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Los misterios de Don Quijote de la Mancha

Los misterios de Don Quijote

Los misterios de Don Quijote de la Mancha, ni más ni menos, es nuestro tema de la semana. Bienvenidos adictos a la literatura. Hoy en nuestra sección de misterios de la literatura desvelamos los grandes enigmas que rodean esta magna obra universal de D. Miguel de Cervantes, y os contamos algunas curiosidades que os dejarán con la boca abierta.

Antes de nada, por si alguno no conoce la obra de la que vamos a hablar hoy (cosa harto extraña). “Don Quijote de la Mancha” es una novela escrita por el escritor español “Miguel de Cervantes Saavedra”. Se trata, ni más ni menos que de la obra más leída después de la Biblia desde su publicación en 1605.

Aunque suelo empezar estos video artículos del misterio con una breve biografía del autor de la obra, Miguel de Cervantes merece un artículo propio en el que nos explayemos en su vida y obra. Así que hoy baste con decir que fue uno de los mejores escritores de todos los tiempos, mundialmente conocido. Vivió a caballo entre el siglo XVI y XVII, coincidiendo en el tiempo con William Shakespeare y ha llegado a ser conocido como “Príncipe de los Ingenios”.

Hoy vamos a adentrarnos en los misterios de «Don Quijote de la Mancha», su magna obra. Y para que la conozcáis mejor, antes de adentrarnos en sus insondables incógnitas, empezaré por contaros algunas curiosidades que os dejarán asombrados:

1. El segundo libro más leído y traducido del mundo.

Tras la Biblia, «Don Quijote de la Mancha« se ha traducido a más de 50 idiomas, es considerado la primera novela moderna y ha vendido más de 500 millones de ejemplares. Unas cifras simplemente sin parangón.

2. Supuso una mejora del castellano.

La novela tiene alrededor de 400.000 palabras, de las cuales, más de 23.000 palabras no están repetidas. Si tenemos en cuenta que un ciudadano medio utiliza unas 5.000, podemos hacernos una idea de la riqueza lingüística de la obra. No es de extrañar, pues, que, gracias a su léxico y vocabulario, se considere que El Quijote mejoró el castellano, hasta el punto de dar paso al español moderno.

3. Primera traducción de Don Quijote.

La primera traducción se realizó al inglés en 1608 por el irlandés Thomas Shelton. Sin embargo, la traducción fue tan literal que la obra casi no se entendía. Afortunadamente la obra se tradujo posteriormente de nuevo al inglés, llegando a convertirse en un gran éxito y captando la admiración de autores como el propio Shakespeare. De hecho, debido a la admiración de William Shakespeare a la obra de Cervantes, en 1613 introdujo a Cardenio (uno de los personajes de «El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha») en una de sus obras.

4. Cervantes no obtuvo beneficio de su obra

Aunque El Quijote se convirtió en bestseller al poco de su lanzamiento, Cervantes solo obtuvo un 10% de los beneficios. Por aquel entonces los escritores vendían la licencia de impresión de su obra a la editorial, por lo que perdía la impresión del texto y sus ganancias. Según las cuentas de Francisco de Robles, que compró el privilegio de editar la obra por 1.400 maravedíes, Cervantes sólo obtuvo el 10% de las ganancias que supuso la impresión de su novela.

5. El Quijote se escribió en la cárcel

Miguel de Cervantes fue acusado de incurrir en graves faltas mientras ejercía la función de recaudador de impuestos. Por lo que lo enviaron a prisión en 1597, donde permaneció por cinco años. Fue, allí, en la Cárcel Real de Sevilla donde comenzó a escribir la obra que lo hizo inmortal. De hecho, en el prólogo de la obra habla sobre su paso por la cárcel y cómo en ese lugar nació Don Quijote.

6. Los gazapos del Quijote

Incluso una obra de la calidad como El Quijote contenía varios errores e su primera edición. Por ejemplo, aunque roban a Rucio (el asno de Sancho Panza), páginas después éste aparece de nuevo en escena. Igual ocurre con el yelmo de Alonso Quijano. En otra ocasión los protagonistas, Sancho Panza y Don Quijote, cenan dos veces el mismo día.

En la segunda edición de la obra estos errores se corrigieron, pero se pusieron en lugares equivocados. Al parecer, el motivo fue que, cuando el autor de la obra vendía la licencia perdía el control sobre el texto, por lo que la división de capítulos y su organización era decisión de la imprenta.

7. La copia más cara del mundo

Una primera edición de Don Quijote de la Mancha se vendió por 1,5 millones de dólares en 1989. Al parecer solo existen un par de ejemplares, por lo que este ejemplar entró por derecho propio entre los más caros de la historia.

8. El Quijote fue escrito para ser leído en voz alta

Uno de los propósitos de Cervantes cuando escribió su famosa obra fue criticar la costumbre de la lectura privada. Por eso, concibió su obra para ser leída en voz alta. Es un hecho que Don Quijote de la Mancha alcanza su máximo esplendor cuando se lee en voz alta. Y si no lo crees, haz la prueba.

Ya hora sí, llega el momento de adentrarnos en los misterios inconfesables de Don Quijote de la Mancha. Vayamos a ello sin paños calientes y preparaos para descubrir muchas cosas que no sabíais.

1. El Quijote apócrifo.

La primera parte de la obra («El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha») se imprimió en diciembre de 1604 y publicada en 1605. Sin embargo, en 1614 se publica una falsa segunda parte firmada por Alonso Fernández de Avellaneda, natural de la villa de Tordesillas, que fue conocida como «El Quijote apócrifo de Avellaneda» o «El Quijote de Avellaneda».  

En esta versión se continúan las andanzas de Don Quijote y Sancho Panza, en un tono muy similar a la obra original. La gran diferencia es que, en este caso, el Quijote ya no está enamorado de Dulcinea del Toboso

La realidad es que en esa época Cervantes estaba escribiendo la verdadera continuación del libro titulada “Segunda parte del ingenioso caballero don Quijote de la Mancha”, que se publicaría en 1615.

Lógicamente, esta usurpación de identidad fue denunciada pero jamás se pudo averiguar quién se escondía tras la pluma del tal “Alonso Fernández de Avellaneda”. Sin embargo, lo interesante es que debió ser otro escritor de la época muy bien informado, porque en su obra encontramos pistas para desvelar nuestro siguiente y mucho más importante misterio.

2. ¿Existió Don Quijote?

En la novela Cervantes nos cuenta las aventuras de un hidalgo (Alonso Quijano) que ha leído muchas novelas de caballería y termina enloqueciendo y creyéndose un caballero andante y nombrándose a sí mismo: Don Quijote de la Mancha. La gran pregunta es ¿fue Alonso Quijano una invención pura de la imaginación de Cervantes o había una historia real detrás?

Los historiadores se han afanado en encontrar la respuesta a este enigma y hoy os voy a develar que la respuesta más probable es que sí que existió un personaje real tras Don Quijote.

La pista más importante la encontramos, curiosamente, en el Quijote apócrifo de Avellaneda, ya que éste se refiere a la «noble villa de Argamasilla» como la «patria feliz del hidalgo caballero». Lo interesante es que Cervantes nunca desmintió esta afirmación lo que dio pie a que “el lugar de que no quiero acordarme” que nombraba Cervantes fuera realmente Argamasilla de Alba.

Desde 1737 existe una tradición que cuenta que el propio Cervantes estuvo cautivo en Argamasilla de Alba, en la cueva de Medrano, aunque no existe documentación alguna que lo acredite.

Lo realmente curioso es que en Argamasilla de Alba vivió un hidalgo de noble alcurnia llamado Don Rodrigo Pacheco y Avilés de Sotomayor, marqués de Torre Pacheco. Este noble aparece retratado en la Iglesia de San Juan Bautista en un enigmático lienzo que nos muestra la Virgen de la Caridad de Illescas.

Virgen de la Caridad de Illescas

En la parte inferior del cuadro encontramos a un hidalgo de cuello encorsetado rostro alargado, barba cervantina y mirada entre melancólica e inquisitiva. Se trata del propio don Rodrigo Pacheco. En la parte baja de la madera del marco, puede leerse:

«Apareció Nuestra Señora a este caballero estando malo de una enfermedad gravísima, desamparado de los médicos víspera de San Mateo, año MDCI encomendándose a esta Señora y prometiéndole una lámpara de plata llamándola día y noche de un gran mal que tenía en el celebro de una gran frialdad que se le cuajó dentro».

Descripción que parece sacada del propio Quijote. En la tradición oral que nos ha llegado, Don Rodrigo Pacheco era conocido entre los vecinos por la extravagancia de sus costumbres y su perturbado comportamiento. Al parecer se cuenta que este caballero en sus arrebatos de locura pretendía halagar la belleza de una de sus sobrinas, llamada, para más inri, Aldonza de Ayala, el mismo nombre que Cervantes daría a Dulcinea del Toboso, la obsesión amorosa del Quijote.

3. El informador de Cervantes.

Y por último vamos a abordar otro gran enigma que ha perseguido a los estudiosos del Quijote, que no es otros que saber si Cervantes, más allá del personaje del Quijote, se basaba en hechos reales o sacaba sus relatos de su pura imaginación.

Para responder esto hay que acudir al investigador y archivero Javier Escudero que lleva más de veinte años investigando en profundidad la obra de Cervantes. Su respuesta es clara: «Cervantes escogió La Mancha para escribir el Quijote de forma consciente y meditada porque tenía muy cerca a un hombre que le habló de personas y situaciones reales que el autor reflejó». Este informador no sería otro que Alonso Manuel de Ludeña, vecino de Cervantes en Esquivias (Toledo).

Javier Escudero lo explica muy bien:

«No todo es como se nos había contado. Cervantes es un escritor organizado e informado, y la novela es verosímil y creíble. Su forma de escribir es como la de otros escritores, conoce a una serie de personas, le parecen interesantes y las incluye en sus novelas».

Escudero ha realizado una investigación exhaustiva en la que ha localizado a multitud de personajes y aventuras que no solamente son protagonistas del Quijote sino de otras novelas de Miguel de Cervantes como ‘La ilustre fregona’, ‘La gitanilla’, ‘Rinconete y Cortadillo’ o ‘El retablo de las maravillas’. Incluso ha sido capaz de encontrar documentos que avalaban situaciones y personas del Quijote, como el hidalgo que atacó un molino de viento, el que compró un rocín que se le cayó o los que vestían como caballeros medievales.

Javier Escudero ha demostrado así, que Cervantes no fue ninguna excepción y que su notable imaginación se basaba en un profundo conocimiento de la realidad de su tiempo. Como os vengo repitiendo desde el inicio de este canal la verdadera clave de una buena literatura de ficción o no, más allá de la imaginación del autor, está en la investigación y documentación.

Y hasta aquí el video artículo de hoy. Soy consciente de que me dejo muchísimas cosas en el tintero, pero esto no ha hecho más que empezar. Volveré con Cervantes y sus misterios muy pronto para que descubráis este increíble escritor, cuya vida fue tan emocionante como su propia obra.

Como siempre os dejo el video artículo correspondiente del canal de Youtube. Y, ya sabéis, dadle al «like» si os ha gustado, suscribíos y dad a la campanita para que os avisen cuando suba un nuevo video.

Hasta la semana que viene.

Los misterios de "El Quijote". ¿Existió el Quijote? ¿Quién fue el informante de Cervantes?
Los misterios de Don Quijote

Presentación de Jack el destripador el mito equivocado

Presentación de Jack el destripador el mito equivocado
Presentación de Jack el destripador el mito equivocado

Hoy os traigo la presentación que realicé en la FNAC de Callao en Madrid de mi libro «Jack el destripador el mito equivocado». Pero, ante todo, pediros disculpas porque la semana pasada no pude subir el video semanal. Lamentablemente, preparar la presentación no me permitió llegar a tiempo. Por eso, decidí postergar el artículo antes que hacerlo de forma precipitada.

Volveremos con nuestros artículos de literatura y misterio a partir de la semana que viene. Pero esta semana toca hablaros precisamente de la presentación de mi libro y cómo se desarrolló el evento. Así que preparaos porque esta semana nos vamos de viaje a las calles de Whitechapel a finales de siglo XIX.

Antes de entrar en faena lo primero que quiero hacer es dar unas gracias enormes a todos los que asististeis a la presentación de “Jack el destripador el mito equivocado”. La verdad es que conseguimos llenar la sala, que la FNAC de Callao en Madrid nos había dejado, y pasamos un rato genial. Gracias también, por supuesto, al personal de la FNAC que nos ayudaron en todo momento y a la editorial OBERON del grupo Anaya, que es la que hizo todo esto posible.

La tarde empezó pronto, alrededor de las seis de la tarde. La sala se gue llenando, poco a poco, a pesar de las restricciones impuestas por el covid. Finalmente pudimos realizar la presentación y proyectar el booktrailer del libro, que fue muy bien acogido.

Después abrimos un turno de preguntas y ahí es cuando para mi empezó lo más divertido porque algunas fueron realmente interesantes y me permitieron estar hablando amplio y tendido sobre Jack el Destripador.

Como para muestra sirve un botón, os resumiré a continuación cinco de las preguntas más interesantes, pidiendo perdón de antemano por no poder poner todas, pero fueron muchas y harían este video artículo inacabable.

1. ¿Cómo conseguí la información y documentos oficiales para escribir el libro?

Sobre esta cuestión quiero dedicar un artículo completo donde os explicaré cómo realizar un libro de investigación como “Jack el destripador el mito equivocado”. Como resumen os diré que usé principalmente Internet y todas las herramientas que pone a nuestra disposición. Especialmente el acceso a archivos históricos y la posibilidad de ponernos en contacto con instituciones y personas, que puedas ayudarnos en nuestra investigación. Y por supuesto leer, leer y leer.  Para elaborar mi investigación leí más de cincuenta libros, sin contar artículos de investigación, documentos de todo tipo y como no, incontables archivos periodísticos.

2. ¿Cómo evitar contaminarse con la mitología de la época y del personaje?

Aunque pueda parecer una cuestión poco importante, de hecho, es probablemente la más importante de todas. Si hay una cuestión en la que me he esforzado en mi obra es en luchar contra todo tipo de prejuicios que impidan ver la realidad de los hechos. Y lo cierto es que todos, y yo el primero, contamos con una mochila cultural que nos hace ser presa de forma inconsciente de profundos sesgos culturales. La manera de luchar contra esto no es sencilla.

En mi caso, lo que hice fue recurrir siempre como primera fuente de información a los informes oficiales de la época, buscando los hechos asépticos. La verdad es que fue muy complicado intentar realizar deducciones puramente lógicas intentando apartar mis propios juicios personales ideológicos o morales.

3. ¿Cuántas víctimas tuvo el destripador?

Se barajaron en su momento entre 5 y once víctimas, pero lo cierto es que la mayoría de investigadores coincidieron ya en el momento de los propios crímenes en que realmente eran cinco las víctimas del destripador. A estas víctimas se las conoce como canónicas, siendo el resto obra de otros asesinos y algunas de ellas de auténticos copycat que intentaban enmascarar sus crímenes como obras del destripador.

4. ¿Existió en los crímenes una ritualización especial?

Esta cuestión es ciertamente interesante. Acudiendo a los hechos desnudos, es cierto que a rasgos generales los cuerpos se encontraron en posiciones muy similares. Tendidos con la cabeza girada, abiertos de piernas y con algunos órganos internos colocados en posiciones muy particulares. Algunos investigadores vieron en esto una ritualización de las muertes e incluso se apunté en algunas obras a una intervención de la masonería.

En mi investigación, sin embargo, se descarta completamente cualquiera de estas opciones. Lo más probable es que la colocación obedeciera simplemente a la manera más practica de posicionar los cuerpos para realizar la macabra tarea a que se disponía el asesino. Es decir, con se corresponde con la búsqueda de una exposición de los cuerpos particular, sino de como colocar estos para mancharse lo menos posible y acceder a sus órganos internos con la máxima facilidad.

5. ¿Era el destripador un médico?

Un poco como ocurre con la pregunta anterior, la mayoría de obras de ficción y también lamentablemente de investigación, has apuntado la posibilidad de que Jack el destripador fuera un médico debido a las grandes habilidades que demostraba. Esto sin embargo es nuevamente una imagen distorsionada por la ficción de la realidad. Lo cierto es que los análisis forenses de la amplia mayoría de médicos que intervinieron en el caso coincidieron en afirmar que, aunque demostraba una gran habilidad, esta se encontraba al alcance de cualquier carnicero o matarife.

Por último y como es lógico por encima de todas estas cuestiones orbitaba la gran cuestión que seguro que vosotros también os hacéis. Todo esta muy bien, pero ¿quién fue realmente Jack el destripador?

Lamentablmente os tengo que decir lo mismo que dije a todos los asistentes a mi presentación. El autor material de los crímenes no siempre es lo mismo que el culpable de estos. En el caso de los crímenes de Whitechapel, el autor material es algo que espero que descubráis conmigo leyendo mi obra “Jack el destripador el mito equivocado”. En cuanto al verdadero culpable, lo fue una sociedad injusta, cruel y llena de prejuicios que creaba monstruos.

La semana que viene vuelvo con nuevos artículos. Por cierto, estamos llegando a los 1000 suscriptores, una cifra modesta, pero con la que estoy encantado y con la que ni soñaba cuando empecé este canal hablando de literatura. Así que hay que pensar algo especial para celebrarlo. No os cortéis y decidme ¿cómo pensáis que podemos celebrarlo?

Espero vuestras sugerencias, como espero que os suscribáis aquí y al canal de Youtube si os ha gustado y le deis a la campanita para recibir las notificaciones.

Os dejo con el video artículo del canal, en el que os he incluido algunos minutos de la presentación que hice en vivo.

Hasta la semana que viene.

Presentación de Jack el Destripador el mito equivocado de Anaya Oberon
Presentación de Jack el destripador el mito equivocado

Jack el destripador el mito equivocado. Os presento mi última obra

Jack el destripador el mito equivocado
Jack el destripador el mito equivocado

“Jack el destripador el mito equivocado” es el título de mi última obra. Y en esta semana tan especial os la quiero presentar oficialmente a todos los adictos a la literatura. Y es que, como os he venido anunciando, en pasados video artículos, mi último libro está ya a puntito de llegar a todas las librerías del mundo, gracias a la editorial OBERON del Grupo Anaya.

Así es, el libro está ya en preventa en las principales librerías españolas y saldrá a la venta el 27 de enero. Si os interesa, aprovechad a reservarlo ahora porque la preventa viene con descuento incluido en varias de las librerías. A continuación os pongo algunos enlace donde encontrar la obra en preventa:

Amazon

Casa del Libro

Fnac

Todostuslibros

Agapea

Además, hoy quiero invitaros a la presentación del libro que realizaré el próximo miércoles 2 de febrero en la FNAC de Callao en Madrid (Calle Preciados, 28). Allí charlaré un rato con todos los asistentes sobre la obra y firmaré ejemplares. Así que, si queréis conocerme y saber muchas cosas interesantes sobre este asesino victoriano, no dudéis en venir. Estaré encantado de conocer a todos los adictos a la literatura que me habéis estado siguiendo y apoyando en el canal.

No te pierdas la presentación de "Jack el destripador. El mito equivocado"
No te pierdas la presentación de «Jack el destripador el mito equivocado»

Eso sí, para poder asistir tenéis que inscribiros en la FNAC (de forma completamente GRATUITA, por supuesto) ya que el aforo está controlado por el tema del COVID. Basta con un nombre de contacto y una dirección de email para recibir vuestro pase. Aún quedan entradas libres así que os espero. Podéis inscribiros en el siguiente botón:

Escribir “Jack el destripador el mito equivocado” ha supuesto para mí un antes y un después en mi carrera literaria. Os he hablado muchas veces de la importancia de la documentación en vuestras obras, para dotarlas de auténtico realismo y profundidad. Pues bien, con esta obra he pasado de la creación de ficción a la pura investigación del que es, probablemente, el caso criminal más famoso de la historia. Y esto son palabras mayores.

Ha tardado alrededor de cinco años en realizar la obra y aunque es cierto que lo he simultaneado con otros trabajos, el esfuerzo de documentación e investigación ha sido simplemente titánico. He leídos alrededor de 50 obras de investigación, he consultado trabajos de historiadores, artículos de revistas y sobre todo una cantidad ingente de documentación policial, política y social de la época. Todo ello para llegar a descubrir que todo lo que creía saber sobre Jack el destripador o estaba equivocado o simplemente era falso. La realidad tras el mito era mucho más descarnada y llena de miseria y discriminación de lo que esperaba.

Tenéis más información sobre la obra en la editorial OBERON y en la propia WEB DE LA OBRA.

Y ahora, como aperitivo para la obra, os voy a comentar 6 aspectos que os sorprenderán sobre Jack el Destripador y que he descubierto durante la investigación de «Jack el destripador el mito equivocado». Vamos a ello.

1. Las víctimas del destripador no eran prostitutas.

Sólo los prejuicios de la época mantenidos a lo largo del tiempo sustentan la afirmación de que Jack el destripador asesinaba prostitutas.

Lo cierto es que en el barrio de Whitechapel a finales del siglo XIX una amplia mayoría de mujeres, casadas o no, se veían obligadas a ejercer la prostitución de forma esporádica, para poder sobrevivir ellas y sus familias. Pero esto no las convertía en prostitutas, sólo en personas en una situación de terrible pobreza.

En el caso de las víctimas del destripador, todas ellas tenían acreditadas otras profesiones con las que se ganaban la vida, como la costura, la limpieza o la venta ambulante entre otras. Tampoco se puede afirmar con rotundidad que la noche en que fueron asesinadas ninguna de ellas estuviese intentando prostituirse. De hecho, existen pruebas muy convincentes de todo lo contrario.

2. El destripador robaba a sus víctimas.

En contra de la visión habitual de un destripador proveniente de la nobleza, que tanto gusta a los amantes de las conspiraciones, lo cierto es que el destripador robaba a sus víctimas lo poco de valor que poseían. A ninguna de las víctimas se las encontró una sola moneda encima, y a varias las extrajo todo lo que tenían en los bolsillos ocultos de sus vestidos. Incluso robó unos anillos de latón, de muy poco valor, a una de ellas.

3. Ninguna de las víctimas fue agredida sexualmente

A pesar de la predilección del destripador por los órganos genitales de sus víctimas, en ninguna de ellas se encontró rastro alguno de agresión sexual, más allá de las mutilaciones post mortem.

4. El destripador no escribió ninguna carta a los medios

Oficialmente sabemos que la prensa recibió más de 600 cartas que pretendían ser de puño y letra del destripador. Sin embargo, todas ellas resultaron ser falsas. Incluso las más famosas, en las que el propio asesino se bautizaba a sí mismo como Jack el destripador, han sido completamente desacreditadas. Hoy sabemos a ciencia cierta que fueron escritas por un periodista de la época. Así que puede afirmarse que las cartas del destripador son las primeras fake news del periodismo.

5. El destripador no tenía conocimientos médicos avanzados

Otro mito habitual es considera que el destripador debía ser un médico o cirujano, debido a sus grandes habilidades a la hora de extraer los órganos de sus víctimas. La realidad sin embargo es muy distinta. De los análisis forenses se desprende que, aunque el destripador mostraba ciertamente una gran habilidad, esta estaba al alcance de cualquier carnicero o persona acostumbrada a despiezar animales.

6. La investigación policial fue rigurosa

Por último, me gustaría deshacer la visión habitual de que la policía realizó una investigación negligente debido a que las víctimas eran prostitutas que no importaban a nadie. Por el contrario, la presión sobre las autoridades de Londres, entonces la capital más avanzada del mundo, para solucionar unos crímenes que les estaban dejando en ridículo fueron brutales.

El resultado de estas presiones fue que la policía intentó todo lo que estaba a su alcance. Se realizaron cientos de detenciones e interrogatorios, puede que más de mil. Se hicieron registros de todo tipo en locales, puertos, cuarteles del ejército y un largo etcétera de lugares, en busca de cualquier prueba que los llevase a la identidad del destripador. Incluso el Parlamento y la Casa Real británica intervinieron preocupados por la imagen de impotencia que estaban vendiendo al mundo.

Si algo jugó en contra de la investigación oficial, fueron los prejuicios de la época. Prejuicios que se han mantenido en el tiempo y contra lo que he luchado en mi obra para sacar la verdad a la luz. Una verdad que no me esperaba cuando empecé la investigación, pero que apunta a una historia desgarradora en la que las mujeres fueron víctimas y protagonistas. Una realidad que me inquieta sobre manera.

Y con esto llegamos a el final de este pequeño repaso a algunos de los aspectos más sorprendente de mi investigación. Una pequeña pincelada de lo que podéis encontrar en «Jack el destripador el mito equivocado».

Os espero a todos el miércoles 2 de febrero en la presentación en Madrid, no os la perdáis. Y los que no podáis acudir, no os preocupéis porque os traeré un reportaje del evento aquí y al canal de canal de Youtube . Ya me diréis que os parece mi libro y cuál es vuestra opinión sobre Jack el destripador.

Os dejo con el video artículo del canal de Youtube. No olvidéis suscribiros, si os ha gustado, y dadle a la campanita para recibir las notificaciones y no perderos ningún video artículo.

Hasta la semana que viene…

"Jack el destripador el mito equivocado".  Os hablo de mi  último libro y de 6 datos que desconocéis
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Los secretos de «Cuento de Navidad» de Charles Dickens

Los secretos de "Cuento de Navidad"
Los secretos de «Cuento de Navidad» de Charles Dickens

Hoy abordamos los secreos de “Cuento de Navidad” de Charles Dickens. Seguimos en Navidad y como ya os adelantaba en el video artículo pasado dedicado a las curiosidades literarias navideñas, hoy nos vamos a dedicar en exclusiva a este cuento navideño. Un relato que para muchos es el responsable de crear la Navidad como la conocemos.

Titulado «A Chistmas Carol», originalmente, en castellano lo conocemos como “Cuento de Navidad” de Charles Dickens. Dejemos que nos visite el fantasma de las navidades pasadas, el de las navidades presentes y el de las navidades futuras y empecemos….

Aunque hoy no quiero extenderme en la vida de Charles Dickens, si es conveniente que hagamos un ligero repaso por su figura antes de adentrarnos en su famoso relato.

Charles Dickens
Charles Dickens

Charles Dickens nació el 7 de febrero de 1812, en Portsmouth, en el seno de una familia humilde. Su padre era John Dickens, un oficinista de la Pagaduría de la Armada en el arsenal del puerto de Portsmouth, y de Elizabeth Barrow. Aunque comenzó a asistir a la escuela a los nueve años, sus estudios quedaron interrumpidos muy pronto, cuando sólo tenía once años, debido al encarcelamiento de su padre por no pagar sus deudas. Algo lamentablemente habitual en la época.

Aquello le obligó a ponerse a trabajar en la empresa londinense Warren’s boot-blacking factory, una fábrica de betún para calzado, ubicada cerca de la estación ferroviaria de Charing Cross. Fue una época en la que vivió en carnes propias la explotación infantil tan habitual en la Inglaterra del siglo XIX. Algo que le marcó e influyó decisivamente en algunas de sus obras, muy especialmente en «David Copperfield».

Aunque pudo recibir clases de forma esporádica lo cierto es que toda su formación fue totalmente autodidacta. Algo muy meritorio que le llevó en 1827 a conseguir trabajo, primero como secretario legal y después como periodista en el Parlamento. En esa época conoció a María Beadnell, pero su familia lo rechazó como pretendiente por lo que, tras cuatro años de relaciones, se separaron. Para entonces ya estaba trabajando como reportero en una publicación de su tío, The Mirror of Parliament, y para el periódico liberal The Morning Chronicle.

En diciembre de 1833, empezó su carrera literaria, publicando con el seudónimo de Boz, en The Monthly Magazine, revista que editaba su amigo George Hogarth.  Se trataba principalmente de descripciones de la vida cotidiana de Londres.  El libro “Los apuntes de Boz” (1836), fue su primer gran éxito, lo que le permitió casarse con Catherine Hogarth en ese mismo año. Sin embargo, su consolidación como novelista llegaría con su obra “Los Papeles póstumos del club Pickwick” (1836-1837), publicado en entregas mensuales. Un formato innovador que sería después copiado por numerosas editoriales.

A partir de aquí el éxito le acompañó el resto de su carrera, convirtiéndole en uno de los hombres más famosos y populares de su época. Charles Dickens murió en Gad’s Hill Place, Higham, Kent, Inglaterra, el 9 de junio de 1870 tras sufrir una apoplejía y fue enterrado cinco días más tarde en la abadía de Westminster.

Actualmente Charles Dickens es considerado por muchos como el verdadero inventor de la Navidad, tal y como la conocemos. Fama que debe en gran medida a “Un cuento de Navidad” publicado el 19 de diciembre de 1843.

Y ahora sí, ha llegado el momento de descubrir los secretos de «Cuento de Navidad»

1.- La Navidad es blanca porque así la describió Dickens

Aunque ahora todos asociamos la Navidad con la nieve, no era así antes de 1843, cuando se publicó “Cuento de Navidad”. ´Lo cierto es que a finales de diciembre nunca nieva en medio mundo porque es verano y en el otro medio, pese a ser invierno, la nieve es bastante escasa, salvo en el norte de Europa.

Charles Dickens es el responsable de describir la Navidad como una eterna nevada en su “Cuento de Navidad”, lo que desde entonces se trasladó a la mayoría de cuentos navideños. El motivo por el que Dickens asociaba la Navidad con la nieve proviene de su infancia. El escritor sufrió cuando era apenas un niño la década más fría que vivió Reino Unido en el siglo XIX, con nieve por todas partes y hasta el Támesis helado… Una experiencia que Dickens idealizó y trasladó a sus cuentos.

2.- El pavo y la cena de Navidad

Como os explicaba en el video artículo pasado la fiesta navideña hasta mediados del siglo XIX era el “Boxing Day”, una celebración en la que los ricos entregaban una caja con regalos a sus sirvientes. Algo, a su vez heredado de los romanos, y que hoy en día es el origen de la cesta de navidad de las empresas. Sin embargo, estas fiestas navideñas no tenían buena fama, ya que sólo la celebraban las clases acomodadas, por lo que se consideraban fiestas clasistas, por no hablar de que se relacionaban con el papismo en un país que era esencialmente anglicano.

Durante estas celebraciones la comida habitual era el ganso. Sin embargo, en su relato Dickens hace que Scrooge, una vez transformado por el espíritu navideño, mande a un niño comprar y llevar un pavo a la casa de su secretario para celebrar un gran banquete de Navidad.

De esta forma, Dickens cambio la cena habitual por el pavo, lo que no debió gustarle muchos a éstos. Además de convertir la cena, hasta entonces clasista y de gente acomodada, en un banquete, símbolo de amor y alegría donde lo principal en dar y compartir.

3.- Happy Christmas o Merry Christmas.

En inglés es habitual la expresión Merry Christmas, sin embargo, hasta “Cuento de Navidad” lo habitual era “Happy Christmas”.  

Esta expresión, que puso de moda Dickens en su relato, proviene de que a éste le gustaba mucho un villancico: “God Rest You Merry, Gentlemen”. En realidad, la palabra “Merry” no significa únicamente “feliz”, sino que se asocia, más que a un deseo, a un sentimiento de alegría, de prosperidad, de hermanamiento y buena voluntad.

“Merry Christmas” aparece 21 veces en “Un cuento de Navidad”, y desde entonces es la felicitación habitual y más usada en inglés y también en otros idiomas.

4.- Scrooge pudo basarse en el propio padre de Dickens.

Charles Dickens amaba la Navidad, pero su más famoso personaje navideño, Ebenezer Scrooge, es un anciano avaro y explotador que, en el relato, es visitado por el fantasma de su antiguo socio, Jacob Marley, y luego por los fantasmas de la Navidad pasada, presente y futura.

No es descabellado pensar que fue John Dickens, el padre del autor, el personaje real escondido tras el temible Ebenezer Scrooge. John Dickens era un timador, tacaño y rácano que perjudicó gravemente a su propia familia, lo que le aproxima bastante a Scrooge. Aunque en la historia es aún, peor de lo que era el padre de Dickens. Scrooge no solo es avaro y rácano, es un hombre sin afectos por lo humano, un patrón cruel, un tío que rechaza a su afable sobrino y a su familia, un disidente radical de la fraternidad navideña.

5.- Marley fue un personaje real.

El socio muerto de Scrooge, Jacob Marley, que avisa a este de la próxima visita de los fantasmas navideños, fue un personaje real. En la obra “The Annotated Christmas Carol”, de Michael Patrick Hearn, se explica que Dickens asistió a la misma fiesta de San Patricio que un tal Dr. Miles Marley. Conociendo el interés de Dickens por los nombres inusuales, el Dr. Marley le comentó su propio e inusual apellido. La respuesta de Dickens fue: «Su nombre será una palabra familiar antes de que acabe el año». Y cumplió su palabra.

Y Dickens cumplió su palabra…

6.- El cuento fue concebido como una protesta contra la pobreza infantil.

En 1843 el gobierno británico publicó un informe sobre la gravedad del trabajo infantil en el país. Dickens, que había sufrido en sus propias carnes la explotación infantil, estaba furioso por esta situación. Dickens visitó a su hermana en Manchester y aprovechó esos días para encontrarse con representantes de organizaciones de caridad que ayudaban a las clases más desposeídas en esa ciudad industrial. También en 1843 recorrió uno de los colegios más pobres de Londres, dedicado a educar a los jóvenes destituidos de la capital inglesa.

Decidido a hacer algo con esta terrible situación pensó, como primera reacción, escribir un panfleto utilizando su vasta experiencia como periodista político. Pero luego cambió de parecer. Al parecer, le escribió a un amigo diciendo que «en lugar de un panfleto escribiré algo en Navidad que tendría 20 veces más fuerza».  Y lo consiguió sobradamente..

7. El relato fue escrito febrilmente en seis semanas.

Dickens fuertemente inspirado y comprometido con su relato, no tardó ni dos meses en escribir su famoso “Cuento de Navidad”. Se cuenta que Dickens reía y lloraba esporádicamente durante el proceso de escritura y daba larguísimos paseos nocturnos por Londres cuando toda la gente sobria se había ido a la cama. 

Finalmente consiguió terminar su obra a tiempo de publicarlo antes de Navidad, el 17 de diciembre de 1843.

8. Dickens se autopublicó “Un cuento de Navidad”

Como su anterior libro no se vendió bien, Dickens no pudo encontrar un editor para «Cuento de Navidad», así que él mismo pagó la impresión. La primera edición -con un precio de 5 chelines (unos 30 dólares)- salió a la venta el 19 de diciembre de 1843 y se agotó en Navidad. Sin embargo, Dickens sólo ganó £130 debido al alto costo del papel utilizado y el empaste. Se molestó tanto que cambió de grupo editorial. Se imprimieron dos ediciones más antes de finalizar el año, una semana después, siendo ya un éxito imparable.

9. Fue el primero y el último de sus escritos que Dickens leyó en público.

Dickens fue uno de los primeros escritores famosos en dar lecturas públicas. Su primera lectura fue la de «Cuento de Navidad». Tuvo lugar en 1853 en Birmingham, Inglaterra, para una reunión de 2000 espectadores.

Charles Dickens incluso creó un ejemplar especial de «Cuento de Navidad» para las lecturas públicas. En él escribía notas sobre cómo pronunciar las líneas y «representaba» estas lecturas como un actor en el escenario. Existe un ejemplar de este tipo, que el autor utilizó en su lectura en EEUU, propiedad de la Colección Berg de literatura inglesa y americana de la Biblioteca Pública de Nueva York.

Dickens también seguía un peculiar rito para sus actuaciones. Antes de sus lecturas desayunaba dos cucharadas de ron con crema. Más tarde, tomaba una pinta de champán, y justo antes de la actuación, bebía un jerez con un huevo crudo batido en él. Durante la lectura tomaba un té de carne y tomaba una sopa justo antes de acostarse.

Cuando su salud empezó a deteriorarse, 17 años después de su primera actuación pública, Dickens hizo su última lectura de «Cuento de Navidad» en el St. James’ Hall de Piccadilly. Murió tres meses después, convirtiéndose así su famoso relato en el primero y último que leyó en público.

10. Cuento de Navidad es en gran parte responsable de la tradición de la caridad navideña

Quizá la característica fundamental de la Navidad que celebramos hoy en día en todo el mundo es precisamente la caridad que se vive en estos días. Pues, para despedirnos de “Cuento de Navidad” de Dickens nada mejor que resaltar que fue esta obra una de las principales fuentes de esta tradición.

En 1844, el año siguiente a su publicación, los periódicos británicos atribuyeron a la popularidad de la novela de Dickens un aumento de las donaciones benéficas en Navidad. Aunque dar a los necesitados no era un concepto nuevo en la época navideña, el libro de Dickens inspiró a mucha gente.

Después de leer el libro en 1847, Robert Louis Stevenson escribió: «Quiero salir a consolar a alguien; nunca escucharé las tonterías que le dicen a uno sobre no dar dinero: daré dinero; no es que no lo haya hecho siempre, pero ahora lo haré con la cabeza bien alta».

Se cuenta que una niña que vendía frutas y verduras en el mercado de Covent Garden tras enterarse del fallecimiento del autor, ocurrido el 9 de junio de 1870 debido a una apoplejía preguntó: Charles Dickens está muerto, ¿entonces también morirá Papá Noel?”.

Creo que la anécdota lo dice todo sobre la influencia de este inolvidable autor en la Navidad. Y ahora es el momento perfecto de recordarlo, así que ya estáis tardando en leer “Cuento de Navidad” de Charles Dickens o por lo menos ver alguna de las innumerables adaptaciones que se han hecho de esta historia por tierra, mar y aire.

Os dejo con el video de mi canal de youtube. Y, recordad suscribiros si os ha gustado y dar a la campanita para recibir las notificaciones. Hasta la semana que viene, o mejor dicho hasta el año que viene. (No os perdías el próximo video artículo porque viene lleno de regalos para todos)

¡Feliz Navidad y buena salida y entrada de año para todos!

Los secretos de "Cuento de Navidad" de Charles Dickens
Los secretos de «Cuento de Navidad» de Charles Dickens

La novela oculta de Julio Verne: “Paris en el siglo XX»

La novela oculta de Julio Verne: “Paris en el siglo XX"
La novela oculta de Julio Verne: “Paris en el siglo XX»

La novela oculta de Julio Verne: “Paris en el siglo XX». Hoy vamos a rescatar una de las obras más desconocidas y misteriosas de Julio Verne. Este escritor, que es imposible que no conozcáis es probablemente el autor cuyas profecías literarias más han acertado e influido en el mundo actual. Un escritor cuya vida y obra está tan llena de misterio que puede llenar por sí sola innumerables capítulos de Misterios de la Literatura.

Así que os prometo volver sobre su figura en futuras entregas. Sin embargo, hoy quiero centrarme en una de sus obras más polémicas. Una novela que estuvo oculta durante más de 130 años: “París en el siglo XX”.

“París en el siglo XX”. es una novela escrita por Julio Verne que fue publicada por primera vez en francés en 1994. Es considerada como la novela perdida o la novela oculta de Julio Verne, ya que fue escrita en 1863 y se mantuvo oculta durante más de ciento treinta años.

El editor Pierre J. Hetzel había sido el único en confiar en Julio Verne al publicar «Cinco semanas en globo» en enero de 1863 (cuando el escritor ya contaba 35 años). Sin embargo, el siguiente libro que presentó el autor, «París en el siglo XX», cambiaba totalmente el registro de un modo que a Hetzel no le gustó nada.

Sus críticas fueron demoledoras, incluso insultantes («un desastre… como escrito por un niño… nada original… mediocre… sin chispa») y quedaron consignadas en los márgenes del manuscrito original y en el borrador de una carta dirigida a Verne.

Hetzel era un buen editor y conocía los gustos del público, como quedó ampliamente demostrado. Vió en aquel manuscrito un estilo excesivamente teatral, unos personajes endebles y una línea narrativa poco sólida, todo lo cual era cierto y producto de la bisoñez de Verne.

Además, esa visión pesimista del futuro no se correspondía con el luminoso proyecto de los «Viajes Extraordinarios» que Hetzel tenía en mente. El editor sabía que el éxito se encontraba en acercar el saber humano a los jóvenes media nte una serie de novelas en las que se exaltara la exploración científica y el avance tecnológico.

“Ha emprendido usted una tarea imposible y —como sus predecesores en cosas análogas— tampoco ha conseguido llevarla a buen fin. Está cien pies por debajo de Cinco semanas en Globo. Si la vuelve a leer estará de acuerdo conmigo. Es periodismo barato y sobre un tema nada afortunado.

No esperaba una cosa perfecta; le vuelvo a decir que sabía que estaba intentando algo imposible, pero esperaba algo mejor. Aquí no hay resuelta ninguna cuestión de futuro serio, ninguna crítica que no parezca una caricatura ya hecha y rehecha, y si algo me asombra es que haya podido usted hacer, como en un arrebato y empujado por algún dios, algo tan penoso, tan poco vivo…

No está usted maduro para un libro así, vuelva a intentarlo dentro de veinte años. Mi querido Verne, fuera usted profeta, nadie creería hoy en su profecía».

Aquello fue definitivo. La siguiente obra de Verne en ver la luz sería otra novela de aventuras, «Viajes y aventuras del capitán Hatteras» y su vena futurista/pesimista quedó enterrada. El manuscrito se olvidó y durante mucho tiempo se creyó perdido.

En los años ochenta del siglo XX, se confirmó su existencia gracias al hallazgo del borrador de la corrosiva carta de Hetzel, a la que hemos hecho referencia antes, y unos años después el bisnieto de Verne encontró el manuscrito olvidado dentro de una caja fuerte que había pertenecido a su abuelo y cuya llave se había perdido.

Cuando se publicó, en 1995, se convirtió en un éxito editorial y fue recibido por los críticos como un trabajo de «importancia histórica inestimable». Incluso se sugirió que se le otorgase el premio Hugo (el máximo galardón que se otorga a obras de ciencia-ficción publicadas el año precedente).

Los expertos vernianos afirmaron incluso que ningún otro de los trabajos del autor se había acercado tanto a la imagen del futuro como esta obra, por mucho que la calidad literaria y la línea argumental, casi inexistente, son propias de una obra primeriza.

A menudo se suele presentar a Julio Verne como un precursor visionario de la tecnología en su vertiente más luminosa, poniendo como ejemplo dos de sus novelas más famosas, «De la Tierra a la Luna» y «Viaje alrededor de la Luna», en las que el ingenio humano es capaz de salvar obstáculos aparentemente infranqueables.

Los héroes de sus novelas son frecuentemente personajes ejemplares, íntegros y valerosos como Miguel Strogoff; o sabios un tanto excéntricos pero llenos de energía y pasión, como el profesor Lidenbrock de «Viaje al Centro de la Tierra» o Paganel, de «Los Hijos del Capitán Grant». Sus conocimientos, unidos a la rectitud moral y al coraje, les hacen salir airosos de empresas colosales, en ocasiones haciendo uso de la tecnología y la ciencia.

Pero lo cierto es que, en el fondo, Verne era un conservador que abrigaba no pocas reservas hacia el progreso técnico y las consecuencias de este sobre la sociedad. Esta cara oscura siempre estuvo presente (el Nautilus del capitán Nemo no sólo es un maravilloso invento, sino que también era un arma temible que condena a muerte a cientos de personas).

Sin embargo, fue en la última etapa de su producción donde se hace más patente: «Los 500 millones de la princesa india», «Robur el Conquistador» o «Ante la bandera» son buenos ejemplos de esta visión mucho más pesimista del autor.

En la novela oculta de Julio Verne: “Paris en el siglo XX» el protagonista del libro, Michel Dufrenoy, es un poeta frustrado. La sociedad del siglo XX desprecia todo aquello que no es práctico y rentable. Todo está centrado en el dinero: «El demonio de la fortuna los empujaba hacia delante sin piedad ni descanso», escribe Verne. Ello ha llevado a una obsesión por las ciencias y la técnica que ha convertido en objeto de ridículo a aquellos que demuestran interés o talento en las artes, la literatura o los conocimientos humanísticos.

Verne habla de un barrio en el que «no se ofrecía un solo alojamiento a los habitantes de la capital; entre otros la Cité, donde se erguían el Tribunal de Comercio, el Palacio de Justicia, la Jefatura de Policía, la catedral, el depósito de cadáveres, es decir, lo necesario para ser juzgado, condenado, encarcelado, enterrado e incluso salvado. Los edificios habían expulsado a las casas».

Lo curioso es que en la actualidad existe un barrio parisino que lleva el mismo nombre, construido más de cien años después de escribirse este libro y veinte años antes de que se publicara.

Verne predice también que en el patio del Louvre se construiría una estructura moderna y geométrica. La famosa pirámide de cristal de I.M. Pei se terminó en 1989 en el mismo lugar que menciona la novela. También predijo una estructura parecida a la Torre Eiffel, aunque esta se construiría 24 años más tarde, en 1887. Anticipó asimismo los altos edificios de pequeños apartamentos y la necesidad de adaptar los muebles a esos diminutos espacios, así como un altísimo grado de polución ambiental.

París se ha convertido en una ciudad enorme en la que sus ciudadanos acceden a los suburbios gracias a una red de trenes de cercanías. El transporte urbano se completa con un ferrocarril ligero y elevado impulsado por una combinación de aire comprimido y fuerza electromagnética.

La energía es generada por molinos eólicos; las calles se iluminan con lámparas eléctricas que se encienden y apagan centralizadamente; las casas tienen portero automático, aire acondicionado y ascensor; los automóviles se impulsan por gas hidrógeno; en los bancos se utiliza un trasunto de fax, las cuentas se realizan con máquinas calculadoras y las cajas fuertes disponen de mecanismos eléctricos de seguridad, el gobierno utiliza la silla eléctrica para ejecutar a los reos …

Por supuesto, también hay otras predicciones que no han llegado a cumplirse, como la desaparición de las guerras o la muerte de la política. Aunque no se ha alejado tanto de la realidad ya que realmente en Europa y el mundo occidental las guerras son casi inexistentes precisamente por el motivo que explicaba Verne. Las armas son tan potentes que la devastación sería global.

Con todo esto, unido a sus otras grandes novelas donde abundan las predicciones increíbles, es imposible no preguntarse si Verne era algún tipo de adivino. Lo cierto es que aunque hay algunas predicciones difíciles de explicar, como veremos en futuros artículos, Verne se basaba realmente en una erudición y preparación documental simplemente excepcional.

Verne era un ávido lector de todo tipo de revistas especializadas, y a lo largo de los años, organizó una enorme base de datos, de la que extraía la información que precisaba para los detalles técnicos, científicos y geográficos de sus novelas. Muchas de las invenciones futuristas que describe no eran sino descripciones algo mejoradas de invenciones recientes o cuyas investigaciones se hallaban bastante avanzadas.

Por ejemplo, los coches que Verne describe se basan en el motor de explosión que Lenoir había inventado en 1859. El «fax» no es sino el Pantelégrafo Caelli, inventado en 1859, que permitía la reproducción telegráfica de la escritura y el dibujo. Y el ascensor de Otis fue instalado en un edificio por primera vez en 1853.

Sea como fuere Julio Verne fue un escritor excepcional sobre el que volveremos muy pronto. Ahora os dejo, adictos a la literatura, con el video de mi canal de youtube . No olvidéis suscribiros si os ha gustado y dar a la campanita para que os lleguen las notificaciones.

Paris siglo XX. La novela oculta de Julio Verne
La novela oculta de Julio Verne: “Paris en el siglo XX»

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