imagesCA8OYCZJ

Hoy hay que lamentar el fallecimiento de uno de los grandes escritores de ciencia ficción; el autor inglés Sir Arthur Charles Clarke, más conocido como Arthur C. Clarke. La fama y el reconocimiento del gran público le llegó en 1968, por la adaptación al cine de su cuento “El Centinela” (1951). A la pantalla llegó con el título ‘2001: Una odisea en el espacio’. El director de la cinta fue Stanley Kubrick, que ganó un Oscar con ella e innumerables nominaciones a premios de todo el mundo. El éxito de la película fue tal, que Arthur C. Clark convirtió su cuento en una novela a la que tituló ya igual que la película. 2001-1

A continuación os transcribo su biografía, tal y como aparece reflejada en la Wikipedia.

Nació en Minehead, Somerset. Ya de pequeño mostró su fascinación por la astronomía, con un telescopio casero dibujó un mapa de la Luna. Terminados sus estudios secundarios en 1936, se traslada a Londres. Durante la Segunda Guerra Mundial, sirvió en la Royal Air Force (Fuerza Aérea Real) como especialista en radares, involucrándose en el desarrollo de un sistema de defensa por radar, y ejerciendo como instructor de la naciente especialidad.

Concluida la guerra, publica su artículo técnico Extra-terrestrial Relays, en el cual sienta las bases de los satélites artificiales en órbita geoestacionaria (llamada, en su honor, órbita Clarke), una de sus grandes contribuciones a la ciencia del siglo XX. Este trabajo le valdrá numerosos premios, becas y reconocimientos. En ese período estudia matemáticas y física en el prestigioso King’s College de Londres, estudios que finalizó con honores. También ejerció varios años como presidente de la Sociedad Interplanetaria Británica (BIS), hecho que demuestra su gran afición por la astronáutica.

En 1957 como parte del comité británico acude a Barcelona para el VIII Congreso Internacional de Astronáutica, momento que coincide con el lanzamiento del Sputnik I por parte de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Su fama mundial se consolidó con sus intervenciones en la televisión: en la década de los ’60, como comentarista de la CBS de las misiones Apolo; y en la década de los ’80, merced a un par de series de televisión que realizó. También son conocidas sus famosas leyes de Clarke, publicadas en su libro de divulgación científica Perfiles del Futuro (1962). La más popular (y citada) de ellas es la llamada «Tercera Ley de Clarke»: Toda tecnología lo suficientemente avanzada es indistinguible de la magia.

Desde 1956 y hasta su fallecimiento vivió en la isla de Sri Lanka (antigua Ceilán), en parte por su interés por la fotografía y la exploración submarina, en parte por su fascinación por la cultura india. El periódico sensacionalista Sunday Mirror lo acusó de vivir en Sri Lanka por otra razón: la facilidad para practicar la pederastia en aquel país. Él negó las acusaciones y amenazó con emprender acciones judiciales, cosa que finalmente no hizo para evitar gastos millonarios. Según declaró en una entrevista, siempre ha tenido una especial antipatía hacia los pederastas, por lo que pocas acusaciones le podrían resultar más repugnantes. Estas difamaciones no probadas no impidieron que se le otorgara el título de caballero de la Orden del Imperio Británico en 1998. Las autoridades de Sri Lanka, después de haber iniciado una investigación, reivindicaron también su buena fama.

También en su honor prestó su nombre a un asteroide, 4923 y una especie de dinosaurio ceratopsiano, el Serendipaceratops arthurcclarkei descubierto en Inverloch, Australia. Falleció la madrugada del miércoles 19 de marzo de 2008 a las 01:30 hora local (21.00 GMT del martes) en Colombo (capital de Sri Lanka), debido a un paro cardiorespiratorio.

Quizá ahora ya no sepamos nunca que se escondía detrás del monolito, pero lo que si sabemos es que nuestra mente está un poco más abierta y preparada para afrontar el futuro gracias a Arthur C. Clark.

Publicado originalmente en: http://www.escritoresclub.com