Gabriela Mistral

La agencia EFE nos informa hoy que la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes (BVMC) ha inaugurado una nueva sección dedicada a la poeta chilena Lucila Godoy Alcayaga, conocida mundialmente como Gabriela Mistral.

Esta poeta chilena tuvo una niñez difícil después de que su padre, un maestro rural, abandonase su hogar cuando ella contaba tan sólo tres años de edad. Publicó sus primeros versos con 15 años. Su primer amor, un ferroviario llamado Romelio Ureta se suicidó, marcando su obra a partir de aquel momento. En 1910 ganó los juegos florales de la capital de Chile con Los sonetos de la muerte, pertenecientes a su libro Desolación.

A partir de aquí su carrera despegó definitivamente hasta alcanzar el Premio Nobel de Literatura en 1945. Murió el 10 de enero de 1957 en el Hospital General de Hempstead, Nueva York, tras una larga enfermedad. Ahora la BVMC, en coordinación con la Biblioteca Nacional de Chile y bajo la dirección de Pablo Pedro Pablo Zegers Blachet, director del Museo Gabriela Mistral ubicado en Vicuña, recupera la memoria de esta poeta excepcional.

Ediciones digitales de sus obras, ediciones de algunos de sus textos manuscritos, diversos documentos sonoros y un extenso álbum de fotos, que reconstruye su intensa trayectoria vital y literaria, completan esta exposición virtual.No puedo dejar pasar la oportunidad de animaros a que visitéis

LogoCervantesLa Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Esta página web se ha convertido en un auténtico referente cultural en internet para todos los amantes de la literatura en habla hispana. Actualmente contiene más de 12000 títulos, 31 portales temáticos, una Biblioteca de Historia, otra de signos para personas sordas, una Fonoteca para personas con problemas de visión, una Videoteca y ediciones multimedia.Todos sus contenidos están disponibles de forma completamente gratuita en su sitio web: http://www.cervantesvirtual.com

Ahora os dejo el primero de los grandes éxitos de Gabriela Mistral: Los sonetos de la muerteI

Del nicho helado en que los hombres te pusieron,
te bajaré a la tierra humilde y soleada.
Que he de dormirme en ella los hombres no supieron,
y que hemos de soñar sobre la misma almohada.
Te acostaré en la tierra soleada con una
dulcedumbre de madre para el hijo dormido,
y la tierra ha de hacerse suavidades de cuna
al recibir tu cuerpo de niño dolorido.
Luego iré espolvoreando tierra y polvo de rosas,
y en la azulada y leve polvareda de luna,
los despojos livianos irán quedando presos.
Me alejaré cantando mis venganzas hermosas,
¡porque a ese hondor recóndito la mano de ninguna
bajará a disputarme tu puñado de huesos!
II
Este largo cansancio se hará mayor un día,
y el alma dirá al cuerpo que no quiere seguir
arrastrando su masa por la rosada vía,
por donde van los hombres, contentos de vivir…
Sentirás que a tu lado cavan briosamente,
que otra dormida llega a la quieta ciudad.
Esperaré que me hayan cubierto totalmente…
¡y después hablaremos por una eternidad!
Sólo entonces sabrás el por qué no madura,
para las hondas huesas tu carne todavía,
tuviste que bajar, sin fatiga, a dormir.
Se hará luz en la zona de los sinos, oscura;
sabrás que en nuestra alianza signo de astros había
y, roto el pacto enorme, tenías que morir…
III
Malas manos tomaron tu vida desde el día
en que, a una señal de astros, dejara su plantel
nevado de azucenas. En gozo florecía.
Malas manos entraron trágicamente en él…
Y yo dije al Señor: ?«Por las sendas mortales
le llevan. ¡Sombra amada que no saben guiar!
¡Arráncalo, Señor, a esas manos fatales
o le hundes en el largo sueño que sabes dar!
»¡No le puedo gritar, no le puedo seguir!
Su barca empuja un negro viento de tempestad.
Retórnalo a mis brazos o le siegas en flor».
Se detuvo la barca rosa de su vivir…
¿Que no sé del amor, que no tuve piedad?
¡Tú que vas a juzgarme, lo comprendes, Señor!

Artículo escrito por: Juan Carlos Boíza López
http://jcboiza.com/