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El Texto Argumentativo

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Por Texto Argumentativo entendemos aquel que está destinado únicamente a convencer de una determinada tesis a un interlocutor, mediante la utilización de una serie de pruebas o ideas, que se denominan argumentos. Es un tipo de texto muy utilizado habitualmente en charlas o coloquios y en casi cualquier conversación.

La construcción de un texto argumentativo puede también estructurarse en una serie de partes claramente diferenciadas:

1) Presentación: Se trata de la definición inicial de la tesis que el argumentador pretende defender ante su interlocutor. Suele ser una introducción breve de apenas unas palabras.

2) Exposición: En esta fase el argumentador se extiende realizando la exposición pormenorizada de la tesis, entrando ya en detalle en el tema tratado.

3) Argumentación: Esta es quizá la fase de texto argumentativo real, ya que es el momento en que se exponen los argumentos que avalan la tesis.

4) Conclusión: Al final del texto argumentativo, es conveniente realizar una recapitulación de los argumentos más convincentes, de una forma concisa que permita concluir la argumentación de forma convincente.

En cuanto a los argumentos existen distintos tipos a tener en cuenta:

Argumentos analógicos: Son aquellos que utilizan analogías o comparaciones con temas similares a la tesis, que sirvan para avalarla.

Argumentación mediante ejemplos: Tienen un gran parecido a los argumentos analógicos y consisten en la exposición de hechos concretos en que se compruebe la realidad de la tesis.- Argumento de presunción: Se basa en crear la sensación de que la tesis es más verosímil que su contraria, y que la ausencia de prueba en ésta la avala indirectamente.

Argumentos de autoridad: Consistes en apoyar la tesis basándonos en las opiniones de personas de reconocida autoridad en la materia tratada. Aunque suelen ser efectivos, la realidad es que tienen poca capacidad real como prueba

.- Argumentación por probabilidades: Este tipo de argumentación suele utilizarse cuando no existe una prueba directa y sirve como aval científico a la tesis. Sin embargo, no hay que olvidar que el hecho de avalar una teoría por su probabilidad matemática de ser cierta, también le indicará al interlocutor que, aunque menor, también existe una probabilidad de que no lo sea.

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Publicado originalmente en Espaciolibros

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Texto Narrativo

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Cuando hablamos de Texto Narrativo nos referimos a aquel en el que se realiza un relato  de una serie de acontecimientos que afectan a unos personajes y se desarrollan en un entorno determinado.  Estamos ante el tipo de texto rey, que todo escritor de ficción utiliza para transmitir sus mundos más o menos imaginarios a sus lectores. Como en todos los tipos de texto, también en toda narración pueden distinguirse tres partes bien diferenciadas:

1)  La Introducción: El autor plantea aquí la situación que va a desarrollar y realiza la presentación de los personajes y su entorno. Es probablemente, la parte fundamental del texto narrativo, pues de ella depende el que la obra sea o no capaz de captar la atención del lector.

2) Nudo: En toda narración se plantea siempre un conflicto, un momento cumbre en el que todas las líneas planteadas en la introducción convergen sobre un hecho fundamental que marca todo el relato. A ese punto central se le denomina Nudo.

3) Desenlace: Es el momento en que el conflicto planteado como nudo de la narración llega a su conclusión. Si la Introducción capta la atención del lector, y el nudo consolida la narración, el desenlace puede ser el punto en que un relato triunfe o fracase en la mente del lector.

En cuanto a su estructura, el texto narrativo suele clasificarse en:

a) Esctructura Externa: Comprende la organización física del texto; en capítulos, partes, secuencias, etc…

b) Estructura Interna: Abarca todos los elementos que componen el texto narrativo: Narrador, espacio y tiempo.

Imagen | Letralia

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Los Distintos Tipos de Texto (1ª PARTE): Texto Descriptivo y Texto Expositivo

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La herramienta fundamental del escritor a la hora de abordar una narración es el texto. Si nos atenemos a su definición básica, entendemos por texto la unidad de carácter lingüístico formada por un conjunto de enunciados con una estructura interna. Para entenderlo mejor, vamos a comenzar un análisis de esta composición lingüística atendiendo a los distintos tipos de textos existentes.

Texto Descriptivo

Cualquier escritor tendrá que enfrentarse muy a menudo con este tipo de texto. Se trata de una exposición verbal que describe un lugar, paisaje, personaje o cualquier otro objeto salido de la imaginación del escritor. Su objetivo es conseguir que el lector sea capaz de obtener una “imagen mental» lo más fidedigna posible al objeto descrito.

Existe dos tipos de textos descriptivos: el Texto Descriptivo Técnico que busca la representación objetiva y exhaustiva del objeto, dejando de lado las formas; y el Texto Descriptivo Literario, en el que la fidelidad no es tan importante y si lo son la belleza de la descripción y su emotividad, que toman un valor protagonista.E

l proceso de creación de un texto descriptivo debe empezar siempre por una fase de observación, en la que el escritor observa la realidad o aquello que quiere representar su imaginación, intentando recopilar la máxima información. Después vendría una etapa de ordenación y organización de los datos observados, para finalmente llegar a la presentación de la descripción deseada.Es importante destacar que el texto descriptivo literario, no sólo debe atenerse a la descripción física del objeto de forma más o menos bella, sino que debe cuidar la intención y emotividad que se busca crear en el lector, resaltando, o insinuando tan sólo, aquellas características o detalles que más interesen al escritor.

Texto Expositivo

Se trata de un texto en el que el objetivo es la construcción de un discurso destinado a un público espectador. Normalmente se trata de textos que consisten en la lectura de datos y explicaciones. Suelen utilizarse en revistas, enciclopedias, manuales, conferencias, etc…

En la concepción de un texto expositivo es fundamental seguir una serie de fases que doten de claridad y orden a la exposición: Primero es importante definir el objeto central del discurso con claridad y sencillez. Después, se abordarán aspectos complementarios que ayuden a ampliar la información y a mejorar el entendimiento del objeto central del discurso. Por último, debe abordarse la finalidad del discurso de forma que se consiga obtener del público la emoción o respuesta deseada por el expositor.

Algunas herramientas que pueden ayudar a crear un buen texto expositivo son las descripciones (textos descriptivos tal y como los explicamos anteriormente), las definiciones, las comparaciones y los ejemplos.

En el próximo artículo abordaremos el Texto Narrativo y el Texto Argumentativo.

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Los distintos tipos de Editoriales o el difícil mundo del escritor novel (3ª parte): La Impresión Bajo Demanda

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Hoy le llega el turno a la opción más moderna de publicación que ha aparecido en los mercados: La Impresión bajo demanda, un moderno sistema de autoedición que abarata enormemente los costes.

Hasta hace pocos años la impresión se realizaba en sistemas de impresión offset, lo que requería siempre que las tiradas fuesen lo más amplias posibles para bajar el precio por unidad. Esto, en el mercado de las editoriales significaba que cualquier impresión inferior a 500 o 1000 ejemplares era prácticamente imposible de realizar por el elevado precio y el poco margen de beneficios que permitía. Sin embargo, la aparición de máquinas de impresión digital (para entendernos, con tecnología similar a las impresoras de inyección convencionales), se tradujo en el abaratamiento de la impresión (a costa de una pequeña pérdida de calidad) y la aparición de la posibilidad de hacer tiradas mucho más pequeñas, incluso de un solo ejemplar, sin disparar el precio exageradamente.

En este panorama, apareció Lulu.com, la que fue la abanderada de este tipo de impresión, hasta la aparición hace muy poco de serios competidores (Bubok, Amazón, etc….). Esta empresa ofrece la posibilidad de imprimir tu propio libro, facilitando herramientas para su publicación, sin coste alguno para el escritor, ya que es el comprador el que paga dichos costes al hacer el pedido. El libro se imprime en el momento en que un lector hace el pedido, de ahí el nombre de impresión bajo demanda. El escritor establece su propio margen de beneficios añadiéndolo al precio de venta (de este margen, Lulú se queda con el 20% siendo el restante 80% para el escritor).

Pero, ¿es oro todo lo que reluce? Pues lamentablemente no. Aunque el sistema es muy sencillo, transaparente y sin apenas costes económicos para el escritor, plantea serios inconvenientes, que están haciendo que su despegue sea más lento de lo que parecía a primera vista:

– Estas editoriales bajo demanda publican absolutamente todo lo que se les envía sin filtro alguno. Esto, que a primera vista es una ventaja, también pude ser un inconveniente ya que la corrección y maquetación corre a cargo exclusivamente del autor. Si se quiere tener acceso a servicios de corrección los costes empiezan a dispararse hasta sus homólogos de impresión convencional.

La calidad de la impresión bajo demanda va aumentando pero aún es inferíor a la impresión offset convencional, sobre todo en obras a todo color con acabados de lujo.

No existe distribución alguna, aunque empresas como Lulú y otras ofrezcan supuestos paquetes de distribución. Lo único que hacen es asignar un ISBN a la obras y mandarla a bases de datos, ignoradas habitualmente por las librerías convencionales. El único mercado para estas obras es Internet, por lo que el escritor debe crear su propia estrategia de marketing en este medio.

– Los precios de venta al público siguen siendo más elevados que los de los libros de editoriales convencionales, lo que unido a que la mayoría de las obras son de autores noveles y desconocidos, hace casi imposible una venta seria a terceros. En definitiva, siendo una alternativa interesante para empezar, la impresión bajo demanda no es de momento la panacea que prometía ser hace unos años.

La abanderada, Lulu.com, acaba de anunciar una subida de precios sin precedentes cercana del 60%, que hace imposible que un escritor espere vender sus libros por este medio. Al parecer, esta empresa ha optado por dirigirse al mercado de autoconsumo, buscando sus ingresos en los autores que publican exclusivamente por la ilusión de ver su obra en papel y vende unos pocos ejemplares a familiares y amigos, despreciando a los autores interesado en empezar auténticas carreras literarias. Un duro golpe para los que esperaban que el mercado de impresión bajo demanda fuese cada vez más competitivo con las editoriales convencionales y terminase por convertirse en una alternativa viable a estas.

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Los distintos tipos de Editoriales o el difícil mundo del escritor novel (2ª parte): La Autoedición y Coedición

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En nuestro recorrido de las distintas alternativas que el mercado editorial ofrece al escritor novel, hoy le llega el turno a la Autoedición y Coedición.  Cuando la búsqueda de una editorial convencional no da los frutos deseados es habitual que algunos escritores recurran a las editoriales de autoedición. En este tipo de editoriales el autor se autofinancia la publicación de su obra, y la editorial ofrece el respaldo de su nombre y la organización del proceso editorial. En teoría, la editorial realiza un contrato con el escritor que estipula los gastos de la edición y garantiza un número de ejemplares para el escritor. Además se acuerda la forma de distribución y, aquí es donde empiezan realmente los problemas.

Si estás interesado en utilizar esta opción para editar tu obra, lo primero que tienes que hacer es comprobar que los costes no están inflados artificialmente para lucro de la editorial y, a continuación, asegurarte de que la distribución que te ofrezcan sea real (puedes acabar con unos cientos de ejemplares de tu obra en un trastero de casa). La mayoría de las editoriales de autoedición engañan a los escritores, alabando artificialmente la obra (algunas aseguran realizar una selección de las obras a editar, pero no es cierto, publican todo sin atender a su calidad), engordando el precio de la edición y, por último ofertando una distribución de la obra que no llega nunca a producirse. La coedición, no es más que una variante de la autoedición en la que en teoría los gastos se costean a igual parte por la editorial y el escritor. La realidad es que no es más que una excusa propagandística. El coste va a parar en su totalidad al autor. En su amplia mayoría no son más que editoriales de autoedición camufladas.

La autoedición, en definitiva, es una alternativa para publicar una obra que no encuentre su cabida en el circuito editorial convencional, pero es también un terreno abonado para estafadores que se lucran de la ilusión de escritores noveles que están ansioso por ver sus obras publicadas. No por ello debe ser considerada algo denigrante para un escritor, ya que grandes escritores como el propio Gabriel García Márquez, recurrieron a ella para abrirse camino, pero sí requiere de una cuidadosa elección de editorial y de todos los detalles del contrato editorial. En nuestra próxima entrega hablaremos de la opción más moderna de edición: La edición bajo demanda.

Imagen: La piel del tambor

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