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Cómo concebir una buena idea para escribir un libro

Imaginación para escribir un libro

Probablemente, cómo concebir una buena idea para escribir un libro, sea el problema más complicado al que se enfrenta cualquier escritor. Hoy quiero daros mi peculiar punto de vista al respecto, ahondando en algunos de los puntos que os comentaba en mi post con 10 consejos para escribir un libro.

Habitualmente se suele aconsejar, en estos casos, que se debe escribir sobre aquello que uno conoce o que se debe ir siempre con una libreta e ir apuntando cuanta idea se nos pase por la cabeza. Más allá de estos lugares comunes, quiero recordaros dos consejos, al respecto, que os comentaba en mi anterior artículo: «apuesta por tus ideas» y «escribe lo que te gustaría leer«. No hace falta que vuelva a explicaros estos dos puntos, pero sí os diré que, si los sigues, tienes una parte importante del camino andado.

Pero, claro, alguno me diréis que todos estos consejos están muy bien pero que el problema es y ¿cómo tengo esa genial idea por la que apostar y que me gustaría leer?

Para responder a esto es necesario conocer primero que es la «imaginación«, ese lugar maravilloso del que surgen las ideas que tanto ansiamos.

Según la RAE, se nos dan cuatro acepciones:

  • Facultad del alma que representa las imágenes de las cosas reales o ideales.
  • Aprensión falsa o juicio de algo que no hay en realidad o no tiene fundamento.
  • Imagen formada por la fantasía.
  • Facilidad para formar nuevas ideas, nuevos proyectos, etc.

La verdad es que, con permiso de la RAE, no son ninguna una buena definición. Es importante comprender que la imaginación no permite concebir nada realmente nuevo a la mente humana.

La imaginación funciona realizando combinaciones, de la información extraída de nuestra memoria, para construir nuevos conceptos ideales.

Es decir, nadie puede imaginar nada que no esté compuesto de trozos de la realidad que ha percibido y almacenado en su memoria. Para que lo entendáis mejor basta con que hagáis el siguiente experimento práctico. Coged un bolígrafo y describir un monstruo que no esté hecho de nada que hayáis visto nunca. Ya os adelanto que no lo conseguiréis.

La imaginación construye las nuevas ideas, como un moderno monstruo de Frankenstein, combinando otras ya existentes. Por es0, cuando os digan que debéis ser originales, si lo entendéis como que tenías que buscar algo completamente nuevo que nadie haya escrito antes, os daréis de bruces con un muro infranqueable.

La verdadera originalidad no se encuentra en crear ideas nuevas, sino en combinar ideas ya existentes de forma novedosa.

Esa idea que buscáis para vuestro libro no debéis buscarla desesperadamente en vuestra imaginación, sino en vuestra memoria. Recordad lo que habéis leído que os gustó, las noticias que os impactaron, las anécdotas que os sucedieron… Dejad que vuestra imaginación las combinen de forma original y la historia que buscabais estará frente a vuestra pluma.

10 consejos para escribir tu propio libro que nadie te ha dado antes

10 consejos para escribir tu propio libro que nadie te ha dado antes

Con estos 10 consejos para escribir tu propio libro que nadie te ha dado antes quiero empezar una serie de artículos que os ayuden a explotar vuestra propia vena creativa. Unos artículos concebidos para que no os dejéis amilanar por todos esos vampiros emocionales que os repetirán hasta la saciedad que no podéis escribir porque no tenéis suficiente talento.

Espero contribuir con estos 10 consejos para escribir, a que os lancéis a la dura arena de la hoja en blanco sin complejos. Sólo me queda comentaros que, aunque están concebidos desde el punto de vista de la escritura de ficción, podéis aplicarlos con pocas modificaciones a todo tipo de obras.

Pluma escribiendo

Vamos a ello:

  1. Apuesta por tus ideas.
    Lo más difícil para un escritor en siempre concebir la idea de lo que quieres escribir. En este punto te aconsejo no dejarte llevar por las tendencias o modas. Si una idea te parece interesante, no lo dudes, desarróllala, aunque no se trate de una idea líder en tendencias en tus redes sociales. Los gustos, tendencias y modas son variables y, si intentas amoldarte a ellos sin convencimiento, serás zarandeado como una hoja al viento.
  2. Escribe lo que te gustaría leer.
    Como ayuda para concebir la historia que quieres relatar, piensa en aquello que te gustaría leer. No sólo eres el autor de tu obra, también su primer lector.  No lo olvides nunca.
  3. Obsesiónate.
    Normalmente la obsesión no es algo demasiado recomendable, pero cuando concibes una trama, si no te sumerges en ella completamente, no serás capaz de hacer que tus lectores lo hagan. Vive tu propia historia mientras la escribes.
  4. Documéntate.
    Por mucho que conozcas un tema o determinadas situaciones, no eres un genio. Asume que hay muchas cosas que no sabes. Cuanto más te documente más auténtica y real será tu obra.
  5. Lee.
    Puede parecer un consejo extraño, pero por experiencia se que, el centrarse en escribir una obra, puede hacer que descuidemos nuestras lecturas habituales. Esto es un terrible error. Más allá de todos los cursos de literatura que hagas, leer es lo que de verdad te enseñará a escribir. No descuides la lectura.
  6. Copia.
    Escribir no es hacer un examen. Copiar está permitido y, por supuesto, no me refiero a que plagies la obra de otro escritor. Me refiero a que no deben dolerte prendas en copiar cómo otros autores resuelven los problemas a los que te enfrentarás durante la escritura de tu obra.  ¿Cómo estructurar un diálogo complejo? ¿Cómo caracterizar un personaje secundario? ¿Cómo describir una localización? Te surgirán preguntas que puedes solucionar leyendo y copiando las soluciones que otros autores han dado antes que tú a los mismos problemas.
  7. Esquematiza sin abusar.
    Utiliza esquemas para organizar tus ideas. Aunque el ordenador es el mejor aliado actual de un escritor, el boli y el papel siguen siendo imprescindibles. Realiza esquemas de la trama, de los personajes, de las localizaciones y de todo aquello que creas necesitar. Eso sí, tampoco intentes esquematizar toda la obra, deja que tu imaginación vuele durante la escritura y no dudes en incumplir tus propios esquemas, si la historia te lo pide.
  8. Da libertad a tu historia.
    Abundando en el punto anterior, te darás cuenta de que llega un momento durante la realización de tu obra en que ésta toma vida propia. Sobre todo, si se trata de un relato largo o una novela, empezarás a tener la sensación de ser un espectador más de la historia. Los personajes empezarán a demandar comportamientos e incluso se provocarán situaciones que no había previsto en tu idea inicial. Deja que los personajes vivan por sí mismos, aunque, por supuesto, no pierdas el control de tu historia.
  9. No seas tu propio crítico literario.
    Durante le escritura de tu obra, la leerás una y mil veces corrigiéndola e intentando mejorarla. Sin embargo, no debes ser demasiado duro contigo mismo. Corres el riesgo de desanimarte porque creas que no lo estás haciendo lo suficientemente bien. Deja que otros hagan de críticos literarios, tú solo escribe y hazlo lo mejor posible. Poco a poco irás mejorando y te sorprenderás del resultado.
  10. Termina lo que empiezas.
    De todos mis consejos quizá éste sea el más importante. Cuando uno empieza a escribir es normal comenzar mil relatos, para abandonarlos sin llegar a pasar de unas pocas páginas de escritura. Esto pasa porque no confiamos en nuestras propias capacidades y la inseguridad nos vence. Si tienes una idea, llévala hasta el final. Termina tus relatos, aunque no te satisfaga del todo el resultado. No sabes lo valioso que puede ser con el tiempo repasar esos relatos iniciales y ver tu propio progreso. Además, igual entre esas ideas que descartaste, con el tiempo encuentres una gran obra esperando a que la escribas.

Con esto es suficiente por hoy, pero prometo volver asiduamente con más artículos, para que tengáis cada vez más recursos para lanzaros al mundo de la escritura.

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