es una historia dramática en la que sus protagonistas están tan enamorados que son capaces de morir el uno por el otro. Esto sin embargo no es en absoluto una relación sana, ni desde luego una situación deseable. De hecho, frases como “sin ti no soy nada” o “muero por tu amor”, aunque a todos nos parecen tremendamente románticas, son una expresión de una dependencia excesiva de un miembro de la pareja hacia otros.

De verdad, si estás enamorado de otra persona, ¿querrías que ella muriera si tu fueses a morir? Eso no suena a amor verdadero precisamente.

Y con esto llegamos al final del repaso de hoy a las relaciones tóxicas en la literatura. Unas relaciones que son humanas y que podemos usar en nuestros relatos, como un recurso narrativo que aumente el realismo y la carga emocional de nuestras historias y personajes. Pero, eso sí, teniendo siempre en cuenta que no son en absoluto un modelo de relación a ensalzar o defender en nuestras obras.

Os dejo con el video artículo correspondiente del canal de youtube. Espero que os haya gustado y si es así, dadle al “like”, suscribíos y pulsad la campanita para que os avisen cuando suba un nuevo vídeo.

Hasta la semana que viene.

Relaciones toxicas en literatura. 6 obras imprescindibles para entenderlas mejor.
Relaciones tóxicas en la literatura

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