
Hoy desgranamos las «Claves imprescindibles para entender la Estructura Narrativa». Con este nuevo video artículo que incorporamos a la Videoteca, intentaré ayudaros a entender como organizar y desarrollar la información en vuestros relatos. Como siempre podéis ver el video con ejemplos en el canal de youtube.
Lo primero que debemos tener en cuenta es que existen dos tipos de estructuras narrativas: la externa y la interna. La estructura narrativa externa de la narrativa es la forma física en que se organiza el texto; capítulos, párrafos, actos, escenas, secuencias, …. Pero, de la que vamos a hablar hoy, es de la estructura interna de un texto narrativo, que es la manera en la que se organizamos la información que queremos narrar.

La estructura narrativa interna se divide en tres partes diferenciadas:
- Introducción o Planteamiento.
Puede denominarse también inicio o presentación. Es el punto de comienzo del relato, en el que se presenta y sitúa la historia y los personajes principales. Suele ser de corta duración y ayuda principalmente en la ambientación, respondiendo a las preguntas iniciales que circulan en la mente del lector, sobre el dónde, el cuándo, el quién, el por qué, etc…
Un ejemplo muy descriptivo son las películas de la saga de Indiana Jones. La primera película, “En busca del Arca perdida», se inicia con el final de una aventura de Indiana, lo que nos ayuda a entender el personaje. Esta escena inicial nos descubre el dónde y el cuándo y crea ya la ambientación que seguirá el resto de la historia. Toda esta aventura forma parte de la introducción o planteamiento, que se completa con las escenas iniciales de Indiana dando clases en la Universidad, que terminan de responder al quién e incluso al porqué de la historia.
Hoy en día, cuando la capacidad de atención de la población es cada vez menor, debido al uso y abuso de la inmediatez que producen en nosotros las nuevas tecnologías, especialmente Internet, esta parte se ha convertido en crucial a la hora de narrar una historia. Se puede decir que si un escritor no capta la atención e interés del lector en los primeros párrafos de su obra, ésta fracasará y el lector la abandonará sin terminar de leerla. Por eso, hay que cuidar la introducción al máximo, es la carta de presentación de vuestra historia (incluso de cara a editores).
2. Nudo o Desarrollo.
Aunque es menos usual, suele denominarse también medio o complicación y es la parte central de la narración, donde los personajes empiezan a moverse, haciendo frente a problemas y conflictos para conseguir su objetivo. Esta parte constituye la más amplia en extensión de la narración y es básicamente donde se desarrolla el grueso de la acción.
Es interesante recordar, aunque ya dimos algunas pinceladas a este respecto en el artículo sobre el marco escénico y temporal de la acción, que la estructura narrativa puede desarrollarse de dos formas distintas:
- De forma lineal. Los hechos se suceden uno detrás de otros de forma cronológica
- De forma no lineal. Se rompe el orden cronológico con saltos al pasado (flash-backs) o al futuro (flash-forward).
No os dejéis encorsetar por estos conceptos, jugad con ellos. Podéis mezclar distintos modos narrativos o incluso ofrecer un desarrollo en el que, cuando el lector crea haber alcanzado un clímax, se encuentre que solo es la introducción de un nuevo desarrollo imprevisto. En esto el director de cine Cristopher Nolan es un maestro, utilizando tramas y sub tramas anidadas sin fin, en obras como como «Origen» o en sus películas de la trilogía de «Batman».
3. Desenlace o Final.
En el desenlace o final se alcanza el clímax de la acción y el protagonista o protagonistas soluciona el conflicto creado y desarrollado en la obra. Es decir, es el momento en el que se responden todas las preguntas en la mente del lector. En esta parte os recomiendo que el desenlace lo narréis de forma ágil y concisa. Si se alarga en exceso un final pierde su capacidad dramática.
Podéis jugar con dos tipos de desenlace:
- Desenlace cerrado. Se da una conclusión definitiva y completa a todas las tramas y subtramas abiertas durante la narración.
- Desenlace abierto. Aunque se concluye la trama principal, se dejan abiertas subtramas o hilos narrativos, de forma que la historia pueda continuarse más adelante, en otro libro o en la mente del lector.
Sin embargo, lo principal es que no uséis “trampas” para plantear soluciones facilonas que dejen completamente insatisfecho al lector. Puede que una vez legados aquí hayáis conseguido que el lector lea vuestra obra, pero, si este no queda satisfecho con el final, no va a recomendaros a otros lectores y vuestra obra fracasará. Eso no significa que tengáis que dar un final feliz de color de rosa. La satisfacción del lector la conseguiréis sobre todo cuidando la coherencia narrativa.
Igual es conflictivo, pero como ejemplo de final incoherente tengo que comentar la serie de televisión Juego de Tronos. Basada en la serie de novelas Canción de hielo y fuego, escrita por el estadounidense George R. R. Martin, es un perfecto ejemplo de giro injustificado, no en la trama, sino en los caracteres de los personajes. Toda la última temporada puede considerarse el desenlace de la serie y al jugar con estos giros injustificados, que los guionistas pensaron muy acertados, consiguieron uno de los finales que más insatisfechos han dejado a los espectadores de la historia de la televisión.
Aunque también es justo reconocer que aún no ha sido publicada la última de las novelas, por lo que, desde el punto de vista literario, la serie hasta ahora sigue gozando de un desarrollo excelente, pletórico de coherencia. Sólo esperemos que George R. Martin no siga la estela de la serie de televisión y cree un final digno de su obra.
Hasta aquí el artículo de hoy, os dejo con el video artículo y no olvidéis suscribiros y comentar todo lo que queráis, aquí en el blog y en el canal de youtube. Estada atentos que pronto habrá importantes novedades.
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